Alma. Miro a Alex comer de forma tranquila, no sé qué es lo que siento, pero, me parece tierno en ocasiones. Lo que sucede es que no estás dispuesta a renunciar a tus creencias. Ada, Alex es como parte de la familia y… Si vas a repetir el discurso de la moral y la edad, mejor quédate callada. Suspiro mirando mi plato ya vacío, mi salsa no estuvo tan rico, pero, en definitiva, la pasta de Alex, estuvo deliciosa, no sé cómo le hace para que todo lo que haga le salga bien. Mmm poderes del vampirito sexy. — Pásame tu plato, iré a lavarlo. — No, Alex, cómo crees, yo lo haré. — Claro que no, ya cocinaste, debo cooperar. — Entonces, si seremos justos, debemos hacerlo juntos. Replico, él eleva una ceja y al entender que mis palabras dan lugar a un doble sentido, siento mis mejillas