Estuve esperando por 15 minutos a Joan, justo este regresaba, con su teléfono en mano. Se sentó a mi lado de nuevo. Y suspiro.
- Me ha dicho que entre esta semana llamara, está un poco ocupado con un caso de agresión entre una pareja.
- Lo entiendo, no hay problema. Llevo 2 años y medio esperando un divorcio, puede esperar una semana más.
- Sabes que San no te lo va a poner nada fácil. El no quiere ningún divorcio y si no llegan a un acuerdo, llegarán a los juzgados y lucharán por la custodia de las niñas. ¿Estás segura de eso?
- ¿Y qué puedo hacer si no? Quiero pasar página de una vez, tengo derecho a rehacer mi vida… ¿y si el día de mañana quiero casarme? No puedo, porque ya estoy casada. Fue la mayor estupidez que hice… Las Vegas tenían que ser.
- Admite que fue muy bonito… Jun no dejaba de llorar. Fue una boda en la que solo estábamos nosotros, ni tus padres estaban. Yo era el padrino y Yauren la Madrina.
- Fue bonito, pero meses después todo se jodio y terminé yéndome de Corea con una Hae de apenas un año y algo y con un bebe que ni llegaba a los 4 meses.
- Lo se, estaba contigo. Vivía más con vosotros que en mi apartamento de enfrente en ese entonces.
- Tu y Yeo me ayudaron mucho. Wow hace tanto que no veo a Yeo…
- Jun me dijo que está terminando de estudiar aun en el campus. Se gradúa este año si mal no recuerdo, pero no habla con San, su relación de hermanos esta delicada.
- Me siento mal por no haber seguido hablando con él, es el tío de las niñas…
- No te preocupes, yo hablé con él varias veces con Jun. Entiende que dejarás de tener contacto con todo lo que significaba Corea en sí. El ni vive con San, discutieron y dejaron de hablarse. No se si ya han retomado otra vez su relación de hermanos.
Suspire pesado mientras me levantaba, el chico me miró fijamente.
- ¿A dónde vas?
- Saldré a correr, así aprovecho me da el aire y sacó a Zheus
- Voy contigo, Zoe también tiene que salir.
Los dos subimos a cambiarnos, después entre los dos hicimos la cama. Ya en la entrada, ate a los dos perros.
- ¿Lista para perder, Caslte?
- No lo sé, ¿y tu Jeon?
Los dos somos bastante competitivos en algunos aspectos. Sobre todo Joan y los deportes, a mi me hace gracia retarlo y molestarlo. A pesar de saber a ciencia cierta, que él va a ganar.
Estuvimos por Central Park, necesitaba mucho respirar aire libre, correr y descargar todo el cuerpo. Después compramos unos cafés y nos sentamos en el césped, mientras los perros jugaban a lo suyo.
- ¿Alguna vez echas en falta corea?
- En ocasiones, pero bastante pocas. Sí que añoro el campus, pero solo eso. Soy feliz aquí, tengo una buena empresa, un buen sueldo. Tengo amigos de la infancia aquí y mi familia está aquí. ¿Qué más puedo pedir?
El chico tiraba la pelota a los dos perros, Zheus se la traía al instante.
- ¿Deberíamos empezar con la mudanza, no crees?
- Si. De hecho espero que para el mes que viene, estemos medio instalados allí.
- Seguro que sí. Si nos damos prisa, lo conseguimos.
- Había pensado en ir esta tarde a comprar los muebles… podemos dejar a las niñas con San o que él las recoge de la escuela.
- Si si, perfecto. Prefiero no dejarlas con mis padres aun.
- ¿Le envías tú el mensaje o lo llamas? puedo decírselo a Teo si lo prefieres…
- No no, lo llamaré ahora. Vuelvo en unos minutos.
El chico asintió, me levanté mientras él siguió jugando con los dos perros. Saqué mi teléfono y seguí caminando esperando a que contestara. Tardó justo dos tonos en contestar.
《 - ¿si, Castle?
- hola, San. 》
Estaba muy tensa, demasiado. No he vuelto a hablar con él, desde lo que pasó entre nosotros.
