Después de comer, San aprovechó que vino Joan, para que este se quedara con Sun. Mientras nosotros íbamos al médico.
En el coche íbamos en silencio, no me atrevía a hablar. De hecho no quería ir al médico… Aún no asimile del todo que esté embarazada, no me lo creo aun, a pesar de ser notable y obvio. Mi cabeza no quiere aceptarlo.
Hará una semana, visite de nuevo a Sweets. Necesitaba hablar y desahogarme, lo necesitaba tanto. Le expliqué mi situación con San y me recomendó ver a otros chicos, conocer a otros chicos. Si aun así seguía pensando en San, era porque todavía quería estar con él y debía darle una segunda oportunidad. Pero si por el contrario, pasó página y comenzar algo serio con alguien, debo aprovechar también esa oportunidad. Por eso decidí hablar de nuevo con Thomas, me pareció un hombre agradable cuando Jimin me convenció de quedar con él.
No sé a dónde lleve todo esto, si tendré algo más con él, o no. Pero considero que es una oportunidad de pasar página, por mucho que quiera a San. Merezco ser feliz, aunque no sea con él.
Mi cabeza está hecha todo un lío, pienso que debo estar sin él, pero luego me mira, me habla o me toca y me derrito a él. Es patético, por más que intento alejarme, más se acerca él. Y no consigo decirle que no. Solo de pensar todo, se me hace la picha un lío…
- Al final sí que le puse una reclamación a la marca de preservativos…
Me sacó de mis pensamientos, consiguiendo que me centrara en él.
- ¿En serio?
- Si, me regalaron dos cajas enormes de preservativos y también me dieron pañales, muchos pañales, por las molestias ocasionadas.
- Wow, no pensé que te hicieran caso, ni que fueras en serio con eso de denunciarlos.
- Yo tampoco pensé en que me hicieran caso. Pero lo que nos pasó a nosotros, le pasará a más gente ¿no? Nadie lee la letra pequeña de unos preservativos.
- Es algo que le ocurre a una de cada diez parejas, San…
- De hecho no. el riesgo de embarazo es más o menos de 3 por cada 100 veces.
- Hablaba generalmente… simplemente olvidemos eso, por favor. La cuestión es que estoy embarazada y punto. No hay nada que hacer.
- No quieres abortar ¿verdad?
- No voy a abortar, San. Fue culpa nuestra y me haré cargo de mis actos. Estés o no estés.
- Me alegra escuchar eso, se que yo no tengo voz, ni voto para elegir en parte, eso.
- También es tu hijo, si la situación fuera diferente y tú fueras un gilipollas con problemas mentales, no tendrías ni voz, ni voto para mi. Pero te aprecio y considero que es algo de los dos. En nuestro caso, no hablo por otros. Todas las situaciones y personas son diferentes y no somos nadie para juzgarlos.
Llegamos justo a la puerta del hospital, el chico aparco el coche. Y salimos de este. Estaba asustada, no me atrevía a entrar. Me quedé en la puerta del gran hospital, mirándolo.
- Llegaremos tarde, si no entramos.
- Creo que no estoy preparada…
- No podemos esperar más, necesitamos saber que todo va bien.
El chico entrelazo nuestras manos, me sentí con suficientes fuerzas para entrar. Literalmente nos perdimos por el hospital, íbamos de pasillo en pasillo. Hasta que al fin encontramos la sección premamá, donde estaban todas las consultas que tenían que ver con bebés y mamás.
Me senté en la sala de espera, junto a otras 7 madres embarazadas. Me sorprendió ver la cantidad de variedades de edad que tenían. Había una mujer de más de 40 años embarazada, y una chica que aparentaba unos 18-19 años. Esta estaba sentada a mi lado, venía sola. Me dio lástima verla aquí tan joven y asustada.
- hola…
Me atreví a hablarle, sentía que ella tenía aún más miedo que yo. San se limitaba a mirarme, mientras le ignoraba. La chica levantó la cabeza y me miró.
- ¿ho-hola…?
Genial, ahora no sabía cómo seguir la conversación. Soy idiota.
- Ehm… hace buen día ¿no?
- amh si…
Pensará que soy un bicho raro, qué razón no le faltaría. La chica me sonrió, mientras se rascaba la nuca.
- ¿Es tu primera vez aquí?
Esa pregunta fue estúpida, es obvio que es su primera vez, osea es super joven.
- Si. ¿Y la tuya?
- No pero si… osea no es mi primer embarazo, pero si es mi primera vez aquí. Soy Khloe Castle o Min.
- Oh ¿en serio? Yo soy Lili
- Encantada, ¿viniste sola?
