Capitulo 4

2175 Words
Alexander No es fácil llegar a tu casa y ver que no estará su hermosa sonrisa para recibirme, en la forma que todo era perfecto con su presencia, siento que mientras pase más los años, su recuerdo sigue en cada célula de mi ser, siento rabia hacia el mundo por permitir que todo esto pasara, por un estúpido que venía borracho, un alma pura y sin una pizca de maldad murió, yo merecía irme ese día, no ella, siento un apretón de mano y reacciono al ver a mi madre, me sonríe y sé que le duele que este así, le doy un beso y le informo que iré a mi habitación a descansar, a lo lejos escucho que hoy vendrá la nueva niñera de Ross, después tendré tiempo para conocerla y ver que tal es como persona, no quiero una lunática cuidando a mi hermana, me quito la ropa y voy a darme un baño, me veo en el espejo y hasta su recuerdo está aquí, me meto en la ducha con ganas de olvidarme todo lo que me lastima, salgo y me seco, me pongo unos pantalones, enciendo mi teléfono y pongo de fondo nuestra canción, es lo que me hace relajarme y poder dormir bien, siento que ya no puedo más y tiro el teléfono contra la pared, veo romperse en mil pedazos y no me quejo, cierro los ojos y me duermo. **** Siento la alarma y como puedo, la apago, tocan la puerta, es mi madre. —¿Alexander? ¿Puedo pasar? — escucho que susurra. —Claro, madre — me levanto y me coloco mi bata. —Solo te quería avisar que saldré a un viaje a Venezuela, llegaré mañana en la tarde, hoy antes de irme, hablaré con la niñera para que esté a cargo y se pueda quedar con Ross, sé que tienes mucho trabajo en la empresa y no podrás estar a cargo de ella. —No te preocupes madre, igual estaré pendiente de ella, nunca terminamos de conocer a las personas — mi madre se queja y sale. Sé que le molesta de alguna manera esa desconfianza que he tenido hacia las personas, pero no puedo evitarlo, es algo que no puedo y más si se trata de mi familia. Entro al baño a cepillarme, al salir, voy al armario y me coloco mi traje, veo que todo está perfecto y bajo a desayunar, la sirvienta va rápido hacia la cocina, no sé porqué hay en esta casa personas tan incompetentes, me siento y me pongo a leer el periódico y esperar, llega la sirvienta y coloca mi desayuno, le hago señas que se vaya y comienzo a desayunar, suena el teléfono y es Ignacio, informándome del problema que habia en la empresa, suspire, ninguno podía hacer algo sin salir bien, me levante y sala con molestia de la casa, me traen el auto y me subo, al salir, veo una chica rubia saludar al vigilante con mucho entusiasmo, demasiado pálida para mi gusto y se ve que es muy tonta y muy niña, salgo como una furia de la casa y manejo hasta la empresa, me llega un mensaje de Serena para quedar hoy en la tarde para comer, le digo que sí y guardo el celular nuevo, Desde que tengo vida, Serena ha estado conmigo en todo momento, puede ser un poco déspotas y muy malcriada, pero ha sido una mejor amiga excelente, una ayuda en los momentos difíciles, llego a la oficina y me bajo, le doy las llaves al vigilante y entro, esta gente sabrá que es verdaderamente trabajar. Estoy cansado de personas que no hace nada y tengo que venir yo a solucionar sus estupideces, mi hermano solo hizo de esta empresa un desastre, no sé qué pensó mi padre en aquel tiempo para poner a mi hermano a cargo, si no hubiera sido por mí, esta empresa hace rato se hubiera acabado, voy a la sala de reuniones y están todos, por lo menos son puntuales, no los saludos ni nada, solo me pongo detrás de la silla y los miro. —Si con mi hermano jugaban a la pelota, conmigo no, aquí se viene a trabajar y espero que estén claro y no quiero quejas de nadie, porque no quieren conocerme de mal