27

2267 Words
Me senté junto a San, Yauren y Jackson en la mesa del comedor. Las niñas ahora estaban en la sala con Joan, quien había llegado justo después de comer. - A ver, empezaremos desde cero, el primer cadáver encontrado fue Lee Dong. La chica puso las imágenes de la escena del crimen y del cadáver, sobre la mesa. - Fue encontrado en un parque, cerca de vuestro anterior apartamento. Literalmente fue a dos manzanas, de vuestra casa. - Cierto, en ese momento no le tome importancia… - La siguiente fue Yani. - Fue encontrada en el parking al aire libre, del bar de copas, The black. Justo delante de mi coche. - Osea que fue todo predeterminado, lo tenía todo pensado. - Siempre utiliza el mismo modus operandi, estrangula a las víctimas, para después darles un tiro en la frente y dejarles algo marcado en la piel. - Exacto. La siguiente víctima fue Seo Jingho, proveedor de Lee Dong. Sabemos que entre ellos había un trapicheo de droga y que tenía una relación amorosa con Yani. - La cuestión aquí es ¿que mierda tiene que ver Lee Dong, Yani, Seo Jingho y Estela Montoro, contigo, Castle? - Realmente no lo sé, no conocía a ninguno de ellos… - Algo en común debe haber, porque si no. ¿Qué sentido tendría matarlos? - No necesariamente tiene que haber una conexión entre Khloe y las víctimas, puede que la conexión de todos sea con el asesino. - Él dijo que conocía a Castle, y que había estado en el campus… - ¿Un antiguo compañero de clase? - Que yo sepa no recuerdo haber terminado mal con ningún compañero… osea solo fue con San. Agache la mirada cuando dije su nombre. La mesa se quedó en silencio unos segundos hasta que Yauren volvió a hablar. - Con ayuda de Hodgins, averiguamos que el polen era de una planta, bunga bangkai. Una especie muy rara y que curiosamente llegó a New York hará unos 5-6 meses. - ¿Dónde se encuentra esa planta? - La hay en dos sitios. Está en un museo del jardín botánico, pero también está en el invernadero de la universidad de Washington D.C. Empecé a sentirme mareada. Pero intenté seguir atenta a lo que contaba Yauren. {♧¤♧} Punto de vista de San Llevaba un rato fijándome en que Khloe no estaba del todo en la conversación, estaba despistada y algo la estaba incomodando o molestando. Entendí que era lo que pasaba, cuando ya era demasiado tarde. Jackson entraba al comedor con una bandeja llena de queso. La chica se puso pálida, terminó saliendo a toda prisa del comedor. Mientras los tres la mirábamos alejarse. - ¿Hice algo? - Es por el olor. - Me duché ayer por la mañana… debía hacerlo hoy, pero salí a toda prisa de casa. Lo siento. - No es por eso idiota, se refiere al queso. Huele muy fuerte, incluso para mi esta fuerte. - Pero Yauren también está embarazada y ni le molesta el olor… - Literalmente convive todos los días con cadáveres putrefactos, un queso no es nada para ella. La rubia se limitó a encogerse de hombros. Mientras su hermano, me hacía reverencias a modo de disculpa. - A mi no me pidas disculpas, no es a mi a quien hiciste vomitar. - Dios, me va a pegar… El resto de la tarde Khloe se sintió fatal. Así que yo terminé de hablar con Jackson y Yauren. Quedamos en vernos mañana en casa de Yauren, así sacaba a las niñas y a Khloe de casa y tomaban un poco el aire. Joan era el único que salía y entraba de casa. Por su trabajo. Justo ahora estaba en el sofá, junto a la chica. Ya habíamos cenado y justo acaba de dormir a las niñas en sus habitaciones. Me dirigí al sofá agotado, me di cuenta de que la chica se había dormido abrazada a Joan. Me senté en el sofá, mirándola. Sentía la mirada de Joan puesta en mi, pero no me importaba. - No se como debería sentirme con esto, San. - ¿A qué te refieres, Joan? - Me refiero a Khloe y tu. Se que ella te quiere, le importas y te aprecia. Pero no me termino de fiar de ti… creo que