《 - ahora si me hablas ¿no?
- San, no empecemos por favor. Lo que pasó, jamás debió pasar ¿vale? No se va a volver a repetir y mucho menos voy a cambiar de opinión hacia ti.
- pues fijate que no decías lo mismo esa noche. Dime que no te recordó al campus, porque yo si que volví a ese tiempo mientras lo hacíamos. 》
Me limité a suspirar profundamente. No quiero recordar ese tiempo, no quiero volver a pasar por eso.
《 - ese día hablamos como antes, volvimos a esa época. Donde éramos tú, yo y una botella de vino.
- no quiero volver a esa época, no volveré a ser la misma idiota, San. La cagaste, asume lo ya. Ve a recoger a las niñas, al menos haz tu labor de padre con ellas, porque el de esposo, lo jodiste entero. 》
Sin más colgué. Sentí unas inmensas ganas de llorar horribles. Volví junto a Joan, me senté de nuevo a su lado. No tarda en desinflarme y empezar a llorar
- ¿Hey qué te pasa? ¿Fue hyung?
Negué, tampoco quiero meter a Joan en esto. Él ya tiene suficiente con encargarse de las niñas. El chico me levantó y me sentó entre sus piernas, para después rodearme con sus brazos.
- Tranquila, todo va a estar bien, lo sé.
{♧▪︎♧}
Dos semanas después, ya tenemos casi toda la mudanza hecha. He comenzado a hablar de nuevo con mi padre, pero no con mi madre. Al fin y al cabo, mi padre no tuvo nada que ver.
Estábamos a jueves, hoy terminabamos la mudanza. Estaba desempacando las cajas, mientras Teo y Yauren me ayudaban. Joan, Jun y Jimin estaban recogiendo las últimas cajas. Jun insistió en quedarse nuestro antiguo piso. No nos importaba, así que se lo dejamos.
Las niñas estaban con San, él las recogió del colegio y se las ha estado quedando esta semana. Con la mudanza era difícil tenerlas en casa, sobretodo a Hae que lo toca todo y no para quieta.
- Uf ya no estoy para estos trotes…
- Yauren deja eso, te lo he dicho ya tres veces. No se ni porque has venido tu.
- Ya ya, ya tengo bastante con Jimin, no hagas de mi niñera tú también. Te echaba de menos y como no vienes al trabajo, me toca venir a ti.
- Esta semana empiezo, lo prometo. Me pedí unos días para la mudanza. Pero seguí trabajando desde casa. Ayer estuve hablando por teléfono con Lee Donghae. Me comentó que lo estaba pasando mal, tiene miedo a salir a la calle, no sabemos si el asesino también quiere acabar con él, ni que significa esa hora. No tenemos un día… nos falta una pista o un cuerpo más por encontrar.
- Me da miedo vuestro trabajo… me quedo con mis diseños.
- Tú conocías a Lee Dong, ¿cierto?
- Si, una vez diseñé ropa para un papel que hizo en una serie. Era un hombre bastante agradable, al menos conmigo lo era.
- Por si acaso, no salgas mucho de casa. Estuviste con él y no quiero que te pase nada ¿vale?
- Vivo con San, estaré a salvo.
Terminamos de desempacar las cajas, les di unos aperitivos, en lo que esperábamos a los demás chicos. No tardaron en llegar, comimos todos unas pizzas que pidió Joan. El ático era muy elegante y muy grande. Literal era tres veces más grande que el nuestro anterior. Este tenía hasta gimnasio y un despacho para mí. Mientras que en la otra apenas había dos habitaciones y dos baños.
Eran tonos blancos y negros, estilo Joan. Pero en cierta parte, me recordaba a San. El estilo era muy él, demasiado.
Terminó la comida y los chicos se fueron, quedando sola con Joan.
- Deberíamos inaugurar el apartamento ¿no crees?
Preguntó mientras se quitaba la camisa azul cielo que llevaba. Sonreía de manera pícara mientras me miraba fijamente.
- ¿Seguro?
