El chico me miró sorprendido. Se acomodo mejor en el sofá, para poder verme, cara a cara.
- ¿Lo dices en serio? ¿Realmente crees que él te lo va ha dar? Si se negó la primera vez, se va a negar en esta ocasión de nuevo.
- Pero no es justo… ¿Por qué no simplemente me deja pasar página de una jodida vez? tengo derecho a rehacer mi vida, Joan…
- San se niega a perder a su familia, lo entiendo. Yo haría lo mismo, pero si que es verdad que no me negaría a un divorcio… si eso es lo que quiere la persona que amo debo aceptarlo.
- Esperaré al cumpleaños de Sun, que es en dos meses. Allí se lo diré. Si no lo acepta, tendré que irme por lo judicial…
- ¿Por lo judicial? Necesitarás un abogado… ¿Quieres que llame a Will?
- ¿Lo harías por mi?
- Lo llamaré ahora. Más tarde estará ocupado.
Asentí, el chico se levantó llevándose su teléfono. A los minutos escuche como hablaba por teléfono desde la cocina. Es difícil, pero necesito pasar página.
{◇°◇}
Punto de vista de San.
Me levanté temprano, me pasé el día en la comisaría. Revisé pruebas e hice millones de llamadas hasta que llegó la hora de comer. Al salir de trabajar, me dirigí a la escuela de las niñas. Hoy se quedarían conmigo.
Llegué a la escuela, aparqué cerca de la entrada. Era la primera vez que venía a recogerlas a la escuela… Normalmente lo hago en casa de los Castle o Joan las lleva a casa de Teo cuando salen de la escuela.
Salí del coche nervioso, lo admito. Es mi primera vez… veo como varias madres entran en el recinto de la escuela, hice lo mismo. Entre en el gran edificio. Revisé los mensajes del señor Castle donde me decía cuál era el aula era la de las niñas.
Sun estaba en 1° de infantil, y Hae en 4° de infantil. Seguí el pasillo hasta llegar al aula 1B, de infantil. Los padres, la mayoría madres, entraban por sus hijos dentro del aula y la profesora estaba a cargo de que cada niño se fuera con su respectivo padre/madre.
Entre detrás de una señora, era mi turno. Me dirigí directo a Sun y la sujeté en brazos, para después dirigirme a la puerta. Pero la profesora me cortó el paso.
- ¿¡Quién es usted!? —Gritó enfurecida la profesora, dándome un susto.
- Soy su padre. —dije relajado, aún asimilando el susto.
- Usted no es su padre, yo lo conozco. Deje a la niña en el suelo o llamo a seguridad
Esto ya empezaba a cansarme, ¿¡en serio no ve que tiene toda mi jodida cara!?
- Es mi hija, soy el señor Min. Ella es Min Sun. ¿¿No ves que tiene toda mi cara??
- Pero su padre es Joan…
Mi cara de molestia era muy grande, ¡NO, NO LO ES!
- No, su padre soy yo.
- Papá tengo hambre, otro día discutes con la señorita Hollan
La pequeña jugaba con mi collar, mientras hablaba tenían un puchero molesto. Suspiré profundamente. Esto no es el sitio ni el lugar para discutir con la señora. Saqué mi placa del bolsillo trasero de mi pantalón y se la mostré.
- inspector Min, ¿contenta? Si me disculpan, me queda aún una hija por recoger.
Salí con la cabeza bien alta de esa clase, lo que no sabía es que en el aula 4D, me iba a pasar lo mismo. "Tu no eres su padre, es Joan". Jeon Joan… te estoy cogiendo mucha tirria, y se que en parte tu no tienes la culpa.
Salimos de la escuela y subí a las niñas al coche, até primero a Sun en su sillita para el coche y después fui por Hae. Ya listos, arranqué el coche para dirigirme a casa de Teo.
- ¡papi! ¿¿A qué no sabes que he hecho hoy??
Dijo emocionada, mientras ponía voz de interesante. Sonreía de manera pilla… creo que me va ha ser difícil verla crecer y parecerse cada vez más a Hee. Dolía recordar cómo la perdimos y qué la pequeña jamás pueda conocer a su madre biológica.
- Haber cuéntame ¿Qué pasó hoy?
