La respiración entrecortada de Axel y Belinda fue el único sonido que llenó la calle donde vivían los Black. Se habían salvado por los pelos. La sangre corría por el brazo de Axel lentamente hacia el suelo. El vampiro le había desgarrado la chaqueta de cuero y la camiseta de manga larga azul oscuro que llevaba debajo. Ambos permanecieron en silencio mientras caminaban uno al lado del otro. Todo había pasado tan rápido que Belinda necesitó de unos minutos para registrar la situación y poner sus pensamientos en orden. Habían tenido mucha suerte al salvarse o quizás, habían cometido una locura al liberar al lobo. Axel no le había dado tiempo para comprobar si ambos seres se habían metido en una confrontación mutua, simplemente se limitó a tirar de ella y ya no hubo marcha atrás. El corazó