Llegó a la escuela, literalmente era un zombi, no había logrado conciliar el sueño ni por una hora. –Kloe, ¿estás bien? –preguntó Jenny, cuando la vio tomar asiento en el salón de clases. Kloe negó con la cabeza. Entró el maestro a clase y no pudieron hablar más. Kloe lucía realmente desgastada. Estaba caminando en el campus de la escuela, se sentó cerca de la fuente en donde había hecho su promesa con Vincent, sacó unas papas fritas y comenzó a comerlas, furtivamente su celular sonó, se puso nerviosa e incluso estuvo a punto de tirarlo al agua, era: Chuck. Era tan raro que su primo le llamara tan temprano, que temió lo peor. Contestó, intentando oírse natural, pero quizás conseguía lo contrario. Después del ameno saludo de primos, Charles fue al grano: –¿Qué hiciste anoche? –tenía u