no estás siendo del todo sincero y no se que clase de intenciones tienes con ella. - Solo quiero recuperar a mi mujer, Joan. - ¿Y qué harás luego? Tu tienes tu vida en corea, aun no has superado el pasado. Y ella tiene su vida aquí, su trabajo, sus amigos y su familia. - Joan, ellas tres son lo único que tengo, lo único que me queda… en corea no tengo nada, más que una mierda de trabajo. Trabajo que me jodio la vida. - ¿No dijiste que estabas bien con tu trabajo? - No lo estoy Joan… estoy a un dedo de tirar todo a la mierda y ser despedido. El capitán Kim está muy molesto conmigo, me ha dado miles de oportunidades. Me ha dicho que este caso en colaboración, es mi última oportunidad. - ouh no sabia eso… pensé que todo te iba bien. - Pues no es así. Por una parte quiero que eso pase, ¿sabes? De esa forma tendré más tiempo para las niñas y para encontrarme a mí mismo también. - Pero tu sueño siempre fue seguir los pasos de tu padre, ser un inspector reconocido. - ¿Y qué he conseguido con eso? perder a mi familia… me he dado cuenta de que no quiero volver a Corea, tengo miedo de que vuelva mi yo "malo". - Eso ya es asunto tuyo, ya eres lo suficientemente mayor, para saber controlarte y saber diferenciar lo bueno de lo malo. Es hora de que me vaya a dormir, la subiré. - Buenas noches, Joan. El chico asintió, para después levantarse del sofá y llevarse a la chica en brazos. Me quedé reflexionando mientras veía una película que ni siquiera entendí. O no le puse la suficiente atención. A la hora, ya me entró sueño y decidí que ya era hora de subir a la cama. Fui directo a la habitación de Sun. Me acomode en la cama junto a la pequeña. Me quedé un rato mirándola, hasta que me termine durmiendo. {☆¥☆} Había pasado una semana, ya estaba cansada de estar en casa. Literalmente no salgo para nada. Las niñas si tuvieron la oportunidad de salir. Joan las lleva al parque alguna tarde que él tiene libre, para que nosotros trabajemos. Justo ahora se las había llevado Joan, pasarían la noche en casa de Teo. Según él, Yeontan echaba de menos a las niñas. Así que Hae y Joan se fueron, pero Sun se negó. Joan lo intentó, pero no había manera de sacarla de casa. Estaba en el sofá, con ella encima. Es como un pequeño koala, le la pasa de mano en mano, ya sea de San o de mi. Hoy parecía más activa de lo normal. Deduzco que es porque no está Hae y ella tiene más protagonismo con nosotros. - ¿Por qué no vas a jugar un poco? - No quiero mamá. - Sun deberías dejar un rato a mamá. El chico apareció por las escaleras. Termino de bajar estas y se sentó a nuestro lado en el sofá. La niña negó en rotundo, mientras se aferraba a mi. - Te estás comportando como una bebé. San sabe que a las dos niñas les molesta muchísimo que les digan que son pequeñas. - ¡No! No lo soy. - Estás en los brazos de mamá, como si fueras una bebé pequeña. La niña lo miró muy mal, estaba enfadada. Y es notable en su expresión facial. - Eres muy feo. - Pues tu tienes mi cara, así que, si yo soy feo, tú también. Los dos discutían como niños, pero Sun terminó riéndose y en los brazos de su padre. Mientras yo me limitaba a mirarlos. Me daban mil años de vida escucharlos reír juntos, me sentía bien viéndolos juntos. San empezó a hacer cosquillas a la niña, quien empezó a reír aún más alto, mientras se retorcía intentando escapar de los brazos de su padre. Este paro, la niña estaba agotada solo de reírse. - Ahora en serio, debes tener cuidado con mamá. - ¿Por qué? Preguntó mientras recuperaba la respiración. Y a la vez peinada de manera extraña a San. - Porque vas a tener un hermanito. La niña dejó lo que estaba haciendo y lo miró mientras frunció el ceño. - No quiero un hermanito. - Ya es tarde. Ya lo fabriqué. Le di un manotazo en el hombro, a modo de reproche. Él me ignoró y siguió atento a la