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2209 Words
Me levanté temprano. Había quedado con Rick, para recoger a las dos niñas. Me vestí rápidamente y salí de la habitación del hotel. Después de lo de ayer, me sentí bastante mal… Pero yo me gane, eso. Me gane su odio, fui todo un imbécil que solo pensó en sí mismo y no en su familia. Si ese soy yo. Salí del hotel, me dirigí al Mercedes gris, que estaba en la entrada. Era eo. Entre en este. — Hey ¿qué pasa hyung? — Te envío Jun ¿verdad? El chico afirmó con la cabeza, mientras apretaba los labios. Mi relación con Teo y Joan no está nada bien. Desde que nos graduamos en el campus, nuestros caminos han estado separados. Teo se vino a New York, para seguir su carrera de modelo. Y Joan se vino a New York, con Castle. Me dolió bastante eso. Pero no tengo ningún derecho a quejarme… — Así es, me dijo que estabas aquí. Jun hyung no quiere que hagas una estupidez, por eso estoy aquí. — No haré ninguna estupidez, Teo. Solo he venido para estar en el cumpleaños de mi hija, y pasar al menos un día con mis dos pequeñas. No haré nada que me impida estar con ellas ¿contento? El chico asintió, mientras arrancaba el coche y empezaba a conducir. — ¿Hablaste con Khloe? — si, pero justo llegó Jeon Joan… El chico que siempre aparece en el mejor momento. El chico suspiro, mientras seguía atento a la carretera — Joan no tiene la culpa, de que seas un idiota. — Lo sé, y eso me jode aún más. Jeon Joan el chico deportista, empresario y multimillonario… ¿Cómo competir con eso? Las niñas lo adoran, solo tenías que ver cómo lo miraba Sun. Lo adora. — Tienes que entender que ellas prácticamente se han criado con Joan. Joan se ha encargado de mantener una familia, que tú no te has molestado en atender. ¿Quieres recuperarlas? Pues se el padre, que deberías ser. Y deja de ser un cretino egoísta. Teo es el más sincero de los chicos, junto a Jun. Siempre son claros y directos. Me jode que tenga razón en todo… Pero sé que lo hace por mi bien. — Lo sé, Teo. — ¿Cuánto tiempo estarás en New York? — No lo sé, tengo vacaciones indefinidas. No sé cuánto tiempo estaré aquí. — Puedes quedarte en mi casa, hyung. No puedo dejarte en un hotel, hoy mismo te vienes a mi casa ¿entendido? Así las niñas se podrán quedar a dormir… — Gracias Teo, te debo una. — Aunque seas un cretino, sigues siendo mi hyung. El chico aparco frente al edificio de los Castle. — Toma, son las llaves de mi ático. Ve allí con las niñas, de paso saca a pasear a mi pequeño tanni. — Está bien, nos vemos Teo. Este se despidió de mí con un gesto de mano, bajé del auto y me dirigí a la entrada del edificio. El portero me abrió la puerta, crucé el pasillo hasta el ascensor. Justo de este salía Joan. Llevaba unos jeans negros ajustados y una camisa blanca y una americana negra. Rodé los ojos, al verlo. — ouh hyung… — Joan, buenos días. Soñé bastante cortante, no fue mi intención. Pero así me salió. — igualmente, hyung. Tenga buen día, debo irme. Sin más me hizo una reverencia, para luego irse a toda prisa. Suspiré, para después entrar en el ascensor y apretar a la última planta. Llegué a esta, bajé del ascensor y crucé el pasillo. Llamé a la puerta, tardaron unos minutos en abrirme. Fue Rick quien me abrió la puerta, con los brazos abiertos. Con Rick nunca perdí la confianza, hablamos a menudo, ya que él también se quedó más tiempo en corea, cuando pasó todo. — ¡San! Me alegro de verte de nuevo. El señor se hizo a un lado, dejándome pasar. Entre en el apartamento, Hae vino directa a mi, abrazo mis piernas. — ¡papá! ¡Has venido! Me agaché a su altura, y alcé su barbilla, para que me mirase. — te prometí que pasaríamos el día juntos. — Son todo tuyas, yo debo ir con Kate a un nuevo caso. — ¿nuevo caso? — si, es un caso que seguramente pase a Khloe. — ¿Cuándo apareció? — Por lo