Broke sollozó, sin poder contener más las lágrimas. Sentía la presión del juicio de Blake y el peso de la situación aplastándola, no estaba acostumbrada a algo así. —No lo sé —gritó exasperada—, además, yo apenas acababa de llegar, y usted nos llevó a ese restaurante, yo no quería aceptar. ¿Lo recuerda? —Miró a los ojos a Blake. Él resopló, su furia no le permitía poner la mente en claridad. La abuela había tomado asiento, intentando así calmar su dolencia. —Todos estamos confundidos aquí. Lo primero que debemos hacer es averiguar quién está detrás de esta historia y por qué. Atacarnos entre nosotros no va a solucionar nada —expresó. De pronto el móvil de Blake sonó y a la par el de Dorothy. Ambos se miraron extrañados, agarraron sus teléfonos, era un correo. —Las acciones de l