En la quietud de la noche, Broke y Blake se encontraban en sus respectivas habitaciones, pero sus mentes estaban lejos de encontrar el descanso. En medio de la penumbra, ambos se hallaban inmersos en sus propios pensamientos, reviviendo los eventos del día con una mezcla de confusión y anhelo. Broke se tocaba los labios, recordaba la tensión en la boutique, como Blake la defendió y le escogió la ropa, y especialmente la caricia en su pie que le había enviado corrientes eléctricas por todo el cuerpo. Se preguntaba por qué le había afectado tanto ese gesto de Blake, alguien a quien había jurado no tolerar. Se sentía desconcertada por la atracción que sentía hacia él, cuando su arrogancia y superficialidad le resultaban tan desagradables. «A veces es tan tierno y en ocasiones desagradable,