Katia por su parte se puso de pie agitada, respirando profundamente mientras bajaba los escalones sintiendo la mirada de muchos, iba a necesitar un poco más de alcohol y tenía sed, así que fue hacia Tyrell primero para ir a beber lo que le quedó de tequila margarita. —Estoy sin palabras… —comentó el rubio, mientras la veía dejar la copa sobre la barra. —Era la idea —le sonrió sin escatimar en ser coqueta, ya estaba en ese típico plan en el que se ponía cuando estaba on fire gracias al alcohol, el mismo estado que la llevó a convertirse en asesina. Se volteó para dirigirse hacia Franco, tragaba saliva mientras se iba acercando, porque le temía a lo que había provocado en el castaño, pero la aceleraba y la ponía ansiosa. Además, ese último sorbo de su tequila le dio el valor que había pe