Paso la mano una y otra vez sobre su frente, tratando de calmarlo. Lentamente, sus ojos se abren. Él me mira. Sonríe débilmente. Entonces vuelve a cerrar sus ojos. “No estás nada mal”, susurra, con los ojos cerrados. No puedo evitar sonreírle también. Siento que Ben nos mira. No puedo evitar sentir que está celoso por darle toda mi atención. No quiero que lo esté. Y sí tengo sentimientos por Ben. Pero no puedo ignorar a Logan en su momento de necesidad. Me recuesto y cierro mis ojos por un minuto y me pregunto cómo es que llegamos aquí. No puedo creer que estoy en esta posición nuevamente, a punto de entrar en otra arena. Metí la pata en algún momento. Trato de pensar en qué podría haber hecho distinto. Debí haber sido más reservada. Tal vez nunca debimos habernos detenido en ca