Al día siguiente Emiliano se levanta y con cuidado sale de la habitación a desayunar, no quiere despertar a su mujer pues sabe que la primera noche no fue fácil para ella, Marian rato después se despierta y se siente más sensible de lo usual, llora por que no ve a su esposo al lado, el pequeño Dante se despierta está tranquilo pero su boca hace gesto de buscar a su madre, ella lo levanta y con cuidado se dispone a alimentarlo no sin antes hacer un gesto de dolor, él niño aún no sabe muy bien coger el seno de su madre sin lastimarlo, ella se muerde el labio pues no quiere espantar al pequeño, pero nada más de ver sus senos se siente algo deprimida, arden duelen están sensibles y tiene grietas. Entra Emiliano con una rosa para su esposa, ella sonríe aliviada. Le besa. -Quédate con Dante,