Añorando a su Luna.

Capítulo 5-Incómodo

(Max pov)

Bueno, esta ha sido oficialmente una de las veladas más incómodas que he tenido en mi vida. Después de vestirme con el vestido azul claro que me dio mi mamá, una limusina... sí, una maldita limusina nos recogió y nos llevó al mejor restaurante de la ciudad. Se llamaba Eleven... lo cual me confundió... pero supongo que es porque son famosos por sus comidas de once platos y es un restaurante con estrella Michelin.

Ni siquiera tenían los precios en el menú... así es como sabes que está muy por encima de nuestro presupuesto. Durante todo el trayecto, Leon me hizo preguntas mientras mi mamá estaba prácticamente pegada a su lado todo el tiempo. Ni siquiera era tan apegada con papá... así que fue sorprendente verla así.

León me preguntó sobre mis estudios y a qué universidad pensaba ir. Incluso dijo que sabía que me encantaba el arte y que mi mamá le había mostrado algunas de mis cosas de antes. Eso me molestó un poco, considerando que ya no pinto. No he tocado un pincel desde que papá murió y es un tema doloroso para mí. Mi mamá me compró algunas pinturas nuevas para mi cumpleaños el año después de que sucedió y todavía no las he tocado. No puedo hacerlo.

Me sorprendió que mi mamá le dijera tanto sobre mí. Pensé que actuaría como si no existiera, como lo hizo con este chico en mi vida. Admito que parece bastante agradable, pero todo es tan extraño... no sé cómo actuar o qué decir.

—Ustedes dos lucen absolutamente deslumbrantes esta noche —dijo Leon por tercera vez desde que salimos de casa, y solo sonreí cortésmente antes de mirar hacia mi regazo y jugar con una pequeña cuenta que estaba cosida al vestido. Se sentía extraño no estar en una sudadera con capucha y pantalones... me sentía totalmente expuesta. Al menos este vestido tiene mangas largas, así que oculta todo—. Mi hijo Noah también tiene tu edad, Max, creo que ustedes se llevarán muy bien. —Mis ojos se encontraron con los de mi mamá. Ahora hay un hijo involucrado y tengo que conocerlo—. Después de perder a mi esposa anterior y a mi hijo mayor... fue difícil para nosotros, pero ahora... ahora las cosas por fin están mejorando —agregó, haciendo que tragara saliva mientras inhalaba profundamente.

—Lo siento... debe haber sido difícil. —Mi corazón dolía y de repente vi los ojos de mi mamá llenos de lágrimas, lo cual me sorprendió. Ella nunca lloraba frente a la gente. Honestamente, solo lo he visto algunas veces yo misma.

—Fue hace diez años, pero supongo que eso no hace que desaparezca... puedo decir honestamente que las cosas mejoran, Max. —Sus palabras eran reflexivas y llenas de amabilidad, pero yo solo me sentía amargada... Sí, mejora cuando ya no te sientes tan malditamente culpable... me sentía culpable cada maldito día de mi vida por hacer que papá me recoja esa noche. Siento que él seguiría aquí si no fuera por mí.

—Max, ¿estás escuchando? —mi mamá preguntó con molestia en su voz, haciendo que me aclarara la garganta y levantara la cabeza para encontrarme con su mirada acusadora.

—Lo siento, ¿qué dijiste? —Nunca antes había estado tan distraída... puedo decir que también está irritando a mi mamá.

—Dije que te encantará la escuela de allá... tienen un gran programa de arte y la preparatoria es una de las mejores del país. —Intentó actuar feliz y pasiva, como si lo que acababa de decir fuera información que ya debería saber.

Dejé caer el tenedor a la mitad de un bocado, provocando un ruido fuerte que resonó en la habitación e hizo que algunas personas miraran nuestra mesa. ¿Acaso la escuché bien? ¿Estaba hablando de Nueva York?

—¿En... en Nueva York? —tartamudeé, haciendo que mi mamá asintiera con la cabeza mientras la ira comenzaba a aumentar dentro de mí. Nunca me enojo... siempre soy comprensiva y pasiva. No he peleado ni una sola vez en todo este maldito tiempo porque sentía que todo era culpa mía... que merecía estar separada de mis amigos y mi familia, pero ahora... ahora tengo que mudarme de nuevo y no solo eso, posiblemente vivir con este tipo random y su hijo.

—¿Cuándo nos mudamos? —pregunté entre dientes apretados, mis manos se cerraron en puños debajo de la mesa mientras intentaba con todas mis fuerzas no desmoronarme. Estaba al borde de perderlo. Me había aguantado todo este tiempo... pero esto podría ser lo que me haga colapsar.

Mi mamá miró a León, la culpa cruzando por su rostro como si de repente se diera cuenta de cómo todo esto me afectaba o algo así.

—Dentro de una semana —dijo en voz baja, haciendo que me levantara bruscamente y casi derribara la silla detrás de mí.

—Por favor, discúlpenme, solo necesito aire fresco —anuncié con voz monótona, conteniendo esas emociones y obligándome a no llorar.

No solo nos estamos mudando una vez más, esta vez se siente mucho más diferente. Siempre sentí que cuando nos mudábamos, mi mamá y yo no encajábamos, y por eso ella nos volvía a mudar. Porque nunca encontramos nuestro lugar... pero ahora... ahora mi mamá va a encontrar su lugar, y yo simplemente no encajaré de nuevo.