que se, encontraron el cadáver de un hombre asiático, de unos 35 años. Lanie no nos ha dicho más. Dijo mientras me pasaba a la pequeña Sun, que estaba en sus brazos. — entiendo… — pasen un buen día, nos vemos. Ah una cosa más, San, puedes coger el coche de Alexis, no lo necesitará. Se despidió de ambas niñas y salió del apartamento. Me quedé solo con las dos niñas. — ¿Qué haremos hoy papá? — Primero iremos a desayunar, muero de hambre. La pequeña Hae sonrió, para después agarrar la mano que tenía libre. Ya que la otra la ocupa Sun, que está en mis brazos. Cogí con dificultad las llaves rosas del coche de Alexis y salí del ático de los Castle. Bajamos en el ascensor, hasta el parking subterráneo. No fue difícil encontrar el Maserati rosa… Abrí el coche, por suerte estaban las sillitas de las niñas, para el coche. Sente a las dos en sus respectivas sillas y les puse su cinturón. Después entre en la parte del conductor y arranque el coche. Salimos del parking Punto de vista de Khloe. Joan se había encargado de llevar a las niñas, con mis padres. San las recogería allí después. Me tuve que levantar muy pronto, por una llamada de Lauren. En la que me decía que tenía un nuevo cadáver y que debía ir de inmediato. Así que eso hice. Llegue a la escena del crimen, ya tenían todo precintado. Crucé la cinta color amarillo y negra, hasta estar delante de Lauren y el cadáver. La chica observaba cada detalle del cadáver, en busca de alguna prueba. — ¡Buenos días! — tanta emoción por un cadáver, Lauren… — ¡Es un nuevo caso! Vamos si a ti también te encanta esto… Dijo mientras me señalaba con unas pinzas en la mano. Rodé los ojos. — ¿Qué tienes? Dije mientras veía como se acercaba Jackson, con dos cafés en la mano. — buenos días, compañera. Me dio el café, mientras me robaba una sonrisa. Una larga historia, como Jackson acabó siendo mi compañero. — Es un hombre, evidentemente. De unos 35-40 años y de origen asiática. Puedo deducir que la muerte es por este disparo en la cabeza, pero veremos más avances cuando le haga la autopsia en el depósito. — Está bien, ¿Jackson, tienes la identidad de este hombre? — Así es, jefa. Su nombre es Lee Mark. Es un conocido actor coreano… Escuché que San está aquí, tal vez nos viniese bien su ayuda. Suspiré pesado, para después dar un largo trago a mi café — pienso igual que Jackson, según lo que puedo ver y deducir, fue un ajuste de cuentas o de bandas. — Tal vez tenga algo que ver con Corea. — no insistan. Lauren espero los informes de la autopsia. Sin más me aleje, con Jackson siguiéndome los pasos. — espérame, ¿podemos hablar? Me giré para encararlo. Justo estábamos al lado de mi coche. — ¿Qué quieres, Jackson? — se que no estás bien, ¡te conozco! Somos amigos, me preocupo por ti. — a ti no te puedo mentir… Como ya sabes, San está aquí. Creo que eso lo dice todo — hablemos, mientras vamos para comisaría. Asentí, ambos subimos a mi coche. Arranqué y nos dirigimos a comisaría. Durante el trayecto íbamos hablando. — ¿cómo te sentiste al verlo? — mal, me sentí como una mierda. Me dolió verlo, sobretodo porque no lo esperaba. Sentía una gran importancia — Si te soy sincero, creo que deberíais hablar. Aclarar algunas cosas, por el bien de las niñas. — Lo sé, pero no me salen las palabras al estar a su lado… — le dijiste al menos que fuese a la cena de Jimin ¿verdad? — si, se lo dije. Me costó, pero se lo dije. — Eso es un buen principio, ¿las niñas están con él? — si, las recogía en casa de mis padres. Llegamos justo a la comisaría, para que el coche, en la entrada. Y bajamos los dos, para entrar en la comisaría. — ponte a llamar a los familiares de Lee Mark, y con el manager. — Está bien, voy de inmediato. Nos vemos en la comida, aún tenemos una conversación pendiente ¡campañera! Negué con la cabeza mientras sonreía, al ver al chico