Capitulo 3

2182 Words
Violeta Me quede dormida, me levante demasiado tarde, estaba totalmente desorientada, tanto fue que termine brutalmente golpeada por mi puerta, asi de torpe soy, fui al baño a lavarme la cara y cepillarme, camine a la cocina y me prepare algo rápido para comer, le envié un mensaje a mi mejor amiga, Talía, la conoci recién llegando a México, siempre pasaba por la cafetería donde trabajaba, era una chica dulce y siempre tenía una sonrisa en su rostro, vive a dos cuadras de mi departamento con el patán de su novio que no la valora, aunque muchas veces intente hacerle entender que esa relación no la llevaria a ningún lado, termino volviendo con él, me envió temprano que Diego no estaría, sabe que no nos llevamos bien y prefiero evitar inconvenientes, termino de comer y voy a mi habitación para cambiarme de ropa, siento que abren la puerta y no me preocupo, debe ser Marcos, es el único que tiene una copia de llave de mi departamento, entra al cuarto y se sienta en la cama mientras busco en mi armario que ponerme. —¿Para dónde vas? — señala el desastre que estoy haciendo. —Con Talía ¿Quieres venir? — le digo con humor. Bufa y me ignora, se pone a ver televisión, Marcos tiene un pequeño amor-odio con mi amiga, cuando apenas la empezó a conocer, empezó a sentir cierta atracción hacia ella, se lo comento y ella lo rechazo por estar con Diego, eso causo en el cierto resentimiento, no pueden estar juntos en una misma habitación, porque es como si una bomba tuviera a punto de explotar, hubiera preferido que Marcos jamás hubiera abierto la boca, me dice que me llevara y se lo agradezco, termino de vestirme, cierro todo y bajamos, nos montamos en el carro y salimos hacia el departamento de Talía, me comenta que está conociendo una chica que está con él en su trabajo, se ve emocionado y creo que puedo notar en el que le gusta, espero y funcione, llegamos y me despido de él, saludo al Señor Raúl el vigilante y entro, llego a su apartamento y toco, abre y se me lanza encima. —Creo que alguien me extraño — dije, separándome. —No sabes cuánto, te tengo una noticia — se me queda mirando y yo solo espero — ESTOY EMBARAZADA! No puedo creer lo que me está diciendo, no es que no me alegre, estoy sumamente feliz por ella, pero no del papa que eligió, Su novio no entiende el valor de la responsabilidad y dudo que se le active al saber que será papa, por cualquier cosa la hace sentir mal y muchas veces le ha pegado, no me lo ha dicho ella, pero si he visto los moretones. —¿Cómo reacciono Diego? — nos sentamos en el mueble. — Bien — suspira — eso quiero creer, llevo dos días que no se dé él, desapareció cuando se enteró del embarazo — sin más se pone a llorar. —No me gusta que este así — la abrazo — estaré contigo en todo momento. Por la preocupación de no saber en dónde estará metido Diego, no comió, me puse hacerle una sopa para que se la tomara, se fue a dar un baño mientras que yo estaba pendiente de terminar lo que estaba cocinando, salió con un vestido y se sienta en el mueble, buscó un plato y sirvo la sopa y se le llevó, me da las gracias y empieza a comer, hablamos de todo hasta me pregunto por Marcos, le dije que estaba bien, que al parecer estaba en una relación, casi se ahoga, me le acercó y le palmeo la espalda. —¿Estás bien? — la miro preocupada. —Si, solo... — se queda un momento en silencio — no pensé que ya tenía a alguien. —Bueno, no es algo seguro, me dijo que se estaban conociendo. Olvidamos el tema de Marcos y le cuento sobre mi nuevo trabajo, al igual que todos, ella también sabe de qué no tengo amor para los niños, no tengo para mis sobrinos mucho menos para los ajenos, pero igual me desea suerte y que todo salga bien mañana, le envió a Marcos a ver si me puede venir a buscar, me dice que en quince minutos está aquí, sigo conversando con Talía hasta que suena mi teléfono y es un mensaje de Marcos que ya llego, me despido de mi amiga con un fuerte abrazo y bajo, me despido de Raúl y subo al carro. —¿Qué tal todo? — Todo bien — sé que quiere saber de ella — está embarazada. Frena de repente y si no fuera porque puse mi mano, ya estuviera de camino al hospital con un fuerte golpe en mi frente, este hombre está loco. —¿Qué te pasa? — con el corazón a millón — casi me matas. —Lo siento, solo me sorprendi — volvió arrancar — ¿Embarazada de embarazada? — Claro — ruedo los ojos — Diego lleva desaparecido dos días, ella está sumamente preocupada, cuando llegue no había comido nada por estar pendiente del idiota ese. — No sé por qué te sorprende, siempre ha sido así, él la humilla y la hace sentir que no es nada y todavía sigue con él. —Espero que el ser mama, le abra los ojos y vea la clase de hombre que tiene a su lado. Me deja en mi apartamento, ya eran las diez de la noche, me quite la ropa y me metí en la cama, estaba sumamente cansada y solo quería dormir, agarre mi cobija y quede totalmente dormida. ***** Suena la alarma y la tiro de la mesita de noche y me acuesto de nuevo, hasta que recuerdo que hoy es mi primer día de trabajo y salgo rápido al baño, suena mi teléfono y es Marcos, en menos de media hora está aquí, que le está ayudando a su hermana con algunas cosas, no le respondo, me baño, me cepillo y salgo, Dios que frío había, me pongo un pantalón corte alto, una blusa de manga larga, unas sandalias y me recojo el pelo con una coleta alta, un toque de labial y estoy lista, salgo y me preparo un café y busco unas galletas que había guardado, termino, agarro mi bolso y meto mi celular entre otras cosas, bajo y ya Marcos está aquí, entro en el auto y lo saludo, en todo el viaje estaba sumamente nerviosa, espero hacer todo bien y que no me despidan al primer día, al llegar los nervios aumentaron. —Todo va a salir bien, confía en ti — se acerca y me da un beso en la frente. Me bajo y respiro varias veces, el vigilante me ve y sin preguntarme nada, me abre y me deja entrar, me atiende la misma Señora que ayer, pero esta vez me lleva a la sala y ahí espero a la Señora Daniela, al ver las escaleras, baja ella y una niña, le calculo unos seis años, parece un ángel, espero y no me equivoque y sea así, al llegar a mí, me saluda. —Buenos Días, Violeta ¿Cómo está? — siempre tan amable. —Muy bien, Señora. —Me alegro, te presento a mi hija, Ross — me da una cálida sonrisa, lo confirmo es un ángel — el horario será de ocho de la mañana a siete de la noche, depende de los asuntos que deba arreglar, por hoy podrás salir temprano, ya que a las cinco ya estaré llegando, sin más que decir te dejo a cargo a mi nena — se agacha — pórtate bien, como siempre, te amo mi pequeña — besa su frente, me mira — cuídala, nos vemos luego. La niña me ve y yo a ella y ahora que hacemos, se acerca y me agarra las manos. —¿Te gustan los dulces? — me sonríe. Ahí supe que la iba a querer demasiado rápido, le agarre la mano y nos fuimos a la cocina, me enseño el lugar donde su mamá guardaba los dulces, agarre unos cuantos y fuimos a su habitación, vimos un maratón de princesas, al ver la hora eran las doce, al ir a la cocina a prepararle la cena ya la señora estaba preparando la comida, me mira y me sonríe. —De la comida me encargo yo, no te preocupes, las llamaré cuando esté lista. Le agradezco y subo, me acuesto a su lado y seguimos sumergidas en la película, ya estaba a punto de quedarme dormida cuando tocan la puerta, era el ama de llaves avisándome que ya el almuerzo está listo y que podemos ir bajando, le agarro la