Alyn
El señor perfecto pidió que llevara vestimenta de empresaria, así que me toco salir por algunas piezas, pues como siempre he estado acostumbrada a vestir de manera holgada y sencilla, no tenía las piezas adecuadas, pero como la paga por este nuevo puesto iba a ser un poco más alta, me podía dar el lujo de comprarme más ropa.
Había cosas que aún no podía cambiar en mi vida y era la preocupación, más que todo porque mi flamante esposo llevaba semanas sin dar señales de vida, ni siquiera un correo o un simple mensaje, aunque de plano sabía que vivo si estaba pues entre a las r************* y pude ver fotos de lugares donde supuestamente había visitado, y comentarios de su madre, alguien de la que realmente no me apetece saber, y por eso no recurro a ella para preguntar sobre la vida de él.
Mis padres son personas ocupadas, viven en otro país, y casi nunca tengo contacto con ellos, es decir no tenemos una buena relación, pues ellos nunca estuvieron de acuerdo con que me casara con mi esposo, pues según ellos tenían el prospecto perfecto para mí, y yo de terca lo deseche, lastimosamente años después “ese prospecto” se casó con su novio de toda la vida, mis padres quedaron en shock con ello, más sin embargo nunca me dijeron algo como para recuperar nuestra quebrada relación. Aunque ahora creo que lo mejor hubiese sido hacerle caso al menos en el consejo de no casarme, quizá así no me sintiera como lo estoy ahora.
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No podía contener la risa, mi querida “amiga” una de las recepcionistas no me reconoció, y me miro con cara de amabilidad, hasta que noto bien de quien se trataba, yo solo la deje ser, pero eso no evito que tuviera ganas de reírme en su cara.
Mis amigas las asistentes de presidencia y vicepresidencia se alegraron de verme, me felicitaron por el nuevo look, y me dijeron que me deseaban lo mejor en este nuevo trabajo.
Asiel
No pude evitar ver a la mujer que entraba a la oficina, era una totalmente diferente a la que ayer parecía una de las personas del servicio de limpieza, muy guapa, por cierto, con un cuerpo muy bien proporcionado, tanto así que despertó mis deseos más primitivos.
Deje mis pensamientos de un lado, pues si continuaba mirándola seguramente tendría un problema en mis pantalones, así que tomé la decisión de entrar y proseguir con la reunión programada para esa mañana.
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Todo transcurrió de manera muy tranquila, quedándome un poco sorprendido por la agilidad de la señorita Alyn, pues se veía mucho más preparada de lo que me habían dicho, así que sin más vi que el hecho de que ella ocupe el puesto estaba más que ganado.
Le pedí que me enviara todas las ideas en las que había estado trabajando, las que ella había desarrollado por si sola, pues me parecía que tenía muchísimo potencial, lo que no espere es que su presencia me tornara incomodo, pero no de mala manera, sino más bien que mi corazón pareciera toro desbocado, latía tan fuerte que llegue a pensar que ella había escuchado el sonido del mismo.
Tuve que hablar lo más rápido y darle las sugerencias respectivas, luego de eso pedirle que dejara mi despacho, sentía que si la tenía un momento más a mi lado iba a cometer una locura de la que no sabría como salir después. Antes de que deje la oficina se me ocurrió la maravillosa idea de decirle que su ropa era la adecuada para el trabajo que ahora tenía, y que agradecía que haya acatado la orden de hacer ese cambio.
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Alyn
Mi primer día fue del todo normal, claro hasta que mi querido ogro-jefe parecía escrutarme con la mirada, una que utilizo desde que llegue a la oficina, asumo que estaba complacido porque yo haya obedecido la orden de utilizar la ropa adecuada. La reunión fue todo un éxito, las personas presentes me observaban como si les estuviera contando algo demasiado interesante, admito que sentí ese respingo de orgullo, pues me prepare para poder hacer una presentación adecuada a mi trabajo, y aparentemente salió como espere.
Me sorprendí en gran manera cuando mi jefe me pidió el folder de ideas en las que estuve trabajando, pues deseaba analizarlas para darles uso, dijo que quedo complacido con la presentación de las mismas, así que sin más expreso el hecho de que las llevara a cabo.
Pude notar que el estaba un tanto incomodo, no se porque lo note hasta nervioso, no sé si era el hecho de que yo también lo estaba, el que hacía que yo viera cosas donde quizá ni existían, el que me hablara super rápido me daba a entender que estaba un poco apurado porque me fuera de su oficina, así que cuando me levante para agradecerle e irme, me dijo que agradecía que haya cambiado mi vestimenta, que esta si era acorde a lo que hacía, le sonreí de manera sincera, esperando que viera que era una mujer agradecida, y sin más salí del lugar con rumbo a mi oficina.
No he tenido tiempo de conversar con Linda, ya que a ella la tienen de allá para acá, imagino que ser secretaria de un CEO, no es cosa sencilla, y más cuando se debe organizar horarios, para que todas las cosas calcen en su lugar, sin dejar ninguna en el limbo.
Algo que me tenía un poco intrigada era la llegada de alguien a la oficina de mi jefe, una vez que salí del lugar, observe que una mujer muy hermosa entraba con total confianza al lugar, no soy de las que se le da por preguntar la vida personal de las otras personas, así que solo me limite a observar la escena.
Asiel
Uno de los empresarios del año, eso es lo que dice el correo que me acaba de llegar ahora mismo, no sé porque se inventan cada vez más cosas para según dicen atraparnos con premios, y que nos veamos ante los ojos de las caza fortuna como material disponible para usar, mi caso no es ese, lastimosamente, la vida no me ha dado la oportunidad de ser el hombre más amoroso, pero más sin embargo si uso lo que Dios me dio, a veces con frecuencia, claro que no soy de los que repite conquista.
No siempre fui de esas personas a las que llamarían sin corazón, en algún punto de mi vida era el hombre dedicado al amor, fiel a una mujer, por la que daba mi vida, claro que ella casi me la quita, gracias a su ambición casi dejo de existir, pero eso es un tema del que prefiero olvidarme.
Tengo 34 años de edad, mido 1,80 de estatura, me encanta ejercitarme para mantenerme en forma, ya que soy de los que nunca le hace mala cara a la comida, desde hace 6 años atrás vivo cerca de la casa de mis padres, por obvias razones, pues desde el incidente que casi me cuesta la vida, ellos me pidieron encarecidamente que no me fuera de su lado, pero como soy de las personas que ama su independencia, compre una casa cerca de ellos como para que estuvieran un poco más tranquilos, claro está.
El amor no es algo en lo que yo ahora crea, aunque veo a algunos de mis amigos perdidamente enamorados, no soy de los que desea eso para mí, las damas no son del todo sinceras, al menos no la que me toco a mí, he decidido que cuando venga a mi mente el hecho de asentar cabeza, lo hare a mi manera, bajo mis normas, una que otra cosilla que no puedo decir por el momento.