2 de octubre de 2002 La espalda de Axel se estrelló contra la pared de piedra del edificio del instituto, mientras Belinda lo empujaba con furia. Se encontraba enfadada, tan enfadada. La noche anterior habían decidido no hacer nada, simplemente esperar hasta saber algo más sobre todo lo que estaba ocurriendo. Sin embargo, eso no iba a impedirle interrogar al brujo que la había hechizado, en más de un sentido. Eso la irritó profundamente. No podía creer que había sido capaz de confiar en una persona que la había engañado tan fácilmente. Normalmente, se consideraba más lista. No solo le había mentido, Axel había usado magia en ella. Jamás se habría acercado a él, si hubiera sabido todo lo que iba a pasar. Pero lo que más le molestaba, es que ella le había dado acceso a ella para hacerlo.