El mismo día
New York
Lily
Estoy todavía incrédula ante las palabras que me repite Jimmy Carter, porque John no sería capaz de abandonarnos sin decirnos nada, además él no es un simple empleado para mi madre y para mí, es parte de nuestra familia, en fin, pienso de qué manera comprobar todo lo que acabo de escuchar para saber que terreno piso hasta que me vuelve a la realidad la voz de mi asesor.
–Disculpé Jimmy me distraje por un segundo, ¿Qué decía?
–Lily solo la estaba invitando a comer algo antes de la reunión, si no tiene ningún inconveniente a unas cuadras hay un restaurante muy bueno, ¿Qué me responde a mi invitación?
–Jimmy le agradezco la invitación, pero será en otra ocasión porque voy a almorzar con mi novio.
–¡Novio! ¿Seguro? ¿No estará inventando una excusa para escaparse de mí?
–Jimmy no tengo que inventar ninguna excusa, mucho menos un novio, porque no hay motivo para hacerlo, ¿Le quedo claro?
–Lily disculpe no quise ofenderla, además pienso que una mujer cómo usted debe recibir muchas invitaciones, ¿Verdad?
–Dejemos mi vida privada a un lado, por favor limitémonos a lo laboral…– le pido hasta que escucho que tocan la puerta.
–Me parece que tocaron la puerta, mejor averiguo quien nos interrumpe– me dice Jimmy mientras se levanta de su silla para abrir la puerta.
–Buenas tardes ¿Esta es la oficina de Lily? –escucho a Jean Paul apenas abre la puerta Jimmy.
–¡Amor llegaste! Pensé que te habías olvidado de mí– le digo.
–Lily continuamos después, buenas tardes– me asegura Jimmy mientras se retira.
–¡Lily! Lo siento se me hizo un poco tarde charlando con tu madre– me asegura Jean Paul mientras me da un corto beso.
–No te preocupes amor, vamos a almorzar que estoy muerta de hambre, solo espero que te guste el lugar donde te llevaré.
Un rato después
Dejamos las oficinas para ir a uno de los lugares que se convirtió en uno de los favoritos para mí, porque siempre John nos llevaba a comer para celebrar el éxito de algún negocio, en fin apenas ponemos un pie en el restaurante le solicitamos una mesa al mozo mientras Jean Paul solo habla de cómo ha transcurrido su mañana en tanto solo miro alrededor cada rincón recordando todas las cenas que tuve aquí, aunque soy interrumpida por el mozo que nos lleva a nuestra mesa, así caminamos el corto espacio hasta ella, pero mi mirada se pierde al ver a John acompañado de unas personas.
–¡Lily! Pensé que íbamos a estar solos, no en compañía de tu tío– me dice molesto Jean Paul.
–Amor no tenía idea que John estaría aquí, ¿Puedes calmarte y dejar los celos a un lado?
–¡Lily! No sabía que vendrías a almorzar aquí, me has sorprendido–me dice John interrumpiéndonos.
–Hola Jean Paul, ¿Qué les parece si me acompañan a mi mesa? Además, quiero presentarles a unas personas–nos dice John.
–John no queremos incomodarte y mucho menos estropear tu almuerzo de negocios– le explico.
–Lily, aunque fuera un almuerzo de negocios nunca lo estropearías, además para tu tranquilidad estoy con mi novia y su padre, ¿Me acompañan? –insiste John.
–No tenemos ningún problema John, encantados compartimos su mesa– asegura Jean Paul con una gran sonrisa.
¿Qué acaba de suceder?, Hace dos minutos estaba feliz de volver a este lugar, aunque ahora solo quiero morirme de la rabia que tengo, mientras John me presenta a su novia y al padre de ella, claro que mantengo las apariencias sonriendo con hipocresía, pero lo que quisiera es gritarle un par de verdades esta mujer, porque a mí no me engaña con su falsa amabilidad.
John
¿Qué piensa Olivia? Al ofrecerme un puesto en la empresa de su padre, me siento humillado, tratado peor que una ramera, porque me está comprando para que me case con ella, además yo soy muy capaz de conseguir un puesto igual o mejor del que ocupo ahora, por ahora me armo de paciencia con Ronald mientras lo escucho en tanto que me percato de la presencia de Lily y Jean Paul en el restaurante, sintiendo que Lily llegó para rescatarme, en fin sin muchos preámbulos los invito a mi mesa hasta que acceden y ahora intercambiamos opiniones sobre las armas, un tema que le apasiona a Ronald.
