Darien llegó al vestíbulo apresurado y saludó a Fioella afectuosamente.
-¿Cómo estás, bella? Se te extrañaba por casa. El tío no está bien pero sabes que eres bienvenida. -sus palabras parecían sinceras.
-Pasa, Fio. Estábamos por sentarnos a tomar un café porque la noche fue larga- la invitó Bran, sin percatarse que Aless los rondaba y que la niña estaba con tu tío. Juntos pasaron a la cocina, donde Darien sirvió tres tazas de café n***o sobre el pasamanos de la mesada.
-Yo he estado increíble. En realidad preocupada porque fui al hospital por ti y no estabas- Alegó bajando la mirada.
Darien y Brandon se miraron con los labios apretados.
-Querida, ¿segura estas bien?- Fiorella concentró los ojos en Bran- te dije que el tío necesitaba cuidados y yo me iba a encargar. Recuerda que justo hablabamos de la finca y de la capillita.
Ese día estaba tan contenta de que ese lugar sería suyo al menos por 10 días que no prestó atención a nada más.
Fingió una sonrisa apenada y continuó con su café.
En un momento, Noemí ingresa corriendo a la cocina y no la nota, por lo que su caballo de juguete rozó el taburete y la rubia giró el rostro indignada de ver una niña tan maleducada y descuidada.
-¡Pero que mocosa!, mira por donde vas, malcriada!- expresó alterada.
Darien tomó aire, ansioso por defender a su sobrina, pero su amigo de adelanto y se paró delante de su futura prometida.
-Jamás vuelves a dirigirte a Noemí así, sino esto que tenemos se acabamos ¿esta claro? -rugió realmente al borde del colapso.
-Pero, baby. no puedes poner a esa por encima de mi. Soy tu prometida, baby
-Cuida tus modales si aún quieres esto- a punto de hundir todo, Darien le hacía señas cual ahogado. Respiró profundo y completo sabiendo que metía el dedo en la llaga- así no puedes tratar a nuestros futuros hijos. Si veo que no puedes ser buena madre, busco otra prometida.
Con un zapatazo, los brazos cruzados y los labios hacia afuera, la joven asintió no muy conforme.
-Lo siento amor- trató de disculparse- de todas formas ¿quién es la nena?
Alessandra ingresó a la cocina por agua y los hombres bajaron la cabeza, a su vez, Fiorella se agarraba del brazo se Bran y le sonreía.
-Nadie que a ti te importe. Vamos, hija. Amamos compañía al tito.
No soportó la situación y se fue con su abuelo a mirar el campo a través del ventanal.
-No me digas que llegó la futura novia- se rio Javier, conociendo de antemano lo que pasaba en toda su casa.
-Esa, si. Que un día me dice que este Descarado mandó a matar a mis padres y al otro se está por casar.
Su tito estalló en carcajadas y ella lo miró indignada.
-No comprendo que es tan gracioso. Encima ofreces tu casa para su espectáculo, tito.- todo lo que pasaba la ponía de malas.
Al rato entraron a la habitación los caballeros y detrás la niña que se había ido a jugar afuera. Aless le llamó la atención para ducharse y comenzó a subir las escaleras. Notó que en la habitación, los hombres comenzaron a hablar en susurros y le dijo a su hija que fuera a hacer unos dibujos para el tito antes de la ducha.
Como ya se le había echo costumbre, se encondió detrás de la puerta y escuchó toda la conversación que se llevaba a cabo.
¿Su hermano ya sabía todo y por eso insistió que hablará con Brandon? ¿Cuánto más ocultaban esos tres? ¿Cómo podía estar de acuerdo su tío en tener semejante invitada y ofrecer ser el anfitrión de la boda?