Isabela no supo por cuánto tiempo estuvo llorando, sin embargo, después de que pudo desahogar toda su frustración, levantó la cabeza, se miró al espejo y se dio cuenta de que todo su maquillaje estaba corrido por su rostro, marcando las bolsas de debajo de sus ojos con grandes manchones oscuros. Arregló su cabello y con un paño húmedo empezó a organizar su cara, su nariz estaba roja y sus pupilas dilatadas, la sensación que estaba viviendo en ese momento, ya la había experimentado antes, justo cuando abandonó la mansión de los Anderson la primera vez, el día que discutió con Elise. 5 años atrás Charles salió hacia la oficina sin despedirse de Isabela, llevaban un par de noches en que la comunicación entre los dos se fue dilatando, tenían muchas cosas que decirse como pareja, pero nin