- Si… ¿y tú?
- Yo vine con él.
Señale a San, quien se sonrojó y apartó la mirada, fingiendo no estar atento. A la chica le hizo gracia.
- ¿Es tu pareja?
- Amh… bueno es el padre del bebe, pero es complicado.
- Oh comprendo.
La doctora salió de la consulta, leyó un papel para después mirarnos a todas. La mayoría venían acompañadas por sus parejas o amigas.
- Lili, a consulta.
La chica se puso pálida, el miedo volvió. La entendía.
- ¿Quieres que entre contigo?
- ¿Harías eso por mi?
- Claro, yo soy la siguiente.
Las dos nos levantamos, San no entendía nada y no sabía qué hacer.
- Él también puede entrar. Sería feo dejarlo solo.
El chico asintió, los tres entramos a la consulta. Era raro, pero esa chica me daba ternura y no quería dejarla sola. San realmente no sabía donde meterse de la vergüenza que estaba sintiendo. Tampoco era para tanto, solo estaba acompañando a una chica moralmente. A mi me hubiera gustado que hicieran lo mismo, si yo estuviera en su caso.
La doctora atendió a la chica, esta ya se subió a la camilla. La doctora se encargó de preparar todo para la ecografía de la chica. Mientras nosotros dos estábamos al lado de la camilla.
- Me alegro de verte aquí Lili. Tenía un poco de angustia por ti. Pero todo parece ir bien. ¿Ellos son familia?
Dijo sin mirarnos, ya que estaba atenta a la máquina.
- Amh no… son amigos..?
Asentí, mientras la joven me miraba. La doctora terminó de preparar todo, le echo el gel. Notaba muy nerviosa a la chica, le agarre la mano, para darle apoyo emocional. En parte me recuerda a mi, la primera vez que vine a la ecografía de Sun. Recuerdo que lo pasé muy mal y estaba asustada. Pero yo contaba con San, ella no tiene a nadie, al menos aquí.
- Veremos que es, ¿estás preparada?
- No lo sé… tal vez.
Me hizo gracia, puesto que yo hubiera dicho lo mismo. La doctora se dispuso a comenzar con la ecografía de la joven. Hasta yo estaba nerviosa y aun no era mi turno. Pero notaba que San estaba igual de preocupado por la chica, que yo.
- Todo parece ir bien. Enhorabuena, es una niña, aunque aún hay que esperar a la siguiente ecografía para confirmar.
Me alegré por la chica, esta se emocionó y se puso a llorar, yo no tardé en hacerlo. Las hormonas…
La doctora le dio un montón de papeles y consejos, realmente nos lo dio a las dos. Llegó mi turno, le dije a la chica que se quedase. Luego la acercaríamos a su casa, no nos costaba nada.
Al llegar mi turno, el pánico volvió. Pero sabía que debía mostrarme fuerte delante de la chica. Si me ve asustada siendo mi segundo embarazo, se asustara aún más, y todavía queda mucho recorrido. Así que cogí fuerzas, respire profundamente mientras me acomodaba en la camilla. San estaba a mi lado, al borde de la camilla. El no dudo en entrelazar nuestras manos, aún sin empezar con la ecografía. De cierta manera lo notaba esta vez más nervioso a él. Le sumaban las manos.
- ¿Estás preparada, señorita Min?
Me sonaba tan raro escuchar mi apellido de casada, todos en comisaría usan el Castle.
- No puedo echarme para atrás… adelante.
A la doctora le hizo gracia y a Lili también. Creo que San estaba en otro universo paralelo al nuestro. Donde tenía la vista puesta en la pantalla, cuando aún nada había comenzado.
La doctora se dispuso a poner el gel en mi vientre, mientras yo miraba fijamente el techo de la consulta.
- Está un poco frío, pero eso ya lo sabrás. No es tu primera vez.
Si que está frío esa mierda, pero debía disimular. Me dio un escalofrío y todo. La doctora lo entendió, para después poner el aparato sobre mi vientre bajo. Aún no quería mirar la pantalla, así que miré a San. Quien sí estaba atento a esto. Sus ojos brillaban, podía jurar que estaban hasta cristalizados, en cualquier momento parecía que empezaría a llorar. Me recordó tanto a cuando vinimos por Sun. Añoraba el campus, donde era feliz y no tenía tantas cargas encima. Pero jamás cambiaría algo de todo lo que pasó, solo la muerte de Hee. El nacimiento de Sun, fue el mejor regalo que pudo haberme dado la vida.
- Enhorabuena, están esperando un niño.
