-Nico- -¿Señor Torres está usted bien?- fruncí el ceño mientras me aplicaba la crema sobre mis magulladas costillas. -¿Quien es?- no reconocía la voz femenina y unas risas múltiples me hicieron entender que no era una, sino dos o más chicas las que esperaban fuera. -Somos Lily, Keena y Ana, señor- dijo una como si eso me hiciera entender de una. ¿Qué diablos me importaban a mí aquellos nombres? Tomé una de las vendas y la empecé a enrollar a mi alrededor haciendo una ligera presión en mi torso. -El director Coldman nos mandó por usted para llevarlo a la fiesta, señor- dijo una voz distinta. -Sí, somos sus escoltas- y las risitas agudas que tanto fastidio me causaban. -Puedo ir solo, chicas. Gracias, son muy amables, pero diganle al director que en diez minutos estoy allá- tomé la seg