Un sueño

1048 Words
Alyn El trabajo casi nunca da tiempo para poder conversar, pero como mujer uno se suele ingeniar las maneras de relajarse, y esa es planeando una salida, fue exactamente lo que hicimos mis amigas de la oficina y yo. Linda estaba super contenta de que la nueva conquista de nuestro jefe se lo llevara temprano, lo que le dio tiempo a ella para poder salir con buena hora para encontrarse con nosotros en uno de los bares cercanos. La salida estuvo muy buena, hablamos de muchas cosas, entre esas de nuestro jefe, ellas que lo conocían un poco más decían que el jefe ahora era muy diferente de hace unos años atrás, que si bien es cierto no deja la seriedad a un lado, si era un poco más sociable, pero que según ellas se habían enterado, fue a causa de una mala mujer que el cambio, además de que por esa misma persona se ausento de la empresa por casi 6 meses, pues estuvo hospitalizado. Cosas con tonalidades tristes, y en mi caso recordando mi vida y mi matrimonio desastroso, tanto así que a mi edad no sabía realmente lo que significaba llegar al clímax en una relación s****l de pareja. Las horas transcurrieron, los tragos iban y venían, cuando nos empezamos a sentir un poco mareadas, o sea más de lo común, llamamos a un servicio de taxis, mientras estábamos cuerdas, nos llevaron a nuestras respectivas casas, al día siguiente teníamos trabajo y eso se traducía a levantarse temprano. […] Me desperté con la super resaca, pero como soy una mujer responsable no podía faltar, ya que no tenía mucho tiempo en mi nuevo puesto, no deseaba dar de que hablar a los demás, con el dolor de mi alma, y sintiendo mi cuerpo más pesado de lo normal, fui a la ducha, el baño me hizo bien, salí renovada, tome la ropa que me pondría ese día y sin más, me vestí y calce mis zapatos, camine a la cocina por mi taza de café, la cual acompañe con unas tostadas, tomé mi bolso y fui a la salida para dirigirme a la empresa. Salude a la entrada a las personas del piso, claro unas no me contestaron, pero era algo que no me quitaba el sueño, pues la idea de educación es de cada uno, no se les debe obligar a demostrarla, tome el ascensor y me dirigí a mi lugar de trabajo, para mi sorpresa, en ese preciso instante llego mi estimado jefe “perfección”, y el vicepresidente de la empresa, un hombre igual de guapo, pero sin una pizca de seriedad, más bien tenia cara de caramelo en fiesta “super regalado”, los salude y me quede en mi sitio hasta subir al piso, ninguno emitió palabra hacia el otro, al menos no conmigo, entre ellos si estaban dialogando. […] La indecisión es algo que siempre llevo conmigo, no sé porque sentía mucho nervios de acudir a la oficina de mi jefe, por alguna razón me sentía un poco incomoda, quería pensar que era por su apariencia física, esa que deslumbraba a cuanta mujer pasaba por su lado. Para mi buena suerte, el jefe estuvo en algunas reuniones durante el día y no dio para nada problemas, es decir no hizo ningún llamado, así que concluyo el día de forma tranquila, y sobre todo sin nervios. De regreso a casa, pasé por un super mercado, creí que me estaba volviendo loca, pues creí ver a mi marido de la mano de otra mujer con una nenita de la mano, pero como las personas suelen parecerse, asumí que no era, lo que nunca se me vino a la mente fue llamarlo en ese preciso instante para saber si era o no, con esa incertidumbre regrese a casa, lo llame incontables veces, pero en ningún momento obtuve respuesta, concluí que definitivamente no era él, pues de ser el caso hubiera contestado en alguna de las llamadas, o no? Cene, después de una larga ducha en la que deje todo el cansancio, una vez terminada mi cena, lave lo que había ocupado y me dirigí a mi dormitorio, no sé porque motivo me sentía como ansiosa, no de manera fuerte sino más bien como un cosquilleo en el estómago, sin duda alguna debía ser por lo que creí ver, con esos pensamientos me fui a la cama. ……. -Alyn, acérquese necesito decirle algo, ¿puede usted ayudarme en algo? – preguntó la voz -Claro que sí, estoy a sus órdenes – contesté - ¿Segura? – dijo mirándome a los ojos de una forma excitante -Sí, estoy segura – respondí -Esta muy bien, pues usted sabe que somos adultos, y como hombre tengo necesidades, que usted puede saciar, ¿sabe de lo que le hablo? – expreso -A decir verdad, no lo sé – volví a contestar. Sus suaves labios no dejaron emitir ninguna palabra más, besaba como si no existiera un mañana, intensificando cada vez más el beso, haciendo gemir de manera incontrolable a Alyn, sus manos recorrían su cuerpo de manera suave, mientras ella solo podía dejarse llevar por el deseo que estaba sintiendo en ese preciso momento, la tomo de la cadera y la acerco a su prominente erección, la que sin duda alguna ella sintió, la ropa desapareció en cuestión de segundos, él besaba con ímpetu todo su cuerpo, quedándose más en sus pezones dándoles atención a cada uno de ellos, algo que tenía a Alyn al extremo, llevo sus manos a su duro pecho para tocarlo, mientras él no dejaba de acariciar su monte venus, en medio de la bruma que causaba lo que estaba sucediendo, un sonido fuerte se hacia escuchar, fue el que hizo que dicho hechizo terminara abruptamente. ….. Desperté, acalorada y con la idea de lo que había estado sintiendo era totalmente real, justo cuando las cosas eran super intensas, una llamada me devolvió a la realidad, había estado soñando que estaba en la cama con nada más y nada menos que mi jefe, atontada y con un atisbo de vergüenza, procedí a contestar la llamada, que se trataba de un numero desconocido, era de un hospital, me llamaban para decirme que mis padres habían sufrido un accidente grave.
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