-Alex- -Estás muy distraída. ¿Pasa algo de lo que quieras hablar? - miré a mi tío con el ceño fruncido. Negué con la cabeza mientras tomaba una fresa con el tenedor y la llevaba a mi boca-¿Segura? Es que estás muy callada, Alexandra- insistió. Solté el tenedor con fuerza y Cindy, mi prima un año menor que yo, brincó en su asiento. -¿Es que uno no puede comer en paz aquí?- dije molesta en un tono alto- ¿Para eso me dices que venga a merendar?- lo miré sin inmutarme por su actitud de dominante que no me causaba ni el más mínimo miedo-No me pasa nada, estoy bien. ¿Qué más quieres de mí?- me puse de pie sin esperar respuesta tomando el plato a medio comer y dándole la espalda a ambos caminé a la cocina donde dejé la vajilla en manos de una de las empleadas del ilustre director, salí de la mi