04| "Nadie te conoce"

1629 Words
Salí de la oficina de los productores, como si estuviese flotando de la conmoción. Liz se acercó a mí de inmediato con al manos en alto, preocupada de tan solo verme. —Ay, nena… ¿Qué es lo que pasa? ¿Por qué tienes esa cara de tragedia? Por favor, dime qué no cancelarán la película—preguntó poniendo una mano sobre mi hombro, pero yo seguía en shock, me estaba costando muchísimo procesar lo que habían dicho Wright y Krasinski. —¿Qué ha pasado allá adentro, Kane? —preguntó Elsa a mi compañero, que tras un simple resoplido, a diferencia de mí, ya estaba listo para hablar. —Quieren que finjamos tener un romance… ante los paparazzis, en r3des s0ciales y toda esa mierda… por un año. —Al decir lo último su voz sí se notó cansada, pero salvo por eso, el hombre estaba de lo más normal. Elsa asíntió y se rascó la frente con preocupación ante la noticia, mientras Liz se llevó ambas manos a la boca, tan sorprendida del asunto como yo. —¿Pero qué es lo que quieren esos dos? ¿Que se maten el uno al otro? Pero es que no siquiera pueden tomar café en paz —exclamó mi representante, en lo que consideré un golpe bajo. —¡Que eso fue un accidente! —me defendí una vez más. Ganándome la burla de Kane y una mirada de reproche de la mujer a su lado. —Si me permiten… Iré a conversar esto con Kane en privado. Liz la miró ofendida, pero yo solo agradecí tener un poco de tiempo sin la presencia del hombre. Tan pronto como se alejaron, mi amiga y representante me tomó de la mano y me arrastró hasta un pequeño cuarto cerca de la oficina, lo que se suponía era un área de descanso, porque había un gran y esponjoso sofá y una tumbona de tela gamuzada, una que no dudé en utilizar. —Dios, Liz… ¿Qué voy a hacer? —Acostada ahí, me sentía como en medio de una sesión de psicoterapia... De las RARAS, de esas que te daba un profesional con look de hippie, con dudosas credenciales y métodos extravagantes. —Pues lo primero que harás es decirme exactamente qué carajos fue lo que les dijeron allá adentro. La mujer se sentó al extremo de la tumbona, puso una mano sobre mis rodillas y me miró con atención. Respiré profundo, llena de resignación y me esforcé por repetir al pie de la letra todo lo que había oído en esa oficina... Por fortuna había sido bendecida con una buena memoria. Un rato después, tenía a Liz rascándose la barbilla con aire ausente mientras yo terminaba de hablar, y ante mi silencio ella dejó escapar un ligero y muy desalentador jadeo. —Pues qué jodido todo el asunto. —Vamos, Liz; se supone que tú deberías estarme diciendo qué hacer, no reforzarme el pesimismo —reproché casi entre sollozos. —Es que sí está muy jodida la situación, Jos, porque… Sé que lo odias, y que eres muy correcta y ética con estas cosas… —se llevó una mano a la boca, para mordisquearse la uña del pulgar con preocupación, comprendí que no me estaba diciendo todo lo que pensaba. —¿Pero…? —La miré con suspicacia y entonces ella ladeó la cabeza con gesto indulgente. —Pero… Mira que si lo analizas en frío… Te han puesto una gallinita de oro frente a ti. —¿Kane?… ¿Una gallinita de oro? —Sí, es que… Vamos, Joscelyn. Si ayer todo el mundo perdió la cabeza por las declaraciones de Will como dicen ellos, imagina lo que pasará si ustedes llegasen a confirmar algo, todo este revuelo pone sobre la mesa que, al menos de momento, el público siente interés por ustedes. ¿Sabes el impacto mediático que eso puede tener para ustedes?... Lo beneficioso que puede ser. Sus nombres estarían en cada página web, en cada blog de farándula… Las revistas los mencionarían todas las semanas, no es algo para dejar pasar así sin más si lo piensas, sin mencionar que… Me parece que no te están dando opción a decir que no, tienen un buen punto al decir que ustedes dos entorpecieron mucho la producción. —No, es que claro que lo pienso, si no soy tonta… Pero, Liz… ¿Con Kane? ¿Cómo voy a lograr eso? Una cosa es fingir un rato, durante una grabación, pero… ¿Ir por la calle teniendo que aparentar que no quiero matarlo? Eso es imposible. —Claro que te entiendo perfectamente, pero… Aquí entre nos, Joscelyn… No estás en posición de negarte —resopló avergonzada—. Eres una actriz muy nueva y todos estos conflictos con Kane en el set… —Me tienen por el suelo, lo sé. —Me cubrí los ojos, casi al borde del llanto. Todas y