humor — me siento — vamos a empezar, quiero saber cómo está todo en la empresa. Trabajamos toda la mañana en los próximos negocios que queremos hacer, sé que muchos no habían desayunado, pero no me importaba, quería saber cómo manejaba mi hermano la empresa familiar y por lo que veo, nada bien, se fue a chile y no le importó nada dejar a nuestra madre a cargo, sabiendo que ella no puede sola con el negocio familiar y menos sobre el manejo de una empresa, mi padre estaria decepcionado del hijo perfecto en quien puso la empresa, sin saber que iba a hacer el error más grande, terminamos y todos salieron, salgo de último con Ignacio, es el vicepresidente de la empresa y un gran amigo de años, creo que es el único que me soporta a pesar de mi forma de ser. —No te extrañaba ni un poco — golpea mi hombro — Te parece ir a almorzar y me cuenta que tal todo en Brasil. —Claro, vamos. Caminamos y salimos, decimos salir en su auto, nos montamos y fuimos a un restaurante de comida china, no era muy fanático, pero el si, no me queje, no tenía mucho apatito. Llegamos al restaurante, nos llevaron hacia nuestra mesa y nos trajeron una botella de vino. — ¿Cómo estuvo todo en Brasil? No pensé verte tan rápido, imaginaba que te quedarias unos meses más — toma su copa y bebe. —Eso estaba en mis planes, pero mi madre me llamo y me dijo que me necesitaba aquí, no pude decirle que no, sabes lo terca que se pone a veces. —No me lo tienes que decir, pero elegiste la mejor decisión, ella no podia a cargo de la empresa, Incluso le imploro a Diego que no se fuera, que se quedara hasta que tú regresaras. Sabía que mi hermano era un estúpido, pero no pensé que tanto, le importa un cuerno la empresa y la familia. —Mi padre cometió un error al dejar a cargo a mi hermano, pero su amor ciego por Diego no lo dejo ver la clase de calaña que tenía como hijo — de un trago, me bebo la copa de vino — pero las cosas irán a cambiar a partir de hoy. Nos traen la comida, solo pedi una ensalada, Hablamos de todo, recordando los viejos tiempos de la juventud, me habla de Serena, Ignacio siempre ha sentido cierta atracción hacia Serena, pero ella no le da ni la hora, siempre me dice que disfruta su soltería y que no quiere compromisos y mucho menos con Ignacio, pero él insiste y se sigue arrastrando, por eso deje decirle que la dejara en paz, terminamos y nos levantamos, Fuimos hacia el auto y nos subimos, suena el celular y es un mensaje con una foto que me envió mi hermana Ross, solo ella me hace feliz, llega otra foto, pero esta vez no está sola, está con la niñera, ella le da un beso en la mejilla mientras que mi hermana rie, me encanta, por los momentos no haré nada, se nota que se lleva bien con mi hermana y eso es lo más importante, llegamos a la empresa y seguimos trabajando, había tanto que hacer y tan poco tiempo, la hora paso rápido, me estire en mi silla, al subir la mirada, me encuentro con Serena recostada en la puerta, viéndome con una sonrisa seductora, se acerca y me besa con pasión, la agarró del cuello y la pego a mí, ella suspira. —Creo que llegue en buen momento ¿Ya te vas? — se sienta en mis piernas. —Si ¿Quieres ir a la casa y asi cenamos? Mama está a un viaje a Venezuela, Ross está con la niñera, pero como es nueva, no le tengo mucha confianza. —Me encantaría — se levanta y salimos de la oficina. Le abro la puerta del auto y entra, hago lo mismo y vamos hacia mi casa, Serena y yo tenemos una relación sin compromisos, ella solo quiere un juego y yo olvidarme de lo que me atormenta, somos una dupla perfecta, no hay celos, nada, nos vemos cuando podemos y listo, sin agobiar la vida del otro y somos felices asi, la amistad sigue, llegamos y salimos del auto, al