Capítulo XXIII C APÍTULO XXIIIQue contiene la esencia de una agradable conversación entre el señor Bumble y una dama, y demuestra que hasta un pertiguero puede ser sensible en algunos aspectos La noche era terriblemente fría; la nieve se amontonaba en el suelo formando una capa gruesa y dura, tanto que solo los cúmulos que se habían formado en los caminos poco frecuentados y en las esquinas recibían las embestidas del viento cortante que aullaba en las calles, el cual, como si quisiera descargar su furia creciente sobre las víctimas que encontraba a su paso, las levantaba salvajemente formando nubes y, haciéndolas girar en mil remolinos confusos, las dispersaba en el aire. Era una noche lúgubre, oscura y de un frío penetrante, una noche de esas en las que los que gozan de una buena vivie