Capítulo 4

1088 Words
Claudia se siente feliz hace mucho nadie la trataba tan bien y menos la hacía sentir valerosa, recuerda a Andres él no la merece pues ni siquiera la llamo para saber si estaba bien o no, menos sabiendo que ella se alejó de su círculo social y familiar pues a él lo discriminaban por ser pobre en esa época, la morena dejó de lado una vida que prometía por estar al lado de su amor así lo veía.  Ver que Nicolás recuerda detalles como su caballo favorito y aún lo mantiene en su rancho la hace feliz no duda en regalarle una mirada de cariño cosa que a Andres en la distancia logra ponerlo mal pues no recuerda una sola vez en los últimos años donde la morena estuviera tan relajada y hasta contenta, o más bien no lo recuerda porque no le ponía atención a estos detalles. -Mi esposa... -intenta hablar pero aparece un nudo en su garganta. -La invitación era para él y la señora Ferrer, lo lamento señorita Escalante pero usted no puede entrar - acota Bilma una amiga de Claudia que si conoció a Andres cuando empezó a salir con la verdadera señora Ferrer - Andres tú esposa te está esperando, por aquí - lo guía y él sonríe. -¿Como has estado Bilma? - la reconoce y le susurra - Gracias. -Bien, no se que le hiciste a Claudia pero ve antes de que acepte ir con Nicolás y sea peor todo...- murmura. -Marcia lamento que no puedas entrar te puedes devolver a la ciudad - la rubia siente arder de ira cuando escucha esto. -Como quieras, pero mejor te espero en el hotel - es insinuante. -No es necesario - interviene Enrique - el señor Montero dispuso de una habitación para usted y su esposa pues la fiesta se extiende el fin de semana completo. Si lo desea podemos enviar por sus cosas al hotel. -Muchas gracias - asiente. Claudia voltea a ver y se encuentra a Marcia imagina que está Andres cerca y no se equivoca pues no le ha quitado la mirada de encima desde que llegó, pero no lo ve. Su ceño se frunce cuando reconoce los aretes que lleva Marcia, su estómago se contrae: son los que encontró en la chaqueta de su esposo. Toma aire y sigue en la compañía de Nicolás, Andres se pone de peor ánimo pues ve la sonrisa coqueta que lanza Refugio a Nicolás pero no entiende la familiaridad, solo recuerda que alguna vez escucho un rumor sobre un noviazgo de la morena pero ella se fue con él y jamás le preguntó nada al respecto. -¿Porque no trajiste a Mariana? Quería conocerla, pero Clau no me ha saludado pues su atención la acaparan los Montero... -Tenia una salida programada ya sabes cómo son los adolescentes - le quita importancia al tema. -¿Y ya tienen más hijos o se quedaron solo con Mariana? - vuelve a preguntar y Andres pone sus manos en puños pues Nicolás toma un mechón de cabello de su esposa y lo pone tras su oreja tocando suavemente su rostro. -No, no tenemos más hijos por ahora - intenta sonar calmado. -¿Ósea que planean tener más hijos? - Asiente. Se le cruza por los pensamientos a Andres el que nunca han tocado ese tema, su intimidad es buena pero jamás llegaron a tocar el tema de tener más hijos, descubrió un día que su mujer se estaba cuidando pero no hizo mayor mella en él saberlo. Su sangre hierve solo de ver la confianza qué hay entre ellos, desea salir tras ella y poseerla como le gusta. Hacerle saber que no le ha sido infiel al menos no físicamente, en sus 15 años juntos jamás a tocado a una mujer diferente pues moldeó a la morena para complacerlo y desde que la vio quedó prendado de ella, por ende no ha sentido la necesidad de estar con otras, la ama pero últimamente siente la necesidad de tener romance coqueteo y eso se lo ofrece Marcia. Solo de pensar que alguien más puede tocarla se enloquece, el único que la puede tener es él. Claudia toma aire y baja del caballo, cuando lo hace siente unas manos conocidas recorriendo su cuerpo siente como la acarician, están alejados de todos, esas manos la ayudan a bajar, al tiempo que reconoce su olor cierra los ojos imagina hacer el amor ahí mismo. -¿Cuando me ibas a decir que montas bien a caballo? - le susurra en el oído. -¿Cuando me ibas a decir de tu amorío con la secretaria o debo decir la señora Ferrer? - intenta moverse pero está aprisionada entre el caballo y su esposo. -Eso no es verdad, si te hubieras quedado en la casa me hubieras escuchado cuando te busque - su voz suena más grave de lo usual - saliste corriendo como si te hubiera echado de nuestra casa - es la primera vez que le demuestra tanto, ella se sorprende. -Me vas a contar los detalles de cómo te la comes y luego evitas tocarme o cuando me tocas lo haces solo por cumplir - sus mejillas se encienden - anda dime... -Eso no es verdad - besa su cuello - si deje de hacerlo es porque me dijiste que parezco un animal que solo te busco para hacerlo - ella cierra los ojos - jamás te he sido infiel físicamente - declara - ahora dime, ¿Qué son esas confianzas con ese hombre? - su voz es cargada de celos - hay algo que me ocultas?. -Lo mismo debería preguntar, ¿en donde dejaste a Marcia? - solo decir ese nombre se le remueve todo - mira, yo no - no puede hablar pues siente como Andres pasa los labios por su cuello - no es ni el lugar ni el momento. -¿Interrumpo? - Bilma los mira, Andres maldice pues Claudia se escapa de su agarre. -Para nada, pero como veo que tu le dijiste donde estaba tu le guías a la salida - acomoda su ropa - a ti - se dirige a Andres no te quiero cerca - se va corriendo. -¿Como estas? - se acerca Nicolas, la morena sonríe. -Bien, estaba dejando a Gitana en su establo - Nicolas la toma de la mano - es un lindo detalle de verdad gracias - besa su mano - ¿en verdad no me odias? - se pone colorada.
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