14. DRAMA

1304 Words
CARLA Los siguientes días organizamos cada detalle de la futura visita, todos están emocionados por el gran socio comercial que ayudará a levantar la hacienda y será beneficioso para el pueblo. Me encargo con Antonio y Nicolás de preparar documentos, cultivos, darle órdenes a los trabajadores. Nicolás tendrá un viaje de negocios y no podrá acompañarlo ese día, así que su papá y mamá se auto invitaron, porque si la palabra presión tuviera una imagen sería la foto de ellos, en cada oportunidad buscan empujar a su hijita contra mi señor don patrón gran jefe. Recuerdo que no he llamado a casa, deben estar preocupados, pero no tengo tiempo ahora de pensar en eso. Primero terminaré esta misión y después enfrentaré mis problemas. - Este será el menú y la decoración – entramos a la oficina donde Gina y Valentina han llenado uno de los pizarrones con anotaciones y recortes de lo que están armando – será increíble. - Sí. Hermano, Gina es una genio eligiendo todo ¿qué te parece lo que preparó? - Se ve bien – responde Antonio sin mirar mucho. - Un poco exagerado para mi gusto, pero les gustará supongo – habla Nicolás, miro el esquema de la mesa, el menú, es un desastre. Me muerdo el labio buscando no ser obvia, no puedo levantar sospechas por mi gran bocota. - Di lo que piensas Carla – Antonio ha notado mi expresión. - No, nada señor – sigo revisando los papeles que me pidió ordenar al regresar, las otras dos viran los ojos fastidiadas. - Habla, no eres de las que se queda callada – insiste. - Por favor Toni, ella no debe entender bien de estas cosas. No ha de ver probado la mitad de lo que está escrito ahí – respiro, esta mujer sabe sacarme de quicio. - Las flores elegidas no son recomendadas porque desprenden demasiado olor, el cual opacaría la comida. Su altura además está equivocada, este es un almuerzo de negocios, así que no deben interponerse en la visión de los invitados para que puedan conversar con libertad. El menú no tiene coherencia, ni hablar que el vino elegido no combina con lo que van a servir. Ah, la señora Domínguez es alérgica a los camarones y al maní, de existir contaminación cruzada por ellos podría hasta morir, basta investigar 5 minutos en internet, donde veo sacaste las ideas, para que te enteres de eso. Para la próxima, si vas a preparar un evento, por lógica debes revisar normas de etiqueta, armar una temática para que la comida y decoración tengan coherencia, asegurarte de que pueda existir una conversación fluida y lo más importante, verificar que tus invitados no mueran por lo que comerán- suelto ante la sorpresa de todos los presentes – eso leí en revistas de etiqueta… – busco dar una explicación. - Bien, está decido. Carla va a ayudarlas. - Pero… - hablan en coro. - Está decidido dije, no quiero lastimar a las personas que vendrán – me maldigo por ser tan peleona. Gracias a mi enorme capacidad para nunca quedarme callada cuando me enojo, estoy de ayudante de este par. Admito Valentina sola hasta cae bien, es una niña caprichosa e influenciable, pero no es mala, la otra en cambio, quiere demostrar qué tan alto está pasando por encima de los demás. Después de verlas elegir entre montón de vestidos, al fin eligieron el correcto y como mi vida nunca es sencilla Gina me encomendó, no, me dio la orden de planchar el suyo cuando llegó con un grupo de amigas a quienes quieren desfilarles. - Arruinaste mi vestido – grita cuando ve el hermoso diseño de la plancha estampado. - Le dije que yo no sé planchar, que esperáramos a Carmen, Marisol o Dominga. - ¿Sabes cuánto cuesta este vestido? ni con todo tu sueldo de un mes podrías pagarlo. - Cuesta unos 800 o 900 dólares, es de una colección pasada, así que ese debe ser el valor. Podría pagarlo con el sueldo de un par de meses si dejo de comer – hablo, me arrepiento enseguida al ver la cara de todas. Yo y mi bocota. - ¡Te equivocas! - Grita – Me costó casi 2000 dólares en un viaje a la ciudad, pero si tanto crees poder pagarlo, entonces, ¡págalo! – las mujeres la apoyan. - Sí, debes pagarlo – Valentina, esa limoncita manipulable. - ¡Silencio todas! – Antonio interrumpe, su voz es más fuerte de lo normal – si el vestido era tan valioso no debiste dejarlo en manos de alguien que sabemos no sabe hacer nada de la casa – qué clase de defensa es esa, pensé éramos casi novios, se acabó, lo nuestro no funcionará. - Pero mi amor. - Hermano, no es justo. - Ya, pediremos otro. Vamos al pueblo, véanlo on line y que lo envíen, pagaré lo que tenga que pagar para que llegue a tiempo. - Oh – todas dicen en coro conmovidas, Gina lo abraza y él se ve incómodo. - Carla, por favor ven al estudio, creo que ya las ayudaste suficiente, es momento de que regreses a trabajar conmigo – se suelta y desaparece en el pasillo. - Lo siento señorita – solo quiero poder irme y dejar de ser parte de esta escena tan patética – me retiro. - Debes tener más cuidado, la ropa de ellas no es como tus harapos – me señala una de sus amigas, ante las risas de todas. Camino lejos de ahí, respirando para no cometer un error. Necesito que no me descubran, pase lo que pase no deben hacerlo. Qué suerte que puedan pagar por ropa costosa, pero no sean capaces de reconocer una o estaría en problemas, después de todo solo un parte de mis “harapos” cuesta 5 veces su vestido. - Ya estoy aquí señor – entro al estudio. - Lo siento – respira, me mira – no sabía cómo sacarte de ahí. - No se preocupe, está bajo mucha presión. - Sí, pero solo un par de días más y todo se acaba, volverá la normalidad a esta hacienda. Ellos se irán, nosotros seguiremos trabajando y no habrá más presión. Gracias por ayudarme tanto, no podría haberlo hecho sin ti. Lamento tanto el drama, debe ser extraño para ti todo esto. - Me adapto rápido, lo veo como mi propio reality show, me siento Alana Everson. - ¿La conoces? - Sí… - sonrío, cuando recuerdo donde estoy – no, o sea, la conozco igual que medio mundo, actriz, modelo, rebelde con causa. - Y de ojos bonitos. - ¿Le parecen bonitos? - Sí, ahora que lo pienso, son muy parecidos a los tuyos – me mira, provocando mi nerviosismo. - ¿Usted cree? – agacho la mirada. - Sí. - ¿Qué películas le gustan de ella? – cambio el tema. - Hizo una de un vaquero, muy divertida y las de acción. - No pensé era fan del cine. - Me gusta, es un poco de lo bueno que me dejó la ciudad, aunque ahora debo comprarlas en DVD para verlas en casa, porque evito ir hasta allá. Las de su papá me gustan igual. - Tiene unas excelentes, también me gusta el cine. - Hay una donde actúa su papá con ella y salen en una escena como extras sus hermanos. Es tan divertido, se notan son una familia increíble, unida - sonríe y suspira, debe extrañar eso - son 6 hermanos creo. - Son 7 en realidad, y sí, son una hermosa familia. - Pareces saber mucho de ellos – recuerdo de nuevo no hablar más de la cuenta. - Igual que la mitad del planeta que ha visto sobre ellos, pero mejor terminemos de coordinar esa visita para regresar a la normalidad.
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