-Nico- Carraspeé jugando y empecé -Familia, amigos- mi voz era formal- tengo que confesarles algo: La verdad es que no salí de ese internado por la vergüenza que me causó la diarrea explosiva de la que les hable -Oh por Dios, eres tan asqueroso- cubría su rostro con la mano riendo. -Callate, dejame continuar- volvi a carraspear entrando en personaje- Todo era mentira, la verdad es que me enamoré de la mujer más hermosa de todo el lugar. La más inteligente, la más astuta y la que por primera vez hizo a mi alma trastabillar en un intento, fallido- agregué- de volverme más un humano y menos un dios que es lo que soy. -Oh, sí, tiene mucho sentido- dijo burlona. Alcé una mano para acallarla. -Esa mujer es espectacular y sé que cuando la conozcan pensarán lo mismo. Ella es mi complemento y