Narra Anthony. Ella era más que exquisita. Demonios, no podía ponerle un nombre a lo que era. Su respuesta única a ser tocada, a ser disciplinada fue más que excitante, y eso significaba que podría estar lista para la venta mucho antes de lo que esperaba. La venganza que había buscado, anhelado, durante años, ahora estaba a mi alcance. Aunque era terca, sus deseos innatos y la forma en que parecía despreciarlos ayudarían a quebrantarla. Cuando la vi por primera vez, pensé que podría haberme tomado meses prepararla, pero no era así, solo bastaría con un par de semanas. El problema era que lo último que quería hacer era delatarla, un problema con el que nunca me había encontrado antes. Incluso cuando mi tío me había enseñado a preparar esclavas sexuales, siempre estaba ansioso por deshacerm