niña. - Pues dáselo a otro. Al tío Jun o al tío Teo. - No puedo hacer eso, ¿a que tu quieres que papá esté contigo? - Si… - Pues tu hermanito o hermanita también querrá que esté con ella. - ¡Pero porque fabricas otro papá! - Ni yo lo sé, no fue intencionado… créeme. Mamá se está molestando conmigo por contarte esto. Los dos me miraron, yo tenía los ojos entre cerrados. La pequeña se echó a reír de nuevo. Es de esas típicas risas, que te hacen reír, aunque no quieras. Es dulce pero a la vez muy pícara. Típica risa de bebe. - ¿Y dónde está el hermanito? Preferí no interrumpir en sus conversaciones, si San trauma a la niña, la traumo él, no yo. - ¿Has visto a la tía Yauren? - Si, tiene barriga cervecera… - No hija… no es eso. ¿Quién te dijo eso? - Jackson. - Ese idiota… no hija, no es barriga cervecera. La tía Yauren tiene un bebe dentro. - ¿¡Se lo ha comido!? —soltó Sun La niña se espanto, mientras yo aguantaba la risa, de ver a San frustrado. Esto no va a ser fácil. - Podría ser viniendo de Yauren, pero no, no se comió al bebe. La tía Yauren, al igual que mamá, está embarazada. Eso significa que un bicho de esos está creciendo dentro. - ¿Que? ¿¿¿mamá tiene un bicho dentro??? La niña se lanzó a mis brazos asustada. - ¡San! - Era broma, era broma, Sun. No quería decir bicho, si no bebé. - ¿Entonces no hay bicho? - No lo hay, ahora ven conmigo, no aplastes a mamá. El chico sentó a la niña en su regazo, mientras se acercaba más a mi. Se tomó la libertad de levantarme la camiseta, dejando ver mi vientre apenas notable, pero ya se notaba algo raro. Yo al menos lo notaba diferente. El chico señaló mi vientre, la niña lo miró sin entender. - Ahí está tu hermanito o hermanita aun no sabemos. - ¿Ahí? ahí no cabe papa. Lo dijo de manera obvia, como si lo que dijera San, fuese una grandísima locura. - El bebé es muy pequeño todavía, irá creciendo poco a poco. - ¿Cómo de pequeño? - Pues ahora mismo creo que sería como una uva ¿no? El chico me miró esperando respuesta. La niña me miró de igual modo. - Ya no, ya es algo más grande. Ahora es como un kiwi. - Pero a mi me gustan los kiwis, ¿¿me lo estoy comiendo?? - No hija, claro que no… solo el bebe es del mismo tamaño por ahora. - Ah… ¿pero cómo entro ahí? ¡mamá se lo comió! ¡Sácalo! - No, no, mamá no se lo comió. Yo metí al bebe ahí. Las dos lo miramos, yo para decirle que no fuera por ese camino. Y la niña estaba muy confundida, quería respuestas. - ¿Que? ¿¡Porque lo metiste ahí!? ¿¿Y cómo hiciste eso?? - Pues igual que hice contigo. Magia. - ¿¿Entonces con Yauren hiciste lo mismo?? - ¡No, no! Ese fue el tío Jimin. Yo solo lo hice con mamá. - ¿El tío Jimin también sabe hacer magia? - Te estás metiendo en un callejón sin salida, San… Advertí, con una leve risita burlona. El chico bufó. - No hay magia. El Papa le hizo bum bum a mamá y apareció un bebe. - ¡¡San!! No le hagas caso, eso no es verdad. - ¿bum bum? —repitió la pequeña - No, no, no, olvida eso. Tu padre es tonto. - Hace demasiadas preguntas, es más fácil ser sincero… total lo va a saber igualmente. - Sí pero 5 años más adelante, no ahora. Tiene 4 años, San. - Tiene cuatro años, pero bien que me insulta y me llama tonto. - Por qué lo eres. —dijimos Sun y yo a la vez. - Están en mi contra las dos. Haber Sun, papá y mamá… no así no va bien. Haber la abejita… no esa mierda no. Pues veras papá deja una semillita dentro de mamá y… - ¿Es una planta? - No osea si pero no… lo que quiero decir es que papá lo deja ahí, después ya mamá se encarga de cuidarlo y de alimentarlo. - ¿Alimentarlo? ¿¡Cómo hace eso si está ahí encerrado!? - ¡Oh mira qué hora es! Es super tarde, hora del baño y a la cama. El chico sujetó a la niña en brazos y se la llevó por las escaleras. - ¡Pero si son las siete de la tarde, papá!
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD