Estaba frente al espejo. No lograba reconocerse. Se conocía así misma, pero en ese instante parecía una ilusión. El antifaz, el vestido, la peluca y el maquillaje la convertían en una persona opuesta a ella.
Miró su reloj, aún faltaban algunos minutos para comenzar la función. Su mente discernía: en ese instante estaría en otro punto físico, más específicamente con Vincent Mayers, en el tributo a una de sus bandas favoritas en el “Delorean” (un bar de rock), gritarían a todo pulmón y la pasarían increíble… ¿Y si esa había sido su única oportunidad para salir con él? Ciertamente, se arrepent…
Un golpe en la puerta la sacó de sus minuciosos pensamientos, sus tortuosos pensamientos. Despabiló agitando un poco su cabeza. Se puso de pie y se dispuso a abrir.
Hubiera preferido haber visto u