- gané una estrella, por quedar la primera de la clase. La señorita me felicitó y dijo que era de las mejores de la clase.
- Wow, eso está genial. Y tú Sun, ¿cómo fue tu día?
- la castigaron en el recreo papá… —incrimino Hae.
- No es verdad… —Se defendió la pequeña cruzándose de brazos.
Las dos empezaron una especie de pelea. En la que no tenía ni idea de cómo entrar.
- Si lo es, te pasaste el recreo castigada con la señorita Hollan.
- ¿Qué pasó Sun? ¿Por qué te castigaron?
La pequeña no respondió, se limitó a agachar la mirada. Totalmente la personalidad de su madre.
- La señorita Hollan lleva pidiendo una reunión con mamá una semana, pero Sun no le da la nota a mamá.
- ¿Por qué no le has dado la nota a mamá, Sun?
- No quiero que me castigue, Papá…
Suspiré pesado, mientras apartaba el coche en el parking de Teo. Coche que me tocó comprar a Teo, después de habérselo rallado.
- Llamaré luego a mamá, ya han pasado dos meses y sigue sin hablarme.
- ¿¿Pero y si me castiga sin fiesta de cumpleaños??
- So lo hará, lo prometo.
Los tres salimos del coche y subimos al apartamento. Yeontan en cuanto vio a las niñas, se dio la vuelta a toda prisa y corrió por el pasillo a esconderse. Tarde Hae ya le vio. Sun se fue directa al sofá. Deje sus mochilas en la cajonera de la entrada y sus pequeños abrigos en el perchero.
- ¡Yoongi-ahh! ¡Esta mañana te fuiste sin recoger tu habitación!
- ¿Aún sigues aquí, hyung? ¿Cuándo piensas volver a Corea?
- Cuando haga de cupido y vuelvas con Castle.
- ¿Xómo estás tan seguro de que eso pasará? Ella ya lo ha dejado bien claro, no va ha volver conmigo. No pierdas más el tiempo, Jun.
Me senté en el sofá, junto a Sun. Esta se acomodó, apoyando su cabeza en mi regazo. Mientras yo le acariciaba el pelo. Jun se sentó frente a mí.
- Tú mismo sabes que no es verdad, ella aun te quiere. Le importas demasiado y se culpa por eso. Su orgullo puede con ella. Y tu no pones de tu parte.
- Lo estoy intentando Jun, había conseguido acercarme a ella… pero nos acostamos y todo volvió a la misma mierda de antes.
- ¿No podías aguantar o que? no entiendo como puedes dejarte llevar por un momento caliente o de necesidad. ¿¿Tanto lo necesitabas como para joderlo todo de nuevo??
- Jun, llevaba 3 años sin mojar el churro. Sabes perfectamente que no he estado con nadie más desde que empecé algo con Castle.
- que vulgar eres… Cada vez te pareces más a Jonh. Solo que él está mucho más necesitado, el pobre. Hasta Joseph y Jimin consiguieron pareja, tú tienes dos hijas. Teo tiene casa propia y perro. Joan tiene a tus hijas y a Castle… y yo estoy por casarme. Solo queda Jonh, quien no tiene nada…
Hablaba mientras tomaba un té, tenía sus piernas cruzadas y miraba atentamente a la pequeña Sun. Quién estaba concentrada en los dibujos.
- Tampoco seas así, Jonh tiene una escuela de idiomas. Él es feliz dando clase a niños de 7- 12 años. Además vive con Joseph y conmigo.
- ¿Y cuando Joseph se case y se vaya a hacer su vida?
- Aún estaré yo.
- ¿Y tú qué? ¿Y si vuelves con Castle? ¿Te quedarías en New York o la convencerías de volver a Corea?
- Tengo muchas dudas de que eso llegue a pasar, pero tengo claro que preferiría que las niñas se criaran en corea. Por seguridad, New York no es muy seguro para vivir.
- Eso es cierto, por lo poco que llevo aquí. No lo veo nada seguro, para criar dos niñas… pero seguramente sea por la gran diferencia cultural, entre los dos países.
- ¡¡Papá!! ¡Tannie se ha escondido debajo de la cama del tío Teo!
