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2166 Words
Estaba en la ducha, escuché como se abría la puerta del baño. A los segundos escuche como se lavaban los dientes, ahí ya supe que era Joan. - ¿Caslte porque estaba San con mi bata de Iron Man? Suspire mientras dejaba que el agua caliente recorriera todo mi cuerpo. - Joan luego hablamos, ahora no es el momento. - Castle esto no está bien. Él te hizo daño, no dejes que te haga más daño. Salí de la ducha poniéndome una toalla, quede frente al chico, con cepillo de Marvel. Me miraba con un tierno puchero molesto. - No te hagas más daño con el… Ya te he visto muy mal por su culpa, no quiero que vuelvas a encerrarte y llorar por un idiota. Lo sé, es mi hyung, pero es un grandísimo imbécil. - Estoy hecha un lío Joan, no se que hacer o qué pensar. Por momentos parece el de antes, el chico con el que me casé y con el que tuve una hija… pero otras veces vuelve a ser esa persona solitaria, persona que va por libre, sin importar a quien deje detrás. - No puedes pasarte toda tu vida estando pendiente de una persona a la que ni le importas lo suficiente como para ayudarte con un recién nacido. Tienes que valorarte como persona y como mujer. San es un cretino que no va a cambiar de la noche a la mañana… Entiendo que quieras intentarlo por tus hijas, pero promete que si no sale bien, lo olvidarás para siempre. Min San quedará en el olvido - Aún no se, si lo quiero intentar Joan. Tengo miedo… - pase lo que pase, estaré siempre contigo. Somos una familia, Castle. - Me siento una egoísta contigo Joan… El chico me abrazó, correspondi. - No lo eres, me diste todo lo que tenías, a día de hoy me sigues dando todo lo que tienes, sin importar que sea poco o sin esperar nada a cambio. Me diste una casa, comida y una familia. No estás siendo egoísta. - ¿¿Por qué las cosas no podían ser más fáciles?? - La vida es como un juego, Caslte. Si el juego es fácil, todo el mundo se lo pasaría a la primera y llegarían a la meta demasiado jóvenes. Si el juego es difícil, tardarás más en llegar a la meta, aprenderás más y llegarás con la edad apropiada para terminar la partida y decir adiós. - Los juegos lo son todo para ti… - Y eso también te lo debo a ti. Gracias a ti empecé con los videojuegos como una profesión en vez de un hobbie. - Tu fuiste el que abrió una empresa de la nada. - Pero tu me dejaste el dinero. Osea que en parte mi empresa JeonGames es tuya. - No digas tonterías… - No son tonterías, lo puse en el contrato. La empresa es de los dos. No podía llevarme el mérito después de todo lo que hiciste por mi, esa empresa es tan tuya, como lo es mía. Y me gustaría que algún día, Hae o Sun la heredarán. Se que yo no voy a tener hijos y aunque así sea, les sigue perteneciendo el 50% de la empresa. - Wow no tenía ni idea de eso… ¿¡Cuando lo hiciste!? - Cuando cree la empresa. No se si recordaras ¿ese justificante que te pedí para ir al médico con Sun? - Si… fue de las primeras veces que Sun fue al pediatra por sus vacunas. - No era un justificante, era un contrato. En el que nos alabamos como socios. Hubiera sido más fácil si estuviéramos casados o fuéramos pareja de hecho. Pero no lo éramos, así que me tocó hacer eso. - Jeon Joan es usted un chico muy revoltoso. - Lo sé, señorita Castle. Por cierto, debería ir a vestirse o se resfriara. - Eso iba a hacer, pero alguien interrumpió mi ducha. - Si… siento eso, pero estaba tan molesto por lo de San… lo siento. - Hey no pasa nada, no es la primera vez que entramos al baño cuando está el otro. Ya van a ser 4 años los que llevamos viviendo juntos. - Ya hay la suficiente confianza para eso… te he visto de muchas formas, literalmente. Desde dar el pecho a Sun, te he visto cambiarte y te he visto hacer pipi. - Eso último no me lo recuerdes… aún te debo una. - Hice algo que debió haber hecho San en su día. Lo importante es que nuestra relación se ha hecho más fuerte con los años y espero que así sea por siempre. - Estoy segura de que así será. Los dos salimos del baño, entré en el vestidor y me cambié con un atuendo muy cómodo, de hecho era ropa de Joan. Menos los pantalones que eran unos leggings negros míos. Me vestí lo más cómodo posible para preparar toda la fiesta de cumpleaños de Sun. Antes de que llegaran sus amigos. Jun se encargaba de la comida, junto a San. Joan y yo decoramos la sala. Después llegaron Teo, Jimin y Yauren. Ellos también ayudaron. Intentaron felicitar a Sun, pero la vergüenza podía con ella y se escondía en los brazos de su padre, del que no se separó desde que entró en casa. Cuando ya estaba todo más o menos preparado y decorado, subí a cambiarme por algo más formal. Me puse un vestido n***o con encajes y algo apretado, pero sin ser demasiado extravagante. Lo diseño Teo, así que debía lucirlo, si no quiero ser regalada por él. En los pies llevaba unos tacones altos. A juego llevaba varios collares que Joan me había regalado durante estos años, a parte del collar que me regaló San cuando empezamos a salir, que aún lo llevo. Él todavía lleva el anillo de casado, yo lo tengo guardado en el joyero. Además vendrían muchas madres de amigas de Sun y la mayoría son muy estiradas con sus vestidos y bolsos de marca. Los chicos también venían elegantes, Teo le había traído ropa a San, pero ni cambiarse le dejó Sun. Tuvo que subir con él. Casi pega a Jimin por intentar cogerla en brazos… pero Hae se fue con él a jugar. Hae es mucho más sociable que Sun. Creo que a la larga tendré varios problemas con Sun y su vida social. Tampoco puedo decir nada, Yo tampoco soy la más social y su padre menos. Sin embargo, Hee era una chica muy sociable a la que le encantaba hablar con todo el mundo, como Hae. San, Joan y yo nunca le hemos ocultado a Hae quien era su madre, solo no le hemos dicho que ella fue asesinada. Le contamos que Hee murió enferma. Y que por eso San y yo nos encargamos de ella. Le prometimos a su madre que la cuidaríamos, que la cuidaría como si fuera mi hija, y eso hago. También vendrían mis tías Lanie y Jenny, junto a mi tío Ryan y Esposito y mis primos. Ellos vendrán antes que los amigos de Sun, para comer todos juntos. No se si estoy preparada para aguantar las críticas de la tía Jenny… La hora de la comida llegó, teníamos preparado todo el comedor, para comer todos. Ellos llegaron, Jun fue quien les abrió la puerta, llegaron junto a mis padres y mi abuela. Preferí sentarme directamente en la mesa, no tenía ganas de saludar a nadie. San se sentó a mi derecha y Joan a mi izquierda. Sun seguía en los brazos de su padre, y Hae estaba correteando por el comedor con Jimin. Nos sentamos todos a comer, evitaba mirar a mi madre y a la tía Jenny. Pero llegó el momento en el que ella hablaría. - Que raro es verte por aquí, San. No esperaba que te atrevieras a presentarte. El chico tenía claro que esto pasaría. Se limitó a suspirar. - Tía Jenny, no es el momento. - No lo defiendas, Khloe. Más bajo caes teniendo trato con este tipo. - Por favor, dejen el tema. - Solo estamos hablando y diciendo verdades, no entiendo qué hace este tipo aquí. Desde el primer momento que le vi, supe que era un cretino. - Será mejor que me vaya. - Si. Lo es. El chico tenía intención de levantarse, pero lo impidí. Me levanté yo. - No. No tienes porqué irte. La única persona que no pinta nada aquí, eres tú Jenny. Te pasas el día criticando todo lo que hago o digo. Y todo porque no estoy con tu hijo… es ridículo. San está aquí, porque Sun es su hija y porque le da la gana estar aquí, no tiene porque darte explicaciones a ti. ¿Por favor podéis iros? - ¿Qué? ¿¿en serio nos estas echando?? - Si, quiero que os vayáis de mi casa. No pintáis nada aquí y solo molestais. Os invite por el tío Ryan y Sarah. Lo siento por vosotros dos. El tío Ryan se levantó e hizo que su mujer e hijo lo hicieran. - Nos iremos, ¿Sarah puede quedarse? Asentí. Ryan me dio una sonrisa mientras asentía para después llevarse a su mujer e hijo. Él lo entendía. Pero no se atreve a llevar la contraria de su mujer. Me senté de nuevo, dando paso a que siguieran comiendo. - Oye… gracias. - Solo dije lo que pensaba. El chico me sonrió, para después centrarse en la pequeña y darle de comer. El resto siguió hablando mientras comían, Hae ya estaba en el regazo de Joan, comiendo. Me aparte de todas las conversaciones, estaba sumergida en otro mundo. Donde todo mi alrededor pasó a un segundo plano. Hasta que vi como todos habían terminado y ya se estaban levantando de la mesa. Me sentía mareada y aturdida. - ¿Estás bien? apenas has comido. - Si si, solo no tengo hambre. - Puedes ser sincera conmigo. - No estoy en mis mejores días… - ¿Estás en tus días? - Desde esta mañana, si. Me noto súper cansada, no tengo hambre y parece que estuviera en un maldito barco. - Ven, te prepararé un té, para relajarte. Lo acompañé a la cocina. Allí seguimos hablando, pero se nos unió Teo y Yauren. Mientras los demás terminaban de recoger la mesa y adornar todo para el cumpleaños. Me estaba agobiando, sobre todo cuando empezaron a llegar los amigos de Sun. El ático se llenó de niños y madres, todo era un caos. Tuve que ir con las madres, a pesar de no encajar con ellas. Normalmente es Joan quien va a las reuniones y se encarga de hablar con las otras madres, ya que a mi se me da de pena. Todas venían con sus extravagantes y lujosos vestidos, por no hablar de sus carísimos bolsos. Joan me ayudó a elegir escuela para las niñas, y él eligió una escuela privada bastante prodigiosa. Por mi hubieran ido a cualquier publicá, como hice yo. Mis hermanos pequeños, si que fueron a esta misma escuela privada. De hecho van al mismo centro. Solo que Reece y Jacke ya tienen 11 años. Me había sentado con las madres, pero sentía que no encajaba. Cada vez me dolía más la cabeza, incluso llegué a sentir náuseas cuando una de las madres le limpio los mocos a su hijo. Ese niño tiene un problema serio con los mocos. Incluso San encajo con dos padres que vinieron, hablaban entretenidamente al lado de la escalera. Joan estaba con los niños y Jimin jugando. - Joan es un encanto, con los niños… - Ojalá mi marido fuese la cuarta parte de lo atento que es él con los niños. - amh… - ¿Y quién es el otro chico? Le he visto varias veces recoger a Sun y a Hae. ¿Es familia de Joan o de Jun? - Oh no no, es el padre de Sun y Hae. Las tres madres me miraron confundidas. - ¿Pero no es Joan el padre? - No… él no es el padre. - Que fuerte, creí que era Joan, osea no vi a ese chico recogerlas nunca en estos años. - Es complicado, el trabaja en corea… - Uf y entonces él hace su vida en corea y tu te tiras a Joan - ¿Que..? Me estaba empezando a hartar de sus cuchicheos y risas en forma de burla. Por suerte llegó Joan. - ¿Están bien? ¿Necesitan algo más o quieren beber algo más? En lo que Joan las atendía, aproveché para escaparme al balcón. Me faltaba el aire y todo me daba vueltas. - ¿Estás bien? - No lo estoy mama… me estoy agobiando y todo cada vez es más pequeño, los niños no dejan de hacer ruido. Mi cabeza da vueltas - Relájate, respira profundo y suéltalo todo. Estoy contigo. Hablemos tranquilamente, siéntate. Obedecí, me senté en una de las sillas, ella hizo lo mismo.
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