No estuve en su boda, solo sabía que se llamaba Adriana Martínez y que, según palabras exactas de Matías, se casaba para darle una madre a Dafne, su hija. ¡Pero era muy joven! ¡Muy joven! ¡Esperaba cualquier cosa! Menos una mujer joven, hermosa y atractiva. De mi parte, me parecía más que justo que él decidiera darle una madre a Dafne, sobre todo cuando él no estaba haciendo la labor de padre, casarse lo vi como una buena opción, sin embargo, se trataba del reemplazo de mi hermana y ver que Matías se buscaba a una mujer tan joven y hermosa, me dolía, me hacía detestarla. Sentí sus pasos seguirme y entré a su despacho, cerrando la puerta. —Dijiste que te casabas para darle una madre a Dafne, ¡fue lo que dijiste! —¡¿Cuál diablos es la parte que te molesta?!—gritó también.— ¡Fue lo q