Grito desde el pasillo, con un tono de molestia. Hae es demasiado activa, literalmente no para quieta ni un segundo.
i - ¡Hae, deja al pobre perro!
- Pero no quiere jugar conmigo papá…
La pequeña apareció con los brazos cruzados y de morros.
- Ven con papá, veremos otra cosa ¿vale?
Dije mientras abría mis brazos esperando que viniera a ellos, así lo hizo. Pasamos la tarde viendo películas y jugando extraños juegos de niños que hay hoy en día… Ahora aproveché para ponerme a trabajar, hice varias llamadas a familiares de las víctimas. Y otra a Corea, a mi equipo de allí. Pero todo fue interrumpido, cuando la pequeña de cabello n***o entró en la habitación. Al menos no era Hae… quien tiene preso a Jun.
- Tengo hambre papá
- Estoy trabajando Sun, ya habéis merendado.
- ¿Papá tú te vas a ir?
Deje lo que estaba haciendo y me centré en la pequeña, suspiré, para después sentarse en mi regazo.
- ¿Como que si me voy ha ir? ¿A dónde?
- a corea. ¿Te vas a ir de nuevo?
No sabía qué contestar, seguramente en unos meses me tenga que volver a ir a Corea. Pero no quiero abandonarlas, ni que ellas sientan que están siendo abandonadas
- Es complicado, pequeña… Papá tiene el trabajo allí ¿lo sabes verdad?
- Lo sé, ¿por eso peleáis mamá y tú?
Estos niños cada vez son más listos.
- Nosotros no peleamos… solo tenemos algunas diferencias.
- ¿Por eso no vivís juntos?
- Mamá tiene su casa y yo tengo la mía, eso es todo. Yo trabajo en corea y tu madre aquí.
- ¿Entonces ya no quieres a mamá? ¿por eso esta Joan con nosotras?
Como odio que nombren a Joan. Me quema… me enfurece.
- Sun, yo amo a tu madre más que a nada en este mundo. Obviamente menos que a ti y ha Hae, vosotras vais por encima de todo. Y sobre lo de joan, eso ya es cosa de tu madre.
La pequeña iba a salir con más preguntas, pero la corte en seco.
- Es hora de dormir un poco la siesta ¿verdad?
- Ya es tarde papá
- Solo son las 7 de la tarde, además eres una Min. No hay hora límite de siesta.
Dicho eso, conseguí dormir la en 10 minutos. Si, es hija mía… Por poco me quedo dormido yo también. La dejé acostada en mi cama y salí de la habitación, para encaminarme a la sala. Donde Jun tenía su mano en el puente de su nariz, mientras estaba sentado en una sillita rosa en la que apenas cabía. Hae le daba el té, mientras le hablaba de miles de cosas. En cuanto me vio se le iluminó la cara.
- ¡Tu padre! ¡El puede jugar contigo! Yo debo ir a tomarme un buen café, el té falso, no me hace nada.
Se levantó de la silla, pero esta seguía pegada a él. Volviendo cómica la situación.
- ¡Tienes el culo muy gordo tío Jun!
Dijo de manera pilla, mientras se escondía tras mis piernas, por protección.
- ¡Será mocosa!
Ayude al mayor a quitarse la silla, deje a Hae entretenida pintando y me dirige a la cocina. También necesitaba un café y despejarme.
- ¿Por qué tan serio?
Este me dio la taza, con el café solo.
- Sun me ha hecho muchas preguntas, sobre mi relación con su madre…
- Ouh… ¿y qué le dijiste?
- Que aun quería a su madre, pero que mi trabajo estaba en corea y por eso vivía allí, lejos de ellas tres.
- Pobrecita… debe estar tan confusa. Por un lado tu eres su padre, pero Joan también es en parte su padre… la ha criado y está día a día con ella. Su cabeza debe estar hecha un lió siendo tan pequeña.
- ¿¡Y que hago hyung!? Fui egoísta lo se, pensé solo en mi y la dejé sola cuando más me necesitaba, ¡pero yo tampoco estaba bien en ese momento! Me deje llevar por la rabia y me cegue, perdiendo a mi familia… mi familia, me hizo perder, a mi verdadera familia.
- Nunca mejor dicho.