Otro días más para el tito de la familia, otro desayuno de la señora Sirley y otra sonrisa de la pequeña Noemí recibieron al par de amigos a la mesa. Aless aún no bajaba y Javier se negaba a desayunar en soledad. Darien fue por su hermana, mientras Brandon era hechizado por unos bellas ojos miel.
-Si mi mami no puede, ¿me llevaría usted al puente redondo? y al de las olas si no es mucho paseo -preguntó con amabilidad y una sonrisa, ellas que la niña sabía, compraban a cualquiera.
Brandon miró a Javier que ocultaba la risa. Sin lugar a dudas, sus últimos días serían muy felices con las ocurrencias de la pequeña. Tal vez y solo tal vez, se haría de una cómplice.
-Solo si tu mami lo permite. No la queremos en modo gruñon- le dijo en apenas un susurro.
La niña tapó su sonrisa, pero Aless tenía el oído fino, entrenado con las travesuras de Noemí, por lo que igual escucho toda la respuesta de Brandon.
-Descarado, eso eres. No creas que no te escuché, cara dura. -Le dijo en falso tono de enojo
Bran de tapó la cara primero, luego hizo las Palmas hacia arriba dando a entender que a eso se refería y luego le guiñó el ojo en complicidad a la nena.
-Si tu madre no te deja, te rapto para mi. Eres una muñeca y mereces conocer todo el país.
-Ratame siiii. Yo quiero conocer!-respondió siguiendo el juego Noemí.
-Bien lejos de mi hija, descarado, bien lejos eh- objeto sumamente enojada.
Todos menos ellas rieron. Pronto se dio cuenta que eta parte de hacer feliz al tito.
-Ma, ¿puedo preguntarle algo de medicina al doctor, porfiii? -cuestionó cabizbaja Noemí.
-¿Te duele algo, mi ángel? ¿Qué tienes? -se apresuró su mamá, mientras los demás sólo atinado a abrir la boca para el interrogatorio. La nena negaba y alegaba no que le dolía nada pero que era una duda y solo el doctor la podía ayudar. Al final, su madre desistió y dio su consentimiento.
Mientras la niña formulaba la pregunta en su mente, el joven doctor la miraba embelesado con una sonrisa. Era increíble el parecido que tenía con su Aless.
-¿Sabe porque ya no sueño con mi papito? -antes de que el doctor le responda lo mismo que su madre, hizo una aclaracion- no es que este tranquilo porque seamos felices, porque mami aún llora de noche y extraño mucho que papi me cante.
Aless bajó la mirada al darse cuenta que no se descargaba tan en silencio como pretendía. Brandon en cambio, miró alrededor, detuvo sus ojos en su amada y se dio cuenta que lo debe de haber amado muchísimo si luego de 5 años aún lloraba por el en la noche. Aún no tenía una respuesta para la pequeña. Javier, sentado a su lado, presionó la mano de Brandon y le contestó a la niña.
-Sabes que el tito está enfermo ¿cierto?- Noemí lo observó y asintió- Pues como tu mamá es tan buena y tu papá es un ángel de la guardia, ahora me está cuidando de noche para que tito duerma tranquilo. Cuando tito esté con él, regresaras a soñar con papito y yo voy a estar ahí, cuidandolos a todos.
Aless dijo "gracias" con sus labios.
-Ah! Bueno. Entonces si te lo presto. Mami dice que tengo que ser compartida y buena con todos. - Los hermanos lloraban entre risas por sus palabras.
-Sos una hermosa niña princesa y vas a tener los sueños más bonitos- le dijo Bran a la vez que chocaban los puños por encima de la mesa.
Después de ese emotivo desayuno, de esa primer victoria del Descarado y de un día entre risas, las charlas tomaron un ritmo más ameno.