- Quería disculparme contigo… Sé que lo que hice no estuvo bien. Pero lo hice por tu bien y sé que San no es una mala persona. Tuvo problemas, lo hizo mal. Lo sé. Pero el merece tanto como tu poder estar con sus hijas.
- Lo se mama, lo que me dolió fue que no confiaras en mi. En mi criterio como inspectora. Me diste a entender que por mí misma no llegaría a nada, que solo San sería capaz de llevar el caso…
- Sabes perfectamente que confío en ti ciegamente como inspectora. Pero es un caso en el que lo necesitabas, por la unión que tiene con Corea.
Suspire pesado, ella me abrazaba como cuando era pequeña.
- Lo siento, fui muy grosera contigo…
- Yo también lo siento, debí haber hablado primero contigo. Además vuestra relación amorosa no debería importarme, no volveré a meterme, a no ser que tu me lo pidas.
Nos quedamos un rato más hablando, solo de mirar el interior de la casa, me agobiaba.
- Si te encuentras mal, deberías subir y echarte un rato.
- Es el cumpleaños de Sun, no puedo irme mamá. Debería entrar, pero me asustan todas esas madres.
- ¿Por qué no mejor te quedas con Yauren? Está allí comiéndose los canapés que hizo Jun.
No lo vi mal idea, de hecho me dio hambre solo de verlo. Asentí, para después entrar las dos juntas. Me senté junto a Yauren y me pasé el resto del cumpleaños comiendo canapés mientras Yauren me contaba cientos de cotilleos de los que se había enterado estando infiltrada entre las madres.
- Y esa mujer del pelo n***o, Hanna. Se tiró al marido de la pelirroja Anna.
- Wow ¿en serio?
- Oh si, los pillo en su propia cama. Se lo he escuchado a ella misma, se lo dijo a la rubia del vestido rojo putón.
- Wow… tienes un don para los cotilleos.
- Que puedo decir, es un don.
Hablo, para después meterse un canapé en la boca.
- ¿Cómo llevas el embarazo?
- Ni me entero casi, solo por las náuseas matutinas. Por lo demás estoy bien, lo peor es aguantar a Jimin. Es un paranoico. ¿Y de ti que hay? ¿Te encuentras mejor?
- Tienes suerte, yo llevé bastante mal los vómitos. Sinceramente sigo algo aturdida, creo que es por la multitud.
Íbamos a seguir hablando, pero Joan interrumpió.
- Es hora de la tarta. ¿Me ayudas?
Asentí, me levanté junto a él y fui a la cocina. Ya tenía la tarta sobre la encimera. Era una tarta bastante grande con dibujos del Rey León, su película favorita. Mis padres se habían encargado de traerla.
La llevó Joan al salón, donde ya todos los niños esperaban la tarta. Sun estaba súper tímida, lo entiendo yo estaría igual. Esta vez vino conmigo, me pidió que la cogiera en brazos. Eso hice. Me tuve que poner en el medio, en frente de la tarta. Todo el mundo me miraba, me estaba agobiando aún más.
San debió notarlo, ya que se puso a mi lado y me sonrió. Me sentí más relajada, con él a mi lado. Sun sopló las velas, para después esconderse entre mis brazos por la vergüenza, ya que todo el mundo empezó a felicitarla.
El resto de la tarde, Sun no se separó de mi. Y San tampoco. Es como si los dos hubieran notado que no estaba cómoda en este ambiente.
Los niños empezaron a irse, poco a poco solo iban quedando adultos o madres que aún tenían ganas de fiesta, mientras que sus hijos ya estaban agotados. Con Hae fue diferente, lo hicimos en un parque de bolas infantil. Pero Sun no quería celebrarlo allí.
La pequeña terminó quedándose dormida en mis brazos. San estaba a mi lado y Sun dormía agarrando su mano.
- ¿Todos los cumpleaños infantiles son así?
- La mayoría, si. A estas horas solo quedan madres pasadas de copas, como puedes observar.
- Menos mal que la mayoría tienen chófer, si no me darían mucha lastima esos niños.
