¡BOOM! → Country Humans

Capítulo 19

Uruguay llevó el humo a sus pulmones y lo mantuvo allí por 10 segundo antes de exhalarlo y recostarse en su cómodo sillón delante del ventilador.

Tosió un poco y alzó la vista con párpados perezosos mientras sentía como le cosquilleaba la garganta de forma agradable; observó con alegría a sus visitas y carraspeó antes de preguntarles:

—¿Qué fue, gente?

Brasil sonrió divertido y se abalanzó a un lado suyo en el sillón quitándole el porro de la mano para llevárselo a los labios y copiar sus acciones.

—Te invitamos cordialmente a participar en nuestra mierda mal planeada —dijo el brasileño soplándole el humo en la cara—, ¿verdad Ecuador?

—Nos vamos todos pa' territorio estadounidense —dijo el ecuatoriano—; Colombia no contesta su teléfono y hace más de una semana que no sé nada de Venezuela.

—Estamos preocupados —dijo con toda sinceridad Panamá—, Vene lleva tiempo medio raro y Colo siempre está metí'o en 'negocios' inseguros.

—Creímos —comenzó a decir Perú con sus mejillas regordetas y coloradas—, que a lo mejor querías venir con nosotros por tu hermano.

—¡Ah, sí! —exclamó el uruguayo inclinándose hacia adelante y casi tumba del sillón a Brasil—, ¡llevo tiempo sin hablar con Argentina! Prometió que me llamaría para decirme cómo salió el viaje, pero no llamó, así que le avisé a Chile.

—Aaah, fuiste vos el que alteró a Chileee, ya entiendo tooo' —dijo con gracia el brasileño acomodándose su gorra negra.

—¿Qué? Ja, ja, sí... le metí en la cabeza unas cuantas ideas locas para que fuera —explicó Uruguay—, no me juzguen, es que me preocupé también. Puede que lo haya puesto un poquito celosito —dijo achicando sus dedos a una corta distancia.

—Na', no te creo, ¿qué le dijiste? —le preguntó Perú con curiosidad.

—Meh, algo de orgías. Hasta le dije que a Arge le estaban interesando los tríos.

Panamá se cubrió la boca aguantándose una risa escurridiza y en cambio Ecuador se carcajeó entretenido.

—Pff, ¡eres una mierda! —se rio el peruano con fuerza mientras su chullo comenzaba a caérsele—, ¡me imagino la cara que puso!

—Me l-lo imaginé todo asus-asusta'o —dijo el ecuatoriano risueño mientras le faltaba el aire de tanto reír.

—Seguro hasta se puso a pensar en una tercera persona —comentó Panamá—, «¿A Arge le gustan los tríos? Ah, si le entro weón» —imitó con un tono de voz burlón.

—No me jodas, ¿tú crees que Chile sería capaz? —cuestionó el brasileño.

—Yo sí —opinó Uruguay—, él haría cualquier cosa por su... —preparó su voz romántica y luego continuó—: por su «pololo» —canturreó.

—«Pololo» —repitió Perú batiendo las pestañas femeninamente.

—¡AY NO! ¡ME ACABO DE IMAGINAR A ARGENTINA Y A CHILE COGIENDO CON BOLIVIA! —chilló Panamá cubriéndose el rostro con ambas manos.

—¡Mmm! ¡si! ¡Chile, dame mar! ¡fuerte, fuerte, maaás! —gimió falsamente Brasil apagando el porro que se había estado fumando.

Uruguay estalló en estruendosas carcajadas junto con el resto del grupo y por el momento sin pensarlo demasiado empujó al brasileño torpemente tumbándolo del sillón hasta que este cayó en el piso del salón con brusquedad.

Y en cuanto se dio cuenta de que lo acababa de empujar, pues se rio más.

—JAJAJAJAJA, NOOO.

Ecuador golpeó un cojín buscando el oxígeno que le faltaba, parecía que le estaba dando un ataque de asma.

↠↞

—Chucha... —balbuceó el chileno delante de un 'tricolor' hirviendo de rabia, tanta rabia que este acababa de reventar su celular contra la pared de la habitación del hotel.

—¡Puto Perú! ¡puto Vene! ¡putos todos! —gritó el colombiano furioso delante de su móvil hecho trizas—, ¡el desgracia'o de Perú no me contesta el teléfono!

—Oe, oe, ¿te querí' calmar, por favor? —pidió Chile viéndole desde el borde de la cama— COLOMBIA CUIDADITO CON LA LÁMPARA QUE YO NO TENGO PARA PAGAR ESA MIERDA.

—NO TE METÁS ES MIS RABIETAS, MARICA —gritó el colombiano en su dirección señalándole con amenaza, pero luego notó como Chile se quedaba muy quieto frotándose los brazos—; epa, ¿qué tienes?

—No sé, no sé, creo que me va a dar uno de mis 'ataques' otra vez —explicó el chico con chaqueta de jean.

—¡Ay no! ¡no tiembles! ¡cuando tiemblas me pongo nerviooosooo!