El domingo era el día libre del personal, aproveché para invadir la cocina y preparar una tarta de mora, me gustaba cocina, pintar y ayudar a los demás. Mientras Dalton apreciaba lo que estaba haciendo, decidí atacarle con la guardia baja. —Me entere que abrirán pronto un curso de enfermería. Me gustaría asistir —dije firme, mirándolo esta vez a los ojos. Si no podía ir a la universidad para convertirme en doctora, entonces quería aprender algo similar a la salud. —No parece que me lo estés pidiendo, más bien exigiendo. —¿Acaso quieres que te ruegue? —le miré apenada. —No, no quiero eso. Pero desde luego me sorprendes, tienes un carácter que desconocía. Nadie suele exigirme cosas, no estoy acostumbrado—sonrió. —Haré lo que me pidas —sonreí saboreando mi triunfo. —¿Estás segura? —dij