—! Años más tarde Emily recordaría este momento¡, suspiro pensando en lo impredecible que es el destino, esta boda que se celebró por conveniencia de las familias resulto ser su mejor opción o mejor dicho la mejor opción de todos.
La boda va a comenzar apresúrate
Apuró Gloria Goya, recién llegada de su viaje, quedando asombrada por lo hermosa que se veía su pequeña hermana, sin estar enterada del acuerdo que conllevaba este matrimonio. Ella pensaba que en estos seis meses que tenía fuera del país, por asuntos comerciales de su esposo, todo se había arreglado en el corazón de pequeña Amy, como le decía.
Estaba por culminar con broche de oro su amor con esta boda, aunque ella no supiera que estaba totalmente equivocada.
La boda se llevó a cabo en uno de los más hermosos jardines propiedad de los Larson, la decoración era sobria, pero elegante, alfombra blanca en el césped, flores del loto, peonias y gencianas, adornaban todo el lugar a cada paso.
Todo se llevó a cabo con total normalidad, llegaron todos los invitados de prominentes familias.
El juez empezó hablar, los asistentes estaban callados viendo a la pareja de diferentes formas, solo una persona estaba destrozada, dolida y en ese instante odiaba a Emily Goya sin siquiera conocerla, termino todo con la pronunciación de los votos matrimoniales y el cambio de aros.
Emily sentía su pecho doler, su corazón estaba a punto de romperse en pedazos y esto a Gloria le preocupo ¡se supone que su hermana se estaba casando con el amor de su vida! algo no estaba bien.
Los ahora esposos entraron a la recepción con los aplausos ensordecedores de todos los invitados, no se hicieron esperar las felicitaciones de las personas asistentes.
Gloria no quería perder más tiempo para ir donde su hermana y saber que pasaba. Le dio un beso en la mejilla a Axel Jin, y este se sonrojó un poco por lo que hizo su esposa, pero se dio cuenta de inmediato donde estaba dirigida su mirada, sabía que la debilidad de su esposa eran sus hermanos.
Se acercó a Emily
— Deberías estar irradiando felicidad es tu boda, no tu funeral
Comentó divertida Gloria, para que su hermanita ría. Emily le dedico una mirada que le hizo apretar su pecho por un instante, se reflejaba el dolor en su mirada.
— No es nada morita (ese apodo se lo puso su papá, al gustarle mucho esa fruta) solo estaba pensando como cambiara todo, después de este día nada será igual, ya casi no los podre ver.
Sus padres se acercaron, pero no para felicitarla, ellos sabían bien por lo que su hija estaba pasando, solo la abrazaron y unas pocas lágrimas rebeldes salieron de sus ojos.
Gloria también la abrazo con mucho cariño
— Amy pase lo que pase siempre estaremos contigo ¿sabes eso verdad?
La mencionada asintió con una pequeña sonrisa.
Jayden Larson vio que todo estaba muy bien arreglado, él no había puesto ningún interés en eso, para él esta farsa era su ruina.
—Solo será un año, tranquilo amor, el tiempo pasa rápido.
Jayden, conocía muy bien esa voz
— ¿Qué haces aquí? Dije que iría al departamento después que todo acabe.
Karina Lujan puso un puchero en su cara, casi imperceptible para los demás, pero Jayden conocía muy bien cada uno de sus gestos.
— Sé que lo harás, no amas a esa tonta muchacha, sé que caso contigo por el acuerdo. Es solo estar casados por un año y luego te divorcias, confió en ti, solo que no puedo confiar en ella, no la conozco y podría aprovecharse de su nueva posición
Dijo con genuino odio, Karina Lujan.
— Mejor vete, si mi tío te ve se va a enojar, arreglamos todo después si
Le dedico una sonrisa y la dirigió a la salida, Jayden no se percató que una persona tenía puesta su mirada en él y solo estaba esperando, para ver todo el término del show.
Después de eso se sentaron en la mesa destinada para la nueva pareja, Jayden ni siquiera le dedico una mirada a su ahora esposa, Emily se sentía morir, en su mente pensaba que todos se burlaban de ella, la sociedad sabia que era un matrimonio arreglado como muchos otros.
Sintió asco al ver la hipocresía de las personas, claro esta no todos, algunos de todo corazón los felicitaban, igual que no todos sabían la realidad.
Gabriel veía todo el circo como él lo llamaba, desde lejos con una copa en la mano, viendo con odio como su hermana estaba ahí sentada en medio de toda esta bola de gente, como uno de los jarrones costosos que los Larson recién adquirían.
Absorto en sus pensamientos no se dio cuenta cuando Miriam Larson se le acercó.
—Se ve hermosa, talvez es una de las más bellas novias que he visto, pero ........ tiene un aura de pura tristeza que no todos notan atreves de su sonrisa.
Esas palabras lo sacaron de sus pensamientos.
— Si ella no fuera tan estúpida y nos amara tanto, como para consentir un matrimonio arreglado, no estuviera así.
Termino su trago de un sorbo y miro fijo a Miriam y luego se alejó.
Todos alagaban la ceremonia, la fiesta y la comida, lo mejor para todos era el champán.
Jayden le agarro la mano, Emily se sorprendió un poco, pero se obligó a relajarse tenían que ser así de ahora en adelante, su teatro tenía que terminar bien.
Sin siquiera mirarla Jayden hablo
— Vete a casa primero tengo trabajo que terminar.
Salieron juntos agarrados de la mano, despidiéndose de todos, ya afuera Emily se soltó del duro agarre que mantenía Jayden en ella, se subieron a diferentes autos.
Emily fue llevada a la mansión “PALACIO DE LAS PEONIAS” Jayden se fue al departamento, donde Karina lo esperaba.
Emily no soporto la curiosidad y le pregunto al chofer.
— ¿Adónde va el señor Larson?
— A su departamento
Le comento el chofer con indiferencia
— En ese lugar pasa la mayoría del tiempo.
Emily río con ironía, en su noche de bodas iba a pasar sola, no es que esperara otra cosa, de antemano sabía que Jayden la detestaba, pero...... una vez más la duda la abordo ¿por qué acepto casarse con ella?
Había escuchado rumores que mantenía una relación un tanto larga, con una hermosa modelo llamada «Karina Lujan», estaba segura de que había ido con ella a consolarla.
Claro estaba, no iba a perder esa oportunidad, el circo quedo atrás y de ahora en adelante la vida sigue, como si nada hubiera pasado como si su vida no valiera nada, como si sus sentimientos no existieran.