Los días pasaron lentamente, y Valerie se concentró en su trabajo y en cuidar de sí misma. Finalmente, llegó el día en que Alejandro y Shelsy regresarían de su viaje. Se sentía nerviosa y ansiosa por verlo, pero también determinada a seguir adelante con su decisión. Al llegar a la oficina, se encontró con Shelsy primero. —¡Hola, Valerie! —dijo Shelsy con una sonrisa—. ¿Cómo has estado esta semana? —Hola, Shelsy. He estado bien, un poco aburrida sin ti por aquí —respondió Valerie, devolviéndole la sonrisa. —Lo sé, estos viajes de negocios pueden ser agotadores, pero a veces son necesarios. ¿Y tú? ¿Alguna novedad? —preguntó Shelsy, notando la expresión pensativa en el rostro de Valerie. —No mucho, solo he estado trabajando y... Tuve una cita médica para el bebé —dijo Valerie, bajando la