—Entonces ve a hablar con ella, no pierdas tiempo no sea que esta noche quedes en ridículo —le da un beso en la frente —vamos hijo, debes hacer lo que te dicte tu corazón. —Gracias madre, de camino aquí pase a ver a Ricardo, él investigador y me dijo que hoy mismo empieza a buscar a mis hijas, que este tiempo es primordial pues las pequeñas cambian muy rápido y después será muy complicado encontrarlas. —Alicia asiente —estoy dispuesto a dar mi fortuna con tal de tener a mis hijas conmigo, además no quiero que mis hijas crezcan al lado del esposo de Liliana —habla con amargura —teniéndome a mí, estoy dispuesto a pelear por mis hijas, a Liliana no la puedo obligar a amarme, pero mi derecho y deber es buscar a mis hijas. —Seguro. Ahora ve a hablar con Sofía —sonríe —. Y no dudes de que yo t