Capítulo 4-Últimas noticias

1231 Words
(Max pov) Miré entre mi madre y la puerta, preguntándome qué demonios estaba pasando y quién era esta persona misteriosa. —Max, esperaba decírtelo antes de que Leon viniera... pero... cariño... conocí a alguien —dijo mi mamá con naturalidad... soltando la bomba más grande sobre mí. Juro que mi visión comenzó a empequeñecerse y el latido de mi corazón resonaba fuertemente en mis oídos cuando el sonido de la puerta al abrirse me devolvió a la realidad. Fue entonces cuando vi al hombre más grande y aterrador que jamás había visto en mi vida agacharse y entrar por la puerta. Era irreal... casi como un dios, juraría que era algún tipo de vikingo. Hablo de músculos y un traje elegante... algo que verías en una revista. Era guapo, con el pelo rubio peinado hacia atrás y ojos azul-grisáceos profundos. Tenía que tener unos cuarenta años, tal vez... Nunca fui buena adivinando la edad de las personas. Estudiando a este hombre, no entendía del todo lo que mi mamá me estaba diciendo... ¿este gigante... era con quien ella estaba saliendo? ¿Cómo demonios no me di cuenta de esto? —Max, él es Leon Black. Leon, ella es mi Maxie. —No pude evitar estremecerme con el apodo... ella me llamaba así de vez en cuando, pero sabía que era el nombre que me daba papá. Y hablando de eso, mi corazón comenzó a doler de repente... Sabía que este día llegaría. Por supuesto que sí... mi mamá tenía treinta y siete años después de todo... así que no esperaba que fuera viuda toda su vida... ya han pasado dos años y aún se siente tan repentino. ¿Por qué no me dijo que estaba saliendo con alguien? —Es un placer conocerte, Max. Tu mamá ha dicho cosas maravillosas de ti. —Este tal Leon extendió su enorme mano, ofreciéndome estrecharla. Vacilantemente deslicé mi mano dentro de la suya y dejé que él llevara la delantera mientras yo solo me quedaba allí con la boca abierta como un idiota. —También es un placer conocerte —murmuré, deseando haber escuchado cosas maravillosas sobre este tipo también... pero en cambio, no escuché absolutamente nada. Miré a mi mamá, viendo cómo encogía sus hombros y mordía su labio nerviosamente. —Bueno, Leon quería llevarnos a los tres a cenar... para conocernos mejor —dijo mi mamá emocionada antes de ponerse junto a Leon y envolver sus brazos alrededor de su cintura. Eso causó un agudo dolor en mi corazón mientras apartaba la mirada ligeramente... ¿por qué era tan difícil ver a mi mamá con alguien más? Se sentía... mal. —Uh... ¿estás segura? —murmuré, todavía sin estar segura de cómo asimilar completamente lo que demonios estaba pasando. —Vamos, cariño, puedes tomar uno de mis vestidos prestado —añadió mi mamá alegremente y una vez más... me dejó impactada. ¿Un vestido? No he usado un vestido hace mucho tiempo... ¿por qué tengo que usar un vestido? Antes de que pudiera protestar, mi mamá soltó a su nuevo hombre... novio... juguete... ni siquiera estoy segura de qué es él... pero caminó hacia mí y me arrastró hacia su habitación antes de cerrar y ponerle seguro a la puerta. Observé cómo mi madre empezaba a tararear alegremente y a buscar en su armario. En serio... ¿va a actuar como si mi mundo no acabara de dar un giro total? —Mamá... ¿qué diablos está pasando? —solté un poco más alto de lo previsto, haciendo que sus ojos se abrieran de par en par mientras se acercaba hacia mí. —Baja la voz, Leon te va a escuchar —susurró en tono alto, haciendo que mi boca se abriera una vez más. —Mamá... ¿hace cuánto tiempo estás saliendo con este tipo? —Sentía que estaba volviéndome histérica, pero en serio... ¿qué demonios está pasando aquí? —Hace un mes... —confesó, sus ojos llenos de culpa mientras levanté el brazo y pasé rápidamente los dedos por mi cabello. Un mes... un mes entero—. Max, quería decírtelo... solo quería estar segura primero... quería asegurarme de que él se lo tomara en serio antes de presentártelo —comenzó ella, acercándose a mí mientras agarraba mis hombros y me miraba. Era unos centímetros más alta, así que tenía dominada esa táctica de intimidación. —Un mes... —murmuré, intentando recordar estas últimas cinco semanas y dónde he estado para no darme cuenta de esto. Solo pensé que ella se quedaba hasta tarde por trabajo.—. ¿Dónde lo conociste? —pregunté en voz alta, sintiendo que sus manos relajaban su agarre en mi hombro. —Es un poco cliché... pero estábamos en una cafetería y el barista llamó mi pedido. Cuando fui a agarrarlo, Leon también alcanzó la taza al mismo tiempo creyendo que era la suya. Luego juro, Max... tan pronto como nuestros dedos se tocaron, sentí chispas... chispas reales. —Mi mamá se emocionó... haciendo que me diera ganas de vomitar. ¿Chispas? ¿Qué demonios?—. Sé que parece que esto está sucediendo muy rápido... pero, Max, él es el indicado... de hecho... quería esperar a la cena para decírtelo, pero mira esto. —Mi mamá agregó antes de colocar su mano frente a mi cara y mostrarme un enorme anillo de diamantes. Le di un tirón a su mano hacia mí, parpadeando rápidamente mientras intentaba concentrarme en lo que estaba sucediendo en este momento. —Me propuso matrimonio... y dije que sí, Maxie. —Mi mamá chilló y se lanzó hacia adelante, abrazándome fuertemente mientras sus palabras se hundían por completo en mí. Mi mamá estaba comprometida... como, comprometida para casarse. —Yo... estoy feliz por ti, mamá —dije con indiferencia, acariciando la espalda de mi mamá mientras empujaba todo ese dolor hacia abajo. Mi mamá se lo merecía... se merecía una segunda oportunidad y honestamente no la he visto tan feliz desde que papá estaba aquí. ¿Quién soy yo para arruinar eso? Ya le quité a su esposo... arruiné su vida y ella se veía obligada a mirarme... el recordatorio de lo que sucedió todos los malditos días. Tal vez esto sea lo mejor... ella puede comenzar de nuevo... —¿Escuchaste lo que dije? —Interrumpió mis pensamientos mi mamá mientras sacudía la cabeza en señal de negación—. Dije que él vive en Nueva York, en el campo. —Repitió mi mamá, haciéndome casi atragantarme. —¿Nueva York? ¿Qué está haciendo aquí entonces? —Parpadeé, estudiando la expresión de mi mamá al ver cómo desviaba la mirada y supe inmediatamente que me ocultaba algo. —Bueno, estaba en un viaje de negocios y decidió quedarse hasta que resolviéramos las cosas. Vamos... vistámonos para no hacerlo esperar mucho tiempo. —Mi mamá me empujó un vestido azul claro de mangas largas antes de agarrar uno n***o para ella—. Responderemos todas tus preguntas en la cena. Resolveremos esto juntos, ¿de acuerdo? —dijo, dándome palmaditas en el hombro mientras asentía con la cabeza y tragaba los nervios que amenazaban con salir mientras el ácido alcanzaba la parte posterior de mi garganta. Justo cuando pensé que este día era el mejor en mucho tiempo... ahora tenía que pasar esto... ¿y por qué siento que va a empeorar mucho más?
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