Era tan complicado sobrellevar la escuela y el trabajo, comenzaba a preguntarse si en verdad valía la pena tanto desvelo, tantas ojeras, pero siempre terminaba recordando que si aún tenía ese trabajo era por Vincent, rubio quien no tenía el menor interés en ella y eso era más que claro.
Comenzó entonces a discernir con más cuidado si debía seguir yendo al bar a trabajar; sin embargo, no importa que tanto lo pensará… ella sabía de antemano, estaba consiente que desde hacía mucho que entre ellos no iba a pasar nada jamás, entonces… ¿Por qué renunciar pasó por su mente? Si al menos de esa manera podía estar cerca de él.
Bien, terminó aceptando que quedarse ahí era una idea, aunque desgastada que le hacía bien a su enamorado y estúpido corazón.
–¡Buenos días Kloe! – exclamó Jenny (su mejor amiga en todo el mundo), sacándola de sus pensamientos. –¿Fue duro el trabajo anoche? ¿Nada interesante sucedió con el “Crush”? – le cuestionó con picardía, porque después de todo ella era quizás la única persona que sabía los verdaderos motivos que la orillaban a trabajar en el bar “Artesian” todas las noches.
–¿”Crush”? Eso sonó de preparatoria – se rió Kloe de ella.
Jenny rodó los ojos.
–“Crush” es el chico que te gusta pero que jamás pasará nada con él. Tu amor platónico pues – exclamó finalmente.
Kloe bufó.
–¡Ja! Me queda perfecto usar ese término con Vincent – se burló de sí misma –Ya tengo 0.0001% de avance – puso una sonrisa absurda. –Ya recuerda mi nombre – sonrió a medias. Y es que no estaba cansada, estaba deprimida.
– Supongo que… ese es un avance ¿no? – intentó ser positiva.
–Lo dudo tanto, solo lo aprendió para que sea más rápido preguntarme por…– bajó la voz y dijo: –Elena – exagero la vocalización de sus labios al pronunciar ese nombre, como si estuviera confiriendo el nombre del mismísimo señor de las tinieblas.
Jenny suspiró con pesadez.
–Bien, es claro que el chico es un idiota – El profesor entró y ambas guardaron silencio para prestar atención a la clase.
Kloe salió corriendo del salón, su siguiente clase iba a comenzar y si no llegaba a tiempo Mr. O´Connor no la dejaría entrar a la clase, ese profesor era en exceso estricto con la puntualidad, cerraba la puerta sin compasión y el semestre anterior casi lo reprueba por todas las faltas que tuvo, además de que era la única clase que compartía con el imbécil de Vincent.
Se apuró y para su mala suerte el salón ya estaba lleno, optó entonces por sentarse atrás. El salón era tan grande y había tanta gente que ya ni se esforzaba por llamar la atención del chico que le gustaba, estaba harta de siempre hacer el ridículo y que ni él se inmutara de ello. Se sentó en silencio y desde lejos lo observaba mientras intentaba poner la atención a lo que Mr. O´Connor decía con tanto esmero.
–Bien jóvenes una vez explicado el proyecto final, procederé a informarles que en esta ocasión yo formaré las parejas de trabajo – el salón protestó enojado. – ¡Lo siento, pero yo las conformaré, no es posible que termine el semestre y no se conozcan entre ustedes! ¡¿Qué clase de futuros ingenieros son?! – miró su lista. –Bien será al azar.
Kloe resopló mientras rodaba los ojos.
–Ojalá no me toque con Britanny Wolf o yo terminaré haciendo todo sola – refunfuñó en sus adentros.
Siempre le daba un poco de trabajo socializar, pero cuando ganaba confianza era una bala perdida, de todas formas, todos sus compañeros eran apáticos así que este no era el caso en el que era amistosa, por eso mismo odiaba que Jenny no compartiera esa clase con ella. Jenny siempre era su compañera y hacían un excelente equipo juntas.