- Tenemos que aprovechar que no están las niñas ¿no? Luego siempre me dices que no hagamos ruido para no despertarlas y que nos vean de esa forma.
- Cierto… Bueno está bien, hagámoslo.
- ¡Si! ¡Iré encendiendo la PlayStation! Tú preparas las palomitas.
Dicho eso, se fue para la sala, dejándome en la cocina. Es tan infantil… sonreía negando con la cabeza, mientras metía el paquete de palomitas en el microondas.
Prácticamente nos tiramos hasta la una de la madrugada jugando cientos de juegos de la PlayStation. Joan me enseño las últimas Demos que ha sacado. Él es igual de adicto a su trabajo que yo.
- Tengo sueño… Me voy a la cama, no tardes en subir a dormir Joan.
Sonó más a regaño, es capaz de pasarse toda la noche jugando. Subí las escaleras después de darle un beso en la mejilla. Entre en la habitación principal, me cambié de ropa. Y mire por la enorme cristalera. Lo peor de este apartamento es que está al lado de él, de mis padres y justo frente de él de Teo. Literal veo su casa desde aquí. Tiene las luces encendidas de la sala. Me jode tanto, pero a la vez me gusta tener cerca a los chicos. La empresa de Joan está a dos manzanas, la escuela está cerca igual que la comisaría. Mejor sitio no había. Cansada me eché en la cama, la habitación es tres veces más grande que la anterior. Incluso la cama es más grande. Me estaba costando quedarme dormida, no dejaba de dar vueltas. Ni siquiera cuando subió a dormir Joan, estaba tranquila. No podía dormir.
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Mientras tanto en el edificio de enfrente.
Punto de vista de San
- ¡Hae! ¡Min Hae! Vuelve aquí, estás en ropa interior y recién salida de la ducha, ¡no te lo repito Min Hae!
- San las niñas deberían estar durmiendo ya, ¿¡viste que hora es!?
- No me metas más presión, Teo. Por favor encárgate de Hae en lo que voy a vestir a Sun… la deje encima de la cama enrollada en una toalla.
- Ve, me conseguiré atrapar a Hae.
Suspire no muy convencido, terminé volviendo a mi habitación.
- No Sun hija aun no te duermas, déjame ponerte el pijama primero…
La pequeña estaba totalmente dormida, enrollada tal cual burrito, con la toalla. Me tocó vestir la dormida. Que es el doble de difícil que hacerlo despierta, Sun duerme como un tronco, bien rígido.
- La tengo Hyung.
Traía a la niña tal cual saco de patatas. Mientras esta se retorcía. La dejó sobre la cama.
- Termine mi trabajo, ahora sí me dejan de una vez, iré a dormir. No hagan ruido, Tannie tiene que dormir sus 8 horas.
Sin más, salió de la habitación. Hae tenía intención de volver a escaparse pero la cogí a tiempo. Es tan escurridiza… ¿¿como lo hace Castle??
- Por favor Hae, papá te ruega que te estés quieta. Una hora aunque sea… no debí daros azúcar… ya no va a ver más pasteles en lo que os queda de niñez.
- ¿Y mañana qué? Voy a comer tarta del cumple de Sun papá.
- Mañana come todo el que quieras, total Joan se hará cargo de ustedes. Pero a mamá no la molesten ¿vale?
- A Joan sí, pero a mamá ¿no?
- Exacto, aprendes rápido… a dormir.
Dije cuando ya tenía su pijama puesto. La niña asintió, para después meterse en la cama. La deje jugando con el IPad de niños. Y me metí en el baño. Necesitaba cinco minutos para mi. Mañana me ducharía, ya que no me han dejado.
Me asee, lavé los dientes y salí. Hae se había quedado dormida con el iPad en la mano. Se lo quite con cuidado y lo puse en la mesita de noche. Después arropé a las dos pequeñas y di un beso en la frente a casa una. Me tumbe al lado de Sun, las observé por un buen rato dormir.
Sun empezó a moverse,hasta llegar a abrazarme. Sonreí tontamente, mientras la rodeaba con mis brazos. Deje un beso en su cabeza, para después cerrar mis ojos y caer en un profundo sueño.