mano y vamos, nos sentamos y nos trae nuestra comida, empiezo a comer lo más lento que puedo, me sentía un poco incomoda, la niña me miraba con amor y juro que estoy que lloro, ni mis sobrinos me miran así, terminamos y me agarra la mano de nuevo y subimos al cuarto. —¿No quieres ser la novia de mi hermano? — me mira curiosa — Eres muy hermosa. —Gracias, linda — la miro — pero no puedes buscarle novia a tu hermano y más, si él no quiere. — Lo sé — camina hasta su closet, saca una foto y me la pasa — pero es que ya no quiero verlo más triste. Al ver la foto, abro los ojos, si que es guapo él hermanó, Cabello n***o, unos ojos mieles hermosos y una sonrisa que volvería loca a cualquiera, hasta a mí. —No estará más triste, vamos a hacerlo feliz, ¿sí? — me abraza. En toda la tarde la ayudé con su tarea, además de bella era muy inteligente, fuimos al patio y jugamos un rato, ella no paraba de reír, nos acostamos en el pasto sumamente cansadas, la miré y tenía los cachetes rojos y se veía linda, le doy la mano para llevarla a darse un baño, entra y me dispongo a buscarle algo cómodo, le saco un vestido y unas zapatillas, sale y la ayudo a vestirse y bajamos, la Señora nos prepara una merienda mientras que nosotras estamos viendo la televisión, nos trae unas galletas y dos vasos de leche, la pruebo y suspiro, Dios que delicia, seguimos viendo la televisión, abren la puerta y es la Señora, me paro y se acerca, Ross sale corriendo hacia ella y la abraza, ella la llena de besos y ella ríe. —¿Cómo te portaste, mi niña? — viene hacia mí, me saluda y se sienta. —Muy bien mami, Vi es una buena persona, jugamos mucho — me mira y me sonríe. —Gracias, creo que ya te está agarrando cariño — se levanta — mañana te veo a la misma hora, Violeta. —Un gusto, Señora — agarro mi bolso — hasta mañana mi pequeño Ángel. Salgo y respiro, ahora me toca caminar, ya que Marcos tiene una cita con la chica que trabaja con él, que tu mejor amigo te deje votada por otra no tiene precio, caminaba, caminaba y nada que pasaba un taxi, un Mercedes muy bonito cabe destacar, paso muy apresurado sin darme tiempo de pedirle un aventón, niños ricos que se creen dueño del mundo, pero no sigo hablando porque el auto se para de repente y comienza a retroceder, ahora que hago, veo a lo lejos un taxi, para y me subo, no estaba segura si era para darme el aventón o hacerme algo, así que es mejor ir por lo seguro, estaba sumamente cansada, llegamos, le pago al taxista y salgo rápido hasta que se diera cuenta de que el dinero esta incompleto, subo a mi apartamento y me tiro en el sofá, prendo el radio y empiezo a escuchar las noticias, creo que es bueno de vez en cuando está informado, comienzo a preparar unos espaguetis con una salsa especial hecha por mí, espero que sepa bien, es lo único que tengo en mi nevera, termino con la comida, busco un plato y me sirvo, me siento y comienzo a comer mi espléndida creación, no quedo tan mal como pensé, hasta rico sabe, llame a mi madre para que después no esté diciendo que soy una mala hija que no se preocupa por ella, por culpa de ella soy la oveja negra de la familia, si, mi madre habla maravillas de mi, muchas veces me he sentido sola aquí, lo único que tengo es a Marcos y Talía, pero no puedo volver a Texas, regresar es recordar un pasado que todavía duele y me lastima, aquí tengo el corazón seguro y mi cuerpo, jamás olvidaré ese dia y lo que él por un estúpido juego me hizo pasar, no supo hasta donde pudieron llegar sus acciones hasta que vio las heridas que causo, aunque quiso arreglar todo, ya era demasiado tarde, lágrimas cayeron recordando ese fatidico dia, pero ahora soy fuerte y sé que todo va a mejorar.
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