Se apoyó en su mesa, no importaba cuanto suplicara al karma o a la virgen María, no importaba lo mucho que lo deseara, jamás, ¡Jamás! ¡Jamás en todos sus años como estudiante, le había tocado hacer equipo con el rubio y por eso mismo había perdido la esperanza varios semestres atrás! Así que serenamente se acomodó en su pupitre mientras escuchaba como el maestro exclamaba nombre tras nombre. Intentaba poner atención para estar al tanto de con quien trabajaría, pero tenía mucho sueño, “Artesian” le robaba sus energías, cerró los ojos y se dormitó un poco.
–Y finalmente: Kloe Woods y… – masculló el profesor. La muchacha dio un respingo asustada a lo que su salón soltó una leve risa, ella enrojeció, siempre era el hazmerreír, siempre le pasaban tonterías y más cuando Jenny estaba lejos. –Mmmm...– masculló el hombre mayor al darse cuenta de que había perdido la percepción de los nombres. –¿Quién no tiene pareja? – le preguntó a la aglomeración de gente presente.
Hubo un leve murmullo entre los estudiantes y entonces un fenómeno casi paranormal aconteció en ese momento en la vida de Kloe Woods, oh si, era Dios compadeciéndose de su insignificante existencia.
–¡Yo! – gritó el rubio mientras se ponía de pie.
–¡Bien Vincent, trabajarás con Kloe! – señaló a la chica con la mano.
El rubio agudizó la vista.
–¿Kloe? – parpadeó iluso y ella quedo de mil colores al ser testigo de un milagro, de una luz que comenzaba a iluminarla en ese momento.
–¡Terminó la clase, pueden irse! ¡Recuerden que nos veremos dentro de tres semanas con sus proyectos concretados! – exclamó y salió de ahí el profesor mientras los murmullos reventaban.
Ella estuvo a punto de desmayarse al comprobar que el rubio comenzaba a acercarse a ella, de pronto experimentó como se sienten los animales al verse amenazados por su presa.
–¿Kloe? – se inclinó hacia ella y la miró con detenimiento. – ¿La Kloe que todas las noches me sirve un Martini doble? – interrogó con esa tan resplandeciente sonrisa.
–Hoy estarán al dos por uno los Bloody Marys – dijo una estupidez porque su cabeza era un vómito en ese momento –Además, no deberías de venir con copas encimas a la escuela – masculló cubriendo parte de su rostro con un libro de texto mientras intentaba ser graciosa.
Él sonrió.
–¡Vamos, solo tomo un par! No es cómo que me vaya a emborrachar con ello – se excusó –¡Vaya! ¡Qué pequeño es el mundo! ¡No sabía que éramos compañeros de clase! – exclamó impresionado.
–Para variar…– murmuró muy bajito lamentando su existencia.
–¿Dijiste algo? – cuestionó él.
–¡No, no! – negó con las manos. –Yo tampoco sabía… – Kloe se rascó la nuca y comenzó a contar los segundos que tardaría en…
–Hoy es la noche de incógnitos en “Artesian” ¿no? – Ella asintió con la cabeza mientras seguía contando los segundos que él tardaría en… –¿Y Elena se pondrá unos de esos antifaces esta noche no? – Kloe sonrió, apenas llevaban treinta segundos de “conocerse” oficialmente y él ya le había preguntado por la pelirroja.
–Así es Vincent – contestó mientras contenía su alta frustración. Sujetó su mochila.
–Qué bien – sonrió.
Kloe se levantó del asiento y comenzó a caminar hacía la puerta del salón ya vacío, sabía que debía estar feliz por al fin, después de tanto tiempo hacer equipo con él, pero sus preguntas con respecto a Elena le tiraban el ánimo al suelo.
–¡Espera Kloe, debemos de quedar de acuerdo para realizar el proyecto! – comentó el rubio mientras la seguía.
–Es verdad – sonrió ella a medias.
–¿Tienes alguna clase ahora?
– ehhh… no, en realidad esta fue mi última clase – añadió ella aburrida.
–¡Bien, también la mía! ¡Y muero de hambre! ¡Te invito a almorzar las mejores…
–Hamburguesas del mundo – le acompletó la frase.