alejarse. Jackson es un buen compañero, dejó atrás muchas cosas de su pasado, para superarse y centrarse en un buen futuro. Es admirable, por su parte. Me dirigí al despacho de mi madre, está estaba sentada en su escritorio. Mientras tomaba su café y revisaba un par de informes. Me senté enfrente de ella, mientras dejé salir un largo suspiro. — buenos días — lo serán para ti, mamá. Tenemos un nuevo caso — Lo sé, yo te asigne ese caso. ¿Recuerdas? Dijo sin mirarme, seguía centrada ha lo suyo. — La víctima es Lee Mark, 37 años, es un actor reconocido en Corea. — oh ¿es coreano? Tal vez debas hablar con San de esto. Él podría ayudarte en el caso. — No creo que sea bueno que trabajemos juntos, mamá. — Lo necesitas para el caso, él es uno de los mejores inspectores de Corea. Es algo profesional, Khloe. — me lo pensaré, ¿vale? — habla tú con él, o le asignó el caso a él. — ¡mamá! Es mi caso. — lo se. Pero sabes perfectamente que lo necesitas. Resople, para después salir del despacho, molesta. Me dirige a mi mesa. Punto de vista de San Estaba en Central Park, dando un paseo con las niñas. Tenía pensado llevarlas al famoso Zoo Las había comprado un helado a cada una, y nos encontrábamos sentados en el césped. — ¿Papá, por qué no vives con mamá? — Es complicado, Hae. Papá fue un gran idiota, con mamá. Hablé mientras le limpiaba la cara a la pequeña Sun, esta tenía la cara llena de chocolate. Se me hacía adorable, las necesitaba tanto. — ¿mamá te echo de casa? — no, yo solito me fui. Me dejaba pasmado la madurez que mostraba, la pequeña Hae. Sin duda Hee estaría orgullosa de la hija que tuvo. Muchas veces, los gestos que hace la pequeña me recuerdan mucho a Hee, supongo que Khloe sentirá lo mismo, ya que ellas dos fueron aún más unidas. — Entonces ¿mamá y tú, no os queréis? Suspiré, aclare mi garganta. — No cariño, yo quiero muchísimo a tu madre, igual que a vosotras dos. Eso tenlo siempre claro ¿vale? Papa, os ama muchísimo a las tres. La pequeña sonrió, para después dejar un pequeño beso en mi mejilla. Estuvimos un rato más jugando en el césped, mientras hablábamos. Pero una llamada nos interrumpió. Conteste de inmediato. — ¿si? ~ Soy yo. — ¿quién? ~ ¡Pues yo idiota! , ¿¡quién más va a ser!? — oh eres tu Hyung. ~ Si se que me vas a tratar así, no te llamo. ¿Dónde estás? Escucho mucho ruido. Las dos pequeñas reían mientras escuchaban al chico quejarse por el teléfono. — ¡tío Jun! — ¡junnie! — ¡ohh mis pequeñas princesitas! ¿¡La están pasando bien, con el aburrido de su padre!? — ¡oye! ¡Te estoy escuchando, está en manos libres, hyung! — ¡Vamos al Zoo tío Junnie! — qué bueno, niñas. Si se aburren con él, no duden en decírmelo y tío Junnie estará ahí de inmediato —¡Entendido tío Junnie! Las niñas siguieron jugando, mientras yo seguí con la llamada. — ¿viste a Khloe? — si, la vi anoche, cuando fui a ver a las niñas. — ¿y? ¿Cómo fue? ¿Hablaron? — tu querido mocoso, interrumpió nuestra conversación. — ¿Joan? ¿Qué hizo? — justo entró en el apartamento en el peor momento. Sun lo adora hyung… Estoy seguro de que si le dan a elegir, se va directa a Joan. — no exageres, entiéndelo ellas han sido criadas por Joan, San. Además Hae te adora, solo debes pasar más tiempo con ellas. Demuestra que tu eres su padre. — eso intento, hyung. Me resigne. — ¿Irás el sábado que viene a la cena de Jimin? Yo estaré por New York el viernes, con Nam y Joseph. — Aún me lo estoy pensando, no puedo mirarla a la cara hyung y menos aún a Joan. — no digas tonterías, espero verte allí el primero. Debo colgar. Sin esperar respuesta ya colgó el teléfono, iba a guardar este. Pero volvió a sonar — ¡Ya hyung, no me cuelgues así! ~No soy Jun… Soy yo, San. — ¿Castle? Perdón, ¿a qué se debe tu llamada? ¿Es por las niñas? ~ no, necesito que me hagas un favor…
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