Caminé por el restaurante, tratando de contenerlo todo mientras me dirigía hacia la puerta sin mirar a nadie a los ojos. Tan pronto como atravesé esas puertas, corrí... corrí tan rápido que ni siquiera sabía hacia dónde iba, pero seguí corriendo por la acera hasta que llegué a un lugar en construcción donde parecía que estaban construyendo apartamentos. No sé qué estaba pensando... no tenía mi teléfono ni nada, pero simplemente pasé junto a la cinta de precaución y me colé por la valla de malla antes de dirigirme hacia ese edificio vacío. Quería estar sola... quería huir y nunca volver. En ese momento deseé con todo mi corazón poder ser otra persona.

Entré furtivamente dentro del edificio, todo lo que lo llenaba era la madera desnuda que formaba estas paredes y me encogí, abrazando mis rodillas. Me sentía perdida... los recuerdos de lo que sucedió aquella noche giraban a mi alrededor mientras suplicaba...le rogaba al universo que todo esto fuera solo una pesadilla. Que despertaría y estaría de nuevo en mi habitación con el olor de la comida de mi papá impregnando la casa y el sonido de la risa de mi mamá llenando el aire. Si cierro los ojos con suficiente fuerza...juro que puedo verlo...puedo ver esa antigua vida.

El sonido de pasos comenzó a acercarse a mí, haciendo que levantara la cabeza de golpe.

—Max, sé que esto es mucho para asimilar —resonó la profunda voz de León por la vacía habitación, haciéndome saltar mientras mis ojos se clavaban en él parado a pocos pies de distancia.

—¿Cómo me encontraste? —Respiré, preguntándome dónde estaba mi mamá mientras miraba alrededor del edificio vacío buscándola.

—Adivinanza de suerte. —Encogió los hombros, haciéndome mirar hacia abajo a mis pies mientras la culpa ahora me invadía.

—Lo siento por arruinar su cena —me disculpé, esperando que no estuviera muy enojado. No quiero que esto afecte a mamá y a él. Espero que ella no esté demasiado decepcionada conmigo.

—Max, no arruinaste nada, te lo prometo —dijo León suavemente antes de agacharse frente a mí y apartarme el cabello de los ojos, lo que me hizo mirarlo sorprendido—. No es por hablar mal de tu madre, pero ella debería haberte contado sobre nosotros desde el principio, no estuvo bien mantenerte en la oscuridad —declaró León firmemente, su presencia era tan fuerte y poderosa, realmente nunca había conocido a alguien como él en persona antes. Puedo entender por qué mi mamá se enamoró de él tan rápido.

—Está bien, estoy acostumbrada a lo de mudarnos. Es solo todo lo demás... estoy feliz por ella, por ustedes, pero... no sé. —Me quedé callada, sintiéndome avergonzada de hablar de estas cosas con este señor. Es prácticamente un desconocido, ¿entonces por qué le estoy contando todo esto?

—Simplemente extrañas a tu papá... y te resulta extraño ver a tu mamá con alguien más. —León terminó por mí, haciendo que mis ojos se levantaran y se encontraran con los suyos, de un color azul grisáceo.

—¿Cómo lo supiste? —murmuré, preguntándome si realmente era tan fácil de leer.

—Recuerda, tengo un hijo que también perdió a un padre. Él también luchó al principio cuando empecé a salir con alguien más —explicó, haciendo que asintiera con la cabeza mientras exhalaba el aliento que había estado conteniendo—. Max, no busco reemplazar a nadie. Ni a tu madre, ni a ti... me enamoré de tu mamá desde el momento en que la conocí... y fue diferente a cuando conocí a mi esposa anterior también. No quiero decir que ame a una más que a la otra, pero tu mamá saca a relucir en mí un lado que no sabía que existía. Quiero tener una relación contigo también, Max... no voy a intentar reemplazar a tu padre, pero quiero estar allí para ayudar cuando lo necesites... quiero comenzar como amigos —ofreció, extendiendo su mano hacia mí mientras sus ojos se suavizaban con amabilidad.

—¿Amigos? —sollocé, limpiándome las mejillas con la manga de mi vestido mientras León asentía y me sonreía, con su mano aún extendida mientras mantenía su mirada en mí.

—Amigos, Max, empecemos por ahí —confirmó y yo asentí tímidamente, extendiendo lentamente mi mano y colocándola contra la de León, sintiendo sus dedos aferrarse fuertemente a mí—. Prometo cuidar de ti, Max, protegerte y velar por ti —declaró, haciendo que parpadease sorprendida. Parecía tan serio al respecto.

—Y prometo darte una oportunidad... al menos intentarlo —musité la última parte, apretando su mano mientras León reía y sonreía ampliamente ahora.

—Perfecto, intentar es todo lo que importa... tengo la sensación de que seremos grandes amigos, Maxine...

Supongo que esto es todo... un movimiento más bajo mi cinturón antes de cumplir los dieciocho y regresar a Washington. Al menos ahora sé que mi mamá no estará sola... ahora solo tengo que sobrevivir el año escolar. Debería ser pan comido... ¿verdad?