La doctora me sacó de mis pensamientos, no me lo terminaba de creer. Miraba la pantalla sin distinguir nada, solo venia manchas blancas. No entendía una mierda. San sonreía como estúpido, algo que me contagio. Yo también sonreía como estúpida mientras lloraba sin entender que mierda estaba pasando ¿por qué lloro? ¿Por qué llora San? El no tiene cambios hormonales…
La doctora me dio los papeles y las fotos de la ecografía. Para después salir los tres de la consulta. Seguía llorando, y Lili igual. No podía parar y no entendía porque. Pero me sentía bien.
- Wow… no entiendo nada.
Dije mientras me limpiaba las lágrimas con un pañuelo.
- Es un niño… debo llamar a Jon y a Josep y contarles.
- ¿Y Jun?
- Pensé que preferirías contárselo tú.
- Es como tu hermano, hazlo tú. Lili te llevaremos a casa ¿vale?
Justo habíamos llegado al coche, que estaba bastante cerca de la entrada.
- No hace falta, de verdad. Voy en bus.
- No hombre, insisto, déjanos acercarte a casa.
- Yo… yo vivo en una residencia de estudiantes…
Una parte de mi, se temió lo peor. En las residencias de estudiantes no dejan tener bebés, no se permiten embarazadas. Lo mismo pasaba en nuestro campus, por eso tuvimos que mudarnos a otra casa que consiguió San. Que estaba justo al lado de la entrada del campus.
- No se si debería preguntar esto, pero… ¿y tus padres?
- Mi madre fue asesinada hace un par de años y mi padrastro no es la mejor persona del mundo. La residencia es lo único que tengo, no quiero volver con mi padrastro.
- Puede quedarse con Teo una temporada…
No esperaba que San entrase en la conversación, pero me sorprendió.
- No tardarán en darse cuenta de su estado y la echarán de la residencia. No sé de cuántos meses está exactamente, pero es obvio que ya se nota.
- Estoy de acuerdo contigo, puedes quédate con nuestro amigo. Es una buena persona asi que no se negará.
Conseguimos convencer a la chica, costó, pero la convencimos. San se encargó de hablar con Teo, quien al principio no lo aceptó del todo. Pero justo acabamos de llegar a su casa, con la chica y sus cosas ya listas para instalarse. Un Teo en pijama de corazones, nos abrió la puerta.
Notaba cierta incomodidad en Teo, pero él es así al principio. Es bastante reservado y distante con quien no conoce. A Tannie le agrado bastante la chica. Nos fuimos dejándolos solos y sin presentarlos. Lateralmente San me sacó de la casa y cerró la puerta. Ya en nuestro edificio.
- ¿¿Por qué salimos corriendo de su casa??
- No quería estar en esa incómoda escena. Es mejor dejar que se conozcan ellos solos.
Entramos en nuestro apartamento, Joan y Sun estaban arriba, se les escuchaba jugar. Seguí al chico hasta el sofá y me senté junto a él.
- ¿Te das cuenta de que tendremos un niño? Vamos a tener a la parejita, así le dicen ¿no?
- ¿Por qué todo lo que pides se hace realidad? habías pedido un niño, aquí lo tienes. Con Sun pediste una niña, y la tuviste…
- Los siguientes serán gemelos. ¿Prefieres dos niños, dos niñas o prefieres niño y niña a la vez?
- ¡No! No quiero más, alejate bicho.
El chico empezó a reírse, para después apoyar su cabeza en mi hombro. Mientras miraba la foto de la ecografía.
- ¿Tú ves algo ahí? Yo solo veo una mancha grande, como un circulo blanco en un fondo n***o…
- El círculo blanco es el bebé, Khloe.
- Otro que salió a ti, viste su cabeza, es enorme. Saco la tuya.
- jaja, que graciosa. Espero que saque otras cualidades mías… Me considero un hombre afortunado con la naturaleza y la genética.
- Como sea como tú, espero que tenga suerte. Y no vaya haciendo niños por ahí.
- Solo he creado bebés contigo. Sinceramente, me gustaría que sacará más tu carácter que el mío. Con Sun ya lo tendremos difícil y con Hae ni lo menciono. Me gustaría que fuese tranquilo y bastante independiente y claro inteligente. Pero eso seguro que lo es. Con dos padres inspectores, ¿crees que alguno de los niños siga nuestros pasos como inspectores?
- Por un lado me gustaría, pero por otro, ahora entiendo porque mi madre no quería que entrase en este mundo. No quiero que les pase nada, pero tampoco les prohibiré que lo sean. Es su decisión, su futuro.