- Podré Jun, le toca llevarlas hasta su coche de lo mal que van…
Tanto Jun, como Joan se encargaban de llevar al coche a las madres pasadas de copas y a sus hijos. Mis padres ya se fueron, debían madrugar mañana por un caso que están llevando. Yauren y Jimin también terminaron yendo. Solo queda Teo de los chicos y Jun.
Hae seguía corriendo por toda la casa, esa niña es hiperactiva. Y encima tomo azúcar… menuda noche me espera.
- ¡¡Mira papá!! ¡Mira lo que hago! ¡Mamá, Mamá, tú también!
Hae empezó a hacer un extraño baile, mientras Teo la acompañaba con un estilo diferente. No pude evitar reír ante tal cosa y a San le pasó lo mismo.
{♤¤♤}
Pasadas la media noche, ya conseguimos echar a la última madre. Sun ya estaba acostada en su cama, San se encargó de subirla. Teo, Joan y Jun limpiaron la cocina y me ayudaron a recoger la casa.
Estaba tan cansada que terminé subiendo a la cama, no podía con mi cuerpo.
Punto de vista de San
Me encargué de intentar dormir a Hae, estaba en su habitación. Pero esta tenía de todo menos ganas de dormir. Hasta yo tengo sueño. Ya se me nota la edad… 26 años tengo ya.
- Hae venga a dormir, papá ya no está para tantos trotes.
La llamaba desde la comodidad de su cama de princesas, Hae adora ese mundo de color rosa. Mientras que Sun lo odia…
- Pero papá, no tengo sueño.
La niña literalmente me pisoteó para subir a la cama. Me pisó una parte de mi que me dolió.
- ¡Dios Hae cuidado! Conseguirás quedarte sin futuros hermanos…
- ¿¿Tendré un hermanito??
Genial San, ya la cagaste.
- Ahora mismo está complicada la cosa, Hae.
- Pero yo quiero uno.
- Hae hija, un hermanito no se puede comprar en un supermercado.
- ¿Entonces? ¿de donde salen?
- ¡Una fábrica! Los bebés vienen de una fábrica y no se los dan a cualquiera.
- Si conseguiste a Sun, puedes conseguir otro papá. ¿O me estás mintiendo?
La pequeña me amenazó con el dedo índice. Una niña de 5 años me está intimidando.
- Está bien, no es verdad, pero no se lo digas a Sun.
- No se lo diré, lo prometo papá.
- Para crear un hermanito, necesito a mamá. Pero ella no quiere.
- Está enfadada contigo, dijo que eres un cretino, cerdo y un idiota ridículo. Lo otro no puedo decirlo, son malas palabras…
Me lo esperaba…
- Hae no está bien espiar a mamá…
- Lo se, pero me gusta jugar a los espías. Y mamá habla por teléfono muy alto. Sobre todo cuando hace videollamada con la tía Alexis.
- Esas dos son tal para cual… venga a dormir.
- Quédate conmigo, porfa papá.
- Esta bien, pero duérmete.
La pequeña asintió, para después acomodarse. Me acomode mejor con ella abrazándome, tenía pensado irme en cuanto se durmiera.
{♡•♡}
— ¿Hyung?
Note como me movían un poco abrí los ojos adormilado, Joan me miraba con una sonrisa burlona. Mire a mi alrededor y seguía en la pequeña cama de princesas Hae ya estaba despierta buscando ropa en su armario. Me quedé dormido aquí…
- Dios mi espalda…
- ¿Te quedaste dormido Hyung?
- No si te parece me gusta dormir en camas diminutas con dibujos de princesas.
Me levanté de la cama con un dolor horrible de espalda.
- ¿¡Qué haces sin camiseta!?
- Es mi casa, debería preguntarte a ti que haces durmiendo en mi casa.
- Estaba con mi hija.
- ¿Van a dejar de discutir? Necesito darme un baño, ¿quién de los dos lo va a hacer?
- Me encargo yo, deberías ir a desayunar.
Fue lo último que me dijo, para después sujetar en brazos a Hae y llevársela de la habitación. Suspire pesado, para después salir de la habitación. Me dirigí a la cocina, bajé las escaleras y entré en esta. Me preparé un café, mientras zheus me miraba. Lo acaricié.
- Yo también te eché de menos chico. Buen perro…
Zheus quedó un poco tocado cuando le dispararon, le cuesta algo andar y ya no es tan energético a pesar de tener 5 años. Parece que el nuevo cachorro de joan, le ha venido bien a zheus. Es una forma de quitarse de vez en cuando de encima a las niñas.
Me tomé el café, mientras miraba por la cristalera. Las personas de la calle iban a toda prisa, el tráfico era horrible.
Cuando me terminé el café, decidí subir y buscar a Sun para despedirme de ella. La busqué en su habitación, pero no estaba. Su cama estaba deshecha, pero no había rastro de ella. Salí de su habitación
Por un impulso me dirige a la habitación principal, la puerta estaba abierta. Entré con cautela. Sun dormía plácidamente con su madre. Me enterneció verlas dormir juntas… Me asusté cuando Sun empezó a despertarse, me vio y sonrió. Para después levantarse y bajar de la cama, para correr a mis brazos.
- ¡Papá!
- shh, no despiertes a mamá.
- Tarde, ya lo hicieron.
La chica se puso una almohada en la cara, alguien no tuvo buena noche.
- Ach fue papá.
Sentenció, cruzándose de brazos. Me acerque a la cama y deje a la pequeña sobre esta. A los minutos apareció Hae con recién duchada. Traía puesto un atuendo muy Joan… la niña se sentó en la cama junto a su madre. Quien seguía con la almohada en la cara.
- ¿Mamá, porque no quieres tener un bebe con Papá?
Abrí más de la cuenta mis ojos. No esperaba que le hiciera esa pregunta, la chica mucho menos. Se quitó la almohada y miró a la niña, después a mí.
Yo enseñe las palmas de mis manos en son de paz. Mientras negaba con la cabeza.
- ¿Qué dijiste, Hae?
- Quiero un hermanito, y para eso necesitan estar juntos. Papá y mamá. ¿Entiendes mamá?
Sun nos miraba a ambos, sin saber que decir tampoco. Mientras que Hae pareciera que nos estuviera regañando.
- Hae no es mo…
- Silencio papá, ¿Sun puedes salir un momento? necesitamos hablar de cosas de mayores.
- Yo soy mayor.
- No lo eres, sal.
Sun se molestó, hasta el punto de ponerse a llorar por lo que le había dicho su hermana. La pequeña vino a mis brazos. Donde la acune mientras acariciaba su espalda intentando calmarla..
- Hae, fuiste grosera con Sun. Pídele disculpas ahora mismo.
Hae - solo dije la verdad mama…
- Ve a tu habitación ahora mismo, si no te disculpas estas castigada.
Hae hinchó sus mejillas y se cruzó de brazos. Tiene demasiado carácter, es algo obvio.
- Lo siento Sun.
Dicho eso, salió por la puerta de la habitación. Castle suspiro pesado mientras recargaba su espalda en el respaldo de la cama. Me senté a su lado aun con Sun en brazos.
- Tranquila, es un simple berrinche.
- No lo es… Hae es muy celosa con Sun. Tiene tanto carácter y es tan abierta socialmente… me cuesta a veces encajar con ella, es demasiado diferente a mi o a Sun. Hay momentos en los que no se que hacer o decir con ella. En ocasiones es como una señora en el cuerpo de una niña.
- Lo sé, me he dado cuenta de eso. Pero es su personalidad, es Hee versión Mini. Ten en cuenta que en parte, también sacó el carácter del profesor Gong.
- ¿Has ido a verla?
- Si, he ido varias veces a ver a Hee. Me encargo de cambiar las flores todos los años en su aniversario.
- Me gustaría ir a verla…
- Cuando terminemos el caso de Lee Dong, podrías venir con las niñas a Corea unos días. Para que ellas lo vean y visites a Hee.
- Lo hablaré con Joan. No estoy segura de si quiero volver.
- Sun tiene derecho a conocer de dónde viene y a mis padres. Me gustaría llevarlas a ver la tumba de mis padres.
La chica suspiro pesado, recargo su cabeza en mi hombro.
- Me siento muy agobiada, San.
- ¿Con que? ¿con las niñas?
- Con todo en sí… últimamente me agobia todo.