32. La recaída

1799 Words

La recepcionista se puso de pie e hizo una reverencia, como si el CEO estuviera allí presente. Entre todas las personas a las que le debía reverencia, el joven señor Dassault, era en la actualidad, a quien más debía mostrar sus respetos. Era el único hijo del magnate Héctor Dassault y el que había heredado el conglomerado de empresas de las poderosas familias Golden, Bailey y Coopers. Entre esos nobles, ellos eran la realeza que gobernaba el reino, la compañía que dominaba a las otras. —Como ordene, señor Herick —dijo la empleada de manera alterada. Rara vez recibía la llamada del joven señor de la empresa. Le dio la información del piso—. Puede pasar, señora Hilda. —Gracias —contestó Hilda al darse cuenta de que Herick era quien estaba llamando. Hilda avanzó hacia el ascensor con deter

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