Broke se encontraba sentada en el borde de la cama de la habitación que le habían asignado en la mansión de los Vanderbilt. La alcoba, a pesar de su elegancia, no lograba darle la tranquilidad que necesitaba. La propuesta de Blake la rondaba, su mente no encontraba descanso. Sus pensamientos eran una tormenta de dudas y miedos. Suspiró profundo y enseguida sus ojos se posaron en su hija Blair, que dormía plácidamente en la cama. La pequeña estaba envuelta en una manta suave, su respiración rítmica y serena contrastaba con la agitación interna de Broke. «No puedo someterme a los caprichos de Blake Vanderbilt» Tomó una decisión impulsiva, Broke se levantó con lentitud, intentando no hacer ruido para no despertar a Blair. Caminó hasta el armario y comenzó a recoger sus cosas con movimientos