Charles llegó a su departamento, por parte de Helen, ya estaba todo listo para su viaje, solamente faltaba que él recogiera lo poco que le quedaba. Cuando cruzó el umbral de la puerta, Elise, estaba tomándose una copa de vino de pie frente a la ventana, se giró apenas sintió su presencia y lo miro despectiva. —¡Mi hijo! Cariño ¿Qué haces en casa tan temprano? —Mamá, vengo a recoger mis cosas porque he cambiado de trabajo, justamente quería hablar con ustedes. —Entonces ¿Esa mujer pudo contigo? No pudiste ganarte de nuevo su amor y ella hizo lo que quiso contigo ¡Como siempre! —Elise le dio un sorbo a su copa —Mamá, Isabela ya no me ama, no siente nada por mí, y yo no la voy a obligar, ya no tiene ni sentido quedarme en esa compañía, solo acabándome la cabeza y recibiendo humillacion