Beth:
Había estado solo unas dos veces en casa de Yacob, y en aquellas dos oportunidades nunca pase de la puerta principal, siempre esperaba a Yacob afuera debido a la insistencia del mismo, y ahora entendía por qué.
La casa de Yacob era linda, algo rupestre pero organizada y pulcra, la madre de Yacob se notaba que era de esas mujeres que mantenía en orden sus cosas, además de ser simpática y de buen carácter, como la mía, por lo que el estado se su casa no era una sorpresa para mí, lo sorprendente era la sensación que provocaba el solo permanecer en la estancia.
Sabía que la situación con la familia de Yacob era difícil, pero podía sentirse desde que se entraba en la sala aquel silencio sepulcral e incómodo, aquella tensión que podría cortarse con un cuchillo, aquella especie de aire d
