Alma. Siento la fresca respiración de alguien más en mi cuello, arrugo el entrecejo, de a poco voy abriendo mis ojos, mi vista se posa en las cortinas que seguro cubren un gran ventanal, lo deduzco por el largor de las cortinas y el espacio que cubren. Intento moverme, pero, me doy cuenta que alguien me abraza, mi corazón late acelerado hasta que recuerdo en dónde estoy y con quién. ¡Ja!, ¿y qué tal dormiste? Ada, ¿cómo terminé aquí? Después de que viste a Logan engañarte, fuiste a un bar donde te bebiste tres botellas de whisky, luego llamaste al vampirito sexy quién educadamente nos trajo aquí, nos permitió ducharnos, nos prestó ropa y bueno, ahora duerme tranquilamente detrás de nosotras. Abro ligeramente mis labios, sorprendida de mis propias acciones, no voy a decir que no recuer