Capítulo 2

1094 Words
Marian está escuchando atentamente y tomando nota de todas las indicaciones de su jefe pero antes él se presenta de manera más informal y con media sonrisa a lo cual ella intenta no demostrar más que solo profesionalismo pero le cuesta pues es un hombre muy atractivo además de joven cosa que le inquieta, le empieza a gustar el tono de voz que usa al hablarle. -Te han dicho solo mi apellido - la saca de sus pensamientos - pero no sabes cual es mi nombre y si vamos a trabajar juntos - le habla pausadamente - es importante que lo sepas así como también debemos tener mucha confianza en el otro - su voz es muy masculina intentando demostrarse más a ella. Marian asiente y cuando ve la sonrisa del hombre siente que se va a derretir sin duda es muy guapo pero también denota cierto tono de coquetería en él o eso es lo que le gustaría pensar pero rápidamente desecha la idea, por Dios es el jefe además que debe tener miles de cosas en la cabeza antes de querer coquetear con su subordinada. -Soy Emiliano San Isidro, me imagino ya sabes lo básico de la compañía - asiente nerviosa - pero quiero que tengas la confianza suficiente para decirme las cosas que no entiendas o que no puedas manejar - sin duda le atrae su secretaria sin saber por qué solo empieza a mostrarse así con ella ni siquiera con su novia, pues ella siempre ha sido muy altiva - vamos a ser un equipo de trabajo. -Si, señor así será - su voz es delicada en contraste con la masculina, por un momento se encuentra deseando algo más pero se regaña es su jefe ni al caso. Él mira todos los gestos de la joven le encanta su cabello en un estilo Bob corto su tono n***o azabache y su tez blanca sin llegar a exagerar observa sus ojos sin duda le gustan son un verde que le gustaría ver más oscuro luego de un encuentro amoroso esos que hace mucho no tiene con Fabiana al menos después de que descubrió que no era tan inocente con ella misma se definía vaya que no tiene gran experiencia en ese campo pues desde siempre ha estado concentrado en sus estudios pero si le desequilibro aquella mentira, le gustaría que esos ojos le dijeran más pero solo ve en ella timidez y profesionalismo. Su maquillaje es tan suave que parece que no estuviera maquillada. Es una mujer muy joven pero posee gran elegancia y profesionalismo a él le intriga su estado civil por alguna razón pero desecha la idea y recuerda su discusión con Fabiana últimamente es lo único que tiene con ella, resopla y sigue detallando a la morena. Luego de un día de labores, el señor San Isidro, sale temprano pues debe intentar arreglar lo inarreglable con su pareja con todo sería más fácil si Fabiana no demandara tanto de él sin contar que él la siente deshonesta y algunas veces siente que no lo quiere y solo desea lo que conlleva ser novia del único hombre San Isidro que vive, ella debería comprender que él tiene una gran carga laboral y familiar con la compañía, se dispone a verla y comprar algún detalle para contentarse con la mujer. Entre tanto Marian a quien aún le faltan un par de horas para terminar su horario laboral opta por leer y revisar algunas de sus funciones y se encuentra con Marivel una joven que es también secretaria, después de unos minutos de charla, se llevan bien. -Y eso que aún no conoces a los demás socios de la compañía, hay uno que es tremendo y tiene fama de acosador se llama Samuel, ten cuidado Marian - aconseja amablemente - en más de una ocasión lo he pillado viéndome de más, no me gustaría que pasaras por algo así. -Claro que si, tendré cuidado pero...- piensa si preguntar o no, termina haciéndolo - ¿Quién es la mujer que estaba esta mañana con mi jefe? es que siento que me miro pésimo sin conocerme - mentirosa, le grita su consciencia solo quieres información. -No te preocupes ella tiene aires de grandeza pero es la prometida del jefe, a ella ten más cuidado ya que siempre hace lo mismo además de ser demasiado celosa y posesiva, a todas las asistentes que él ha tenido las trata pésimo porque cree que le van a quitar algo - resopla - tú solo enfócate en tu trabajo. Termina su jornada laboral y Marian vuelve a su pequeño departamento y se pone ropa cómoda, revisa su alacena y se sorprende, no hay más que pasta y atún, resopla eso es lo que la acompañará por un par de semanas hasta él día de p**o intenta ser optimista con lo cual cocina mientras escucha alguna canción de la radio. Marian está por completar dos semanas trabajando en las empresas San Isidro y se ha topado en varias ocasiones con Fabiana quien es una mujer celosa y posesiva, quien tiene un modus vivendi muy particular, anda de fiesta en fiesta y siempre llama enojada al otro día para exigirle a Emiliano que sea él quien se disculpe por no acompañarla, Emiliano es el prototipo de profesional adicto al trabajo y empeñado en estar en una relación donde no hay nada en común, él tiene metas muy diferentes a las de su prometida quiere una familia e hijos, perro y hasta gato pero con Fabiana es imposible ella se cuida en exceso y no es nada maternal, él lo sabe.    Una tarde después de almuerzo, nota como Guillermo uno de los empleados del área financiera, le lleva una caja de chocolates a su secretaria y ve a la joven sonrojada ante tal gesto, le parece curioso pues lleva años sin ver a una mujer sonrojarse lo cual le gusta. Su gesto se tensa al notar que la joven le sonríe y Guillermo está más que hipnotizado;  así pasan unos días más y nota que Marian está por ir a su hora de almuerzo pero lleva un extra y se lo entrega a Guillermo ese pequeño gesto le encanta pero su ceño se frunce al verlos ir juntos se vuelve a tensar sin saber porque siente una posesión, en ese momento llega Fabiana, para exigirle la acompañe a una fiesta con su amiga Dalia. Hay discusión entre ellos pues él no quiere fiestas y debe preparar una serie de informes para los socios cosa que su novia no logra entender.
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