Capitulo 5

1052 Words
Violeta No soy de odiar, creo que soy más de querer ser amiga de todos sin importar que, pero creo que el hermano de Ross merece ese sentimiento, jamás había conocido un hombre tan maleducado y grosero que él, con qué derecho viene y me habla como quiere anoche, por el simple hecho de estar en el teléfono, me parece estúpido, pero que se puede esperar de un hombre que cree que por ser guapo y con una cartera muy bendecida puede venir a humillar a personas humildes y pocos recursos, está muy equivocado, no permitiré una groseria de parte de él, merezco respeto y asi se lo haré saber. Ross seguía durmiendo, me puse un vestido y bajé para ir a la cocina, al llegar, no estaba el arrogante y agradecía a Dios por eso, me amargaría la existencia con verlo, el ama de llaves me saluda, como todavía era temprano comencé a recorrer la gran casa, era bellísima, lo que más me llamo la atención y me enamoro fue el hermoso jardin que tenía, tenían rosas, me acerque y con mucho amor toque una, pero siento que alguien me empuja, al levantar la mirada, el Señor arrogante me miraba como si fuera lo peor, este tipo no me agradaba en lo más minimo. —Se puede saber que le pasa, porque hizo eso — me dolia mi brazo — ¡Está loco! —No me hables en ese tono, Señorita — me amenaza — Soy su jefe y merezco respecto — se acerca — no vuelva a tocar esas rosas. —Y a mí jamás me vuelva a tocar de esa manera, mi jefa es la Señora, no usted — sali de ese lugar hecha una furia, qué hombre tan desgraciado. Regrese a la casa molesta y con ganas de seguir insultándolo, Tanto drama por unas rosas, el ama de llaves me informa que ya el desayuno está listo, subo por Ross, al llegar, todavía está durmiendo, me le acerco con cuidado y la levanto, ella me ve y va al baño, le pongo en la cama un vestido color amarillos y unas zapatillas, sale y se comienza a vestir, la peino y salimos de la habitación, al llegar al comedor está el Señor, siento su mirada, pero lo ignoro y me siento al igual que Ross, la sirvienta nos trae el desayuno y comenzamos a comer, mi celular empieza a vibrar y era un mensaje de Marcos preguntándome como estoy y que tal estaba todo en el trabajo, como puedo le respondo, Alexander es el primero en terminar su desayuno, se acerca a Ross y le da un beso en la frente, me mira y sin siquiera despedirse de mi persona se va el muy estúpido. Estábamos en la sala, Ross estaba sentada en la mesa haciendo su tarea, mientras que yo estaba en uno de los muebles muy relajadq testeando con Marcos, en los tres mensajes que me envió me decía que me extraña y que la vida asi sin mí era sumamente sola, no pude evitar reirme por tal locura, a veces mi amigo se pasaba de dramático, la verdad aunque me llevaré bien con Ross, extrañaba a Marcos, además desde ayer le estaba enviando a Talía para saber cómo estaban las cosas con el idiota de su novio, quisiera verla y cerciorarme que todo estaba bien con ella, se me vino la idea de pedirle el favor a Marcos para que fuera a su departamento, pero sé que no lo haria aunque me quisiera mucho, como siempre me ha dicho, nuestra amistad tiene límites y esta era una de ellas, una de las sirvientas nos trae galletas con café con jugo de naranja, Ross me pasa el cuaderno y le reviso la tarea, aunque sé que tiene todo correcto, no estaría mal estar pendiente, se sienta conmigo en el mueble y nos pusimos ver una película, Ross era un ángel, pero verla anoche siendo tan déspota con la amiga de Don amargado me sorprendió mucho, me causo un poco de gracias, pero si de mis labios salia una sonrisa, al Señorito no le agradaria y terminaría a patadas de aquí, espero que la Señora llegue mañana y poder tener un momento sin ver al arrogante, si tuviera una pizca de feo creo que ignorarlo sería tan fácil, pero no, Dios tenía que hacerlo extremadamente hermoso y con un cuerpo que merecía… Sentimos un fuerte golpe fuera y nos alarmamos, hasta la servidumbre salieron, al ver la escena no quedamos sin palabras, Alexander tenía a un sujeto del cuello mientras lo golpeaba, Ross se pone a llorar, la cargo y la llevo adentro, más atrás entra Alexander y me pide que le entregue a Ross, ella se aferra a mi. —No — él me mira sin poder creer lo que le estoy diciendo — La niña está asustada por tan escena que usted acaba de dar, asi que no lo quiero cerca, mejor cálmese primero y después la podrá ver. Se queda callado y voy con Ross a la habitación. Ross no se quería calmar y no paraba de llorar, pero no me detuve, estuve ahi con ella hasta que se fue calmando, me dice que no le gusta cuando sus hermanos pelean asi, ahora entiendo por qué estaba llorando, qué manera tan dulce del Señor amargado de demostrarle cuanto ama a su hermano, tocan la puerta y es Alexander, sin que me diga, le digo a Ross que horita regreso y salgo de la habitación, voy a la cocina y me siento a conversar con la servidumbre, asi puedo sacar de sus labios por qué Alexander se lleva tan mal con su hermano, no me dijeron mucho, solo que jamás se llevaron bien, pero desde que murió el Señor la relación empeoro más, no pregunte, no quería ser chismosa, una de las chicas me dio un pedazo de torta de tres leches que había trai do de su casa y se lo agradecí, cuando mi paladar sintieron esta delicia no pude detener un gemido por lo delicioso que estaba, las chicas vuelven a lo suyo, pero nerviosas, volteo y por poco me ahogo, Alexander estaba ahi, mirando mi boca, se acerca y me susurra al oído. —Ese gemido sería más placentero en la cama.
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