cada una de mis discusiones con mi compañero de pantalla, pese a haber ocurrido en Vietnam, había sido filtrados a la prensa americana, y esta había hecho un circo de ella. Nos peleábamos mucho, sí, pero los medios habían transformado aquello en un King Kong vs Godzilla, algo que me había hecho llorar un par de veces. Mi nombre tenía apenas unos dos años saliendo a relucir en la escena mediática, porque pese a todo mi esfuerzo, hacerme notar en Hollywood estaba convirtiéndose en una tarea titánica. Seguía luchando y preparándome a diario, incluso mientras grababa aquella película, no dejé de ver mis cursos, seguí preparándome en todo momento, quería que me vieran como una actriz profesional y dedicada a mejorar, comprometida con eso, pero en cambio… Lo único para lo que se me mencionaba en las r3des era para hablar de la “recién llegada” que tenía el atrevimiento de lanzarle un café encima al favorito del estudio. Desde ínfulas de diva, hasta rabietas poco profesionales… Se habían encargado de arrastrarme por completo en el lodo sin siquiera llamarme para corroborar los hechos, haciendo que toda mi preparación valiera poco. Podía ser muy buena actriz, pero ¿quién me iba a contratar si yo, la niña nueva, tenía la fama de hacer rabietas y agredir a mis compañeros? —Algo de buena publicidad no te vendría mal… La gente empezará a pensar que todo lo sucedido fue por esto, que quizás no terminaban de entender qué les pasaba, se negaban a admitirlo… Qué se yo, cualquier cosa es mejor a que digan que le arrojas café caliente a la gente. —Eso fue un accidente. —Lo sé, lo sé… Pero ya tendrás oportunidad de contar tu versión, porque esto de seguro te lo preguntarán en algún Talk Show, y podrás hacer de esto una divertida anécdota en lugar de la terrible mancha en tu currículo que es ahora. Porque otra cosa que debes entender, Joscelyn, es que… No quiero herirte ni nada, pero tu nombre ha sonado todos estos meses es gracias a esto… A que el problema es justo con Kane. —Lo sé, eso mismo piensa Wright —murmuré a avergonzada. Para mí no había pasado desapercibido ese hecho, porque cada una de las veces que mi nombre apareció en alguno de esos venenosos y difamadores artículos, siempre estuvo mezclado al de Kane, pero era este el que resaltaban en el titular. Tampoco era que pudiera culparlos, Kane Parrish era conocido en el mundo entero… yo no. —Pues piensa en todo lo que podrías obtener si le das la vuelta a la tostada, podemos idear formas de sacarle provecho a eso… para variar, solo piénsalo un poco. —Es que claro que lo pienso, Liz, pero… ¿Cómo? ¿Hm? Mira todo lo que me costó sobrevivir estos ocho meses trabajando a su lado, ¿cómo voy a hacer para estar siempre con él y fingir que no muero por salir corriendo? —Ay, Jos, querida, tu inocencia es tan mona a veces. —Sonrió entornando los ojos—. No es como que tengas que irte a vivir con Kane, no tienes que pasar todos los días con él hasta que acabe el año, será cuestión de aparecer en algunos eventos… Que los vean comiendo de vez en cuando, yendo a algún club un par de veces… Con eso estará bien. —No lo sé, Liz… No sé si pueda —de pronto oí el chasquido de su lengua y su actitud cambió cuando se inclinó hacia mí. —Te diré lo que no podrás, en definitiva… Y dejaré de ser tu amiga, porque justo ahora necesitas a tu agente —comentó ella en un tono un tanto más agresivo—. No podrás surgir en esta industria titánica si tienes a Wright de enemigo, ¿entiendes? Las personas apenas si conocen tu nombre, Jos, y lo que saben es porque te has echado de enemigo a Kane, por nada más, necesitas que las personas quieran saber de ti y no de él, y que reconozcan tu cara. Esta película es la oportunidad de tu vida, podrías hacer despegar tu carrera con tan solo un estreno, y si para eso tienes que ponerte un grillete en el tobillo y atar tu vida por un año a una babosa gigante que te quiere en bikini dorada… Pues lo haces y ya, de otro modo, seguirás obteniendo papeles de la amiga asiática de la protagonista y nada más. Sé que tienes principios muy estrictos, y eso es lindo en el mundo de los mortales, pero esto es Hollywood... Y te devorarán a menos que dejes tus escrúpulos a un lado, ¿entiendes eso? Así que deja de hacerte la tonta y acepta el jodido trato, no te queda de otra.
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