–Señor Winchester ¿Qué siente llevar sobre sus hombros el peso de la muerte de mucha gente? ¿Puede dormir tranquilo? –pregunta Lily.
–Lily mi familia solo vende armas, no le dice a la gente lo que debe hacer con ellas, esa responsabilidad no me la puedo atribuir– responde Ronald.
–Señor Winchester pienso lo contrario porque se cuentan muchas leyendas acerca de cómo murió su esposa al sentirse culpable por tantas muertes, incluso enloqueció por la maldición que rodea su mansión– afirma Lily.
–Lily no debería fiarse de las habladurías de la gente, además para mí siempre fue solo un negocio familiar la fabricación y ventas de las armas, incluso usted dentro de poco también lo entenderá cuando se haga cargo de las empresas de Wesh and Mckeson, porque debemos preservar nuestro legado, nuestro imperio, dejar nuestra marca en la historia– explica Ronald.
–Yo nunca mataría gente para llenarme los bolsillos, mucho menos me seguiría dedicando a una empresa como la que posee usted– asegura Lily.
–Amor estás un poco descontrolada, mejor intenta disfrutar el almuerzo– le pide Jean Paul a Lily.
–No se preocupe joven, John me había charlado de Lily, aunque se quedó bastante corto con sus comentarios– dice Ronald.
–Lamento haberlo decepcionado Señor Winchester si pensó que sería una niñita con la que estaría tratando– dice molesta Lily.
–Ronald disculpe a Lily, ella siempre fue bastante rebelde y muy apasionada con sus ideales– le digo.
–No hace falta que te disculpes John porque me gusta poder charlar con una mujer que defiende sus convicciones con tanta tenacidad, además de ser muy hermosa e inteligente– dice Ronald.
–Padre por favor dejemos este tema hasta aquí, ¿Por qué no disfrutamos el almuerzo? –pide Olivia.
Mi pequeña sigue siendo tan rebelde, tan auténtica, aunque por un momento pensé que estallaría la guerra en la mesa, menos mal que las cosas se apaciguaron, para mi bien se terminó este bendito almuerzo pudiéndome retirar a la reunión que tenemos con los asesores de la empresa.
Lily
¿Cómo puede estar ligado John a esta gente? ¿Dónde quedaron sus valores? La verdad es que no lo reconozco porque para mí el hombre que conocí jamás renunciaría a sus ideales solo por tener la aprobación del padre de su novia, al menos se terminó ese calvario de soportar a esa mujercita insípida, mosquita muerta, incluso todavía no entiendo ¿Por qué está interesado John en ella?
En fin, dejamos el restaurante para regresar a la oficina mientras todo el trayecto Jean Paul hablaba de la impresión que le causaron los Winchester, incluso me asegura que Olivia sería la esposa ideal para John, en realidad estoy a segundos de explotar por todo el sinnúmero de estupideces que repite mi novio hasta que llegó la hora de descender del carruaje.
Tras subir por las escaleras ingresamos al piso de la empresa saludando a todos los presentes mientras caminamos por el pasillo hasta mi oficina donde apenas cierro la puerta Jean Paul me mira pensativo.
–Lily ¿Qué te sucedió en el almuerzo? Estabas demasiado a la defensiva con los Winchester, te faltó gritarle a Ronald.
–Jean Paul él tipo solo se excusaba por llenarse los bolsillos con la muerte de la gente, además no le dije ninguna mentira.
–Lily a mí no me vas a ver la cara, tú estabas toda descontrolada, la verdad es que te morías de celos por John, ¿Verdad? –me afirma mientras me sujeta del brazo.
–¡Suéltame Jean Paul! Me estás lastimando– le digo molesta.
–Lily no soy ningún ciego, desde que llegamos tú cambiaste, ni siquiera me dejas que me acerque a ti– me afirma furioso.
–Ahora no tengo tiempo para lidiar con tus inseguridades, mejor suéltame y regresa a la casa.
–Me voy Lily, pero este tema aún no está cerrado, porque me debes una conversación– me afirma mientras me suelta.