entrar, me encuentro con una escena demasiado ridículo, mi hermana y la niñera están bailando y la niñera me está dando la espalda, por eso tengo una buena vista, carraspeo y ella voltea, abre los ojos, se pone roja y me causa gracia. Ross me ve y viene hacia mí. —Hermanito — la agarro y la abrazo. Cuando ve a Serena, le pone mala cara, la bajo y se va dónde está su niñera y le agarra la mano, jamás entendi la actitud de Ross hacia Serena, estoy claro que su amor hacia los niños es nula, pero Serena jamás ha dicho algo malo o a tratado de una forma incorrecta a mi hermana. Llegue una de las sirvientas y nos informa que ya la cena estaba lista, que podemos pasar a cenar, al ver que la niñera se queda en su lugar, le hago seña que camine, ella me mira y lo hace, Serena está a mi lado y al otro lado la niñera y su lado Ross, Serena me habla y me cuenta que el mes que viene ira a Italia para unas fotos, me alegro por ella. — Y tu princesa, ¿No te gustaría ser modelo más adelante? — le ofrece una sonrisa a Ross. —No — mientras come — son para tontas y yo no soy tonta, ¿verdad hermanito? Dios porque esta niña tiene que ser tan boca suelta, Serena se incómoda con la respuesta y la niñera la ve con los ojos muy abiertos, nos sumimos en un silencio demasiado incómodo hasta que terminamos, Ross se va a su cuarto con la chica y yo respiro. —Lo siento, sabes cómo es Ross. —No te preocupes, cariño, solo quiero estar contigo esta noche — se acerca — vamos a recordar los viejos tiempos. La llevo a mi habitación, lo de nosotros siempre ha sido saciar el deseo, no hay amor y mucho menos casarnos, solo queremos divertirnos, la hago mía de una forma que a ella le encanta, brusco y sin contemplaciones, se separa de mí y me mira. —Eres el mejor — se inclina y me besa. Me da la espalda y se duerme, Bajo por un poco de agua y encuentro a la chica con su celular. —Deberías estar pendiente de mi hermana, en vez de estar con ese celular, para eso te pagamos — la miro. —Está durmiendo, solo vine por un vaso de agua, pero ya me voy, no quiero incomodar, Señor. Se va y veo que no hay ningún vaso, salió mentirosa la niña, abro la nevera y me tomo un vaso de agua, esto no es la vida que queria para mí, no sin ella a mi lado, a veces no comprendo por qué tuvieron que suceder así las cosas, porque a ella, yo que siempre fui un desgraciado sali ileso del accidente, pero ella, que le gustaba ayudar a todos y siempre era amable, incluso con persona que no se lo merecía, la vida puede ser una cruel muchas veces con las personas equivocadas y esta vez fue demasiado, a veces quisiera haber muerto yo y no ella, tenía mucho que vivir y sueños que cumplir, aunque pague bastante dinero para que jamás saliera de la cárcel el asesino de mi esposa no disminuyo el dolor que todavía siento, su esposa vino a explicarme y a pedirme por favor perdonara la vida de su esposo, no le hice caso, ni me tome la molestia de escucharla, solo mande a sacarla de mi oficina, quería que sufriera como yo lo hice, termine beberme el agua y fui acostarme, mañana sería otro día. **** Suena la alarma, al levantarme, Serena no está en la cama, no creo que se allá ido a su departamento sin despedirse, hasta que escucho una voz y es ella cantando como si fuera una diosa en eso, lo es, pero solo en la cama, abro la puerta del baño y entro, veo su silueta a través de la cortina y mi pequeño amigo la desea un poco más, corro la cortina y entro, ella se asombra y me mira con una sonrisa picará porque sabe lo que deseo en este momento, sin más la atraigo y la hago mía, salvaje y sin un toque de romanticismos, ese rollo no nos va a ninguno y estamos bien asi.
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