Si fueras ella

Capitulo 6

Alexander

A veces no entiendo mi comprtamiento al estar cerca de ella, es como si mi cerebro no reaccionara, salí de la casa hecho una furia y molesto conmigo, pero no pude resistirme, al verla viendo disfrutar de una manera tan perfecta ese pastel, me dejo sin aliento, mi mente no pudo detenerse al imaginarmela en mi cama, mientras gime mi nombre… Detengo el auto en el estacionamiento de una farmacia, que carajo me pasaba, como voy a querer tener a esa niña sin una pizca de gracias en mi cama, me intente calmar y alejar su imagen de mi cabeza, hoy tenía demasiado trabajo y quería tener mi mente desocupada, al llegar a la empresa, le paso la llave al portero sin saludarlo siquiera, una risa salió de mí, Anne siempre me regañaba por el simple hecho de hacer eso, llegar y no saludar, ella me decía que a una persona le podía cambiar el día si alguien llegara con entusiasmo a darle los buenos días, ella era así, siempre con una sonrisa y siendo amable con todos, Entro a mi oficina y Sofía, mi secretaria, me trae una taza de café como me gusta, fuerte. Decido poner mi teléfono en silencio y poder trabajar sin interrupciones, temprano hablé con mi mamá y me informo que llegaría por la tarde a la casa porque hubo una complicación con nuestro avión privado, espero que no allá sido nada grave, mi mente empieza a solucionar los tremendos errores que hizo mi hermano, falta demasiado dinero y no quiero saber en qué invirtió, Diego era el mayor y se comportaba como si fuera un quinceañero, jamás quiso sacar adelante la empresa, solo le interesaba que mi padre y yo nos matáramos trabajando día y noche para levantar la empresa y el solo gastarse el dinero en mujeres y bebidas, cada uno de sus matrimonios había fallado por él, no tenía estabilidad y era un vividor, por eso la pelea que tuvimos en mi casa, le cancele las tarjetas, no quería mantener un bueno para nada, se molestó, quise dejarlo en paz y no darle importancia hasta que menciono a Anne y no aguante y termine golpeándolo una y otra vez, es un canalla y no sirve para nada, muchas veces he evitado que Ross presenciara esas escenas con Diego, pero ese día no lo pude lograr, me dolía verla llorar y tener miedo, pero más me impacto en la forma como Violeta la protegió incluso de mí, tocan la puerta de mi oficina y es mi secretaria informándome que Ignacio me necesita, dejo por un momento lo que estaba haciendo y voy a su oficina, al entrar, está él con su hermana, la preciosa Sara, me ve y sus ojos brillan, se levanta y me saluda con un beso en la mejilla bastante cerca de la boca, era una chica sumamente hermosa y con un cuerpo que volvería loco a cualquier hombre, pero respeto los códigos entre mejores amigos, uno de ellos era no meterse con sus hermanas, así era, es mejor tener distancia, saludo a mi amigo y me siento, tuvimos hablando de varias cosas entre ellas que su bella hermana se quedara unos cuantas semanas con él, por algo de trabajo escuche, mucha tentación cerca, me despedí de ellos y volví a mi oficina para seguir trabajando, eran ya las doce del mediodía, decidí ir a casa, así después de almorzar descansaba un poco, le informé a Ignacio que quedaba a cargo de la empresa hoy, que cualquier inconveniente me enviara, salgo y me traen el auto junto con la llave, cuando estoy a punto de irme, siento un grito y es Sara, se asoma por la ventanilla y me pide que si la puedo llevar a un restaurante que queda cerca de mi casa, casualidad, le abro la puerta y sube.

—¿Como estuvieron tus vacaciones en Brasil? — se acomoda para verme mejor y me da una buena vista de sus piernas.

—Bien, creo que volveré muy pronto.

—No dudes en decirme — la miro — si quieres un poco de compañía.

En todo el viaje fueron insinuaciones de parte de ella, creo que ya perdió el encanto, no me gustan las mujeres lanzadas, si las cosas se dan, está bien, pero no tienes por qué ponerte en bandeja para un hombre, debes valorarte más, la deje donde me indico y nos despedimos, quería llegar cuanto ante a la casa y poder recostarme, al llegar, se abre el portón, estaciono el auto y salgo del auto, entro a la casa y esta mama con Ross, ella está revisando como loca los regalos que le trajeron, me acerco y saludo a mama, Ross se acerca y besa mi mejilla.

—Toma — me entrega una caja.

Al abrirla, era un reloj muy hermoso, le agradezco el detalle.

Violeta no estaba en la casa, sin preguntar, mama me informo que le había dado la tarde y el día de mañana, la sirvienta informa que el almuerzo está listo, pasamos al comedor, mama me cuenta sobre todo lo que hizo en Venezuela, ella es Pintora y abriría un estudio para impartir clases de forma gratuita, sé que le emociona tener para poder ayudar a personas de bajo recursos, termine de comer y fui a mi habitación, me quite la ropa y me bañe, no sin antes poner nuestra canción, salí con la toalla puesta en mi cintura, Suena el teléfono y es serena, quiere que salgamos hoy, no tenía nada que hacer y quería borrar así sea con alcohol su recuerdo que me lastima, me acosté un rato y me quede dormido.

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Siento unos besos, me remuevo y es Serena, me acomodo en la cama.

—¿Qué haces aquí? ¿Qué hora es? — busco mi teléfono.

—Te llamé varias veces para que me vinieras a recoger, al ver que no contestaba el teléfono, decidí venir — se acerca a mí — vamos, hoy quiero olvidarme del mundo, te espero.

Entro en el baño y me cepillo, al salir, dejo caer mi toalla y comienzo a vestirme, siento la mirada de Serena en mí todo el tiempo, esta mujer es fuego, me acerco y la beso de una forma salvaje y llena de pasión.

—Hoy seremos solo tú y yo guapetón — me sonríe y me saca de